La moda de Narnia, con sus lados buenos y sus lados
malos, todavía me sorprende; pero ver estos días en Buenos
Aires los afiches publicitarios
del grupo Planeta (al parecer se han hecho con los derechos
de edición de C. S. Lewis) promocionando la trilogía
de Ransom… me deja estupefacto. No se trata
de euforia ni de entusiasmo, pero sí una sensación de irrealidad.
(¿Hasta dónde llegará el asunto? ¿Página 12 publicando
en entregas «Mero cristianismo»).
De paso: alguien que no recuerdo -un blogger yanqui, católico
ex-protestante- comparaba a C. S. Lewis con Moisés:
conduce a la gente a la Iglesia católica, pero él
no alcanza a entrar.