(Vía Juan de Mairena). No es más que
una curiosidad, un ejemplo menor; pero fascinante (y desopilante, simpatíco, ridículo, triste y/o desesperante, según cómo lo miren).
Una
comparación entre dos ediciones (1963 vs 1991)
de un libro de ilustrado lectura escolar, «The Best
Word Book Ever», un clásico en EEUU según parece.
Desde las
tapas
(pasar el mouse sobre los recuadros de la derecha para
apreciar las diferencias) y siguiendo, tenemos estas diferencias
(aparte de algunas «ideológicamente neutrales», como
la modernización de los artefactos de cocina… si
es que esto es ideológicamente neutral ):
Ahora no aparece la mamá sola en la cocina: también debe aparecer el papá. Lo mismo cuando se trata de la crianza.
Cupo femenino: cambiamos el sexo de algunos, para incrementar la presencia femenina.
Desaparecen las palabras «sexistas». Por ejemplo:
«policeman» se cambia por «police officer», «mailman»
por «letter carrier», «fireman» por «fire fighter».
Nada de autoritarismos infantiles:
en lugar de «el osito acude rápido cuando lo llaman
a desayunar», «el osito va a la cocina a desayunar».
Nada de estereotipos sexistas juguetones:
¿»handsome pilot» ?? … «pilot» . ¿»pretty stewardess»??
«flight attendant». Y lo de la «hermosa dama» rescatada por el bombero heroico sonará muy simpático
a los oídos reaccionarios, pero a nosotros
no nos van a venir con esa. Fuera.
Nada de estereotipos «racistas». Prohibida toda
alusión a «los indios»
con plumas.
¿Qué le anda faltando a la sección navideña?
¿Alguna alusión cristiana? No precisamente.
Y hay más. Pasen y vean.