En este contexto de reconquista de posiciones perdidas en la sociedad debe interpretarse la Carta pastoral del Episcopado Argentino sobre la Doctrina Social de la Iglesia “Una luz para reconstruir la Nación”, la primera emitida bajo la conducción de Bergoglio. Desde el título, señala el comienzo de una ofensiva espiritualista sobre la sociedad, reminiscente de los años del nacional-catolicismo.
…tres centenares de capellanes siguen malformando la mente de los oficiales jóvenes de las Fuerzas Armadas desde el anacrónico Obispado castrense.
Sólo dos párrafos entre miles (ya los conocemos).…tres centenares de capellanes siguen malformando la mente de los oficiales jóvenes de las Fuerzas Armadas desde el anacrónico Obispado castrense.
Además, hay que tener en cuenta que todo esto, viene impreso en el mismísimo Observatore Porteño.
El tipo llega a dar la impresión (vaya uno a saber qué se cocina a esas alturas) de estar realmente furioso; probablemente, mera ingenuidad -u optimismo- de mi parte. Eso debería hacérmelo algo más simpático; pero a estas alturas… no es fácil.
Y ya que mentamos la religión oficial:
Hace poco, un libro de divulgación reciente de un matemático argentino, A. Paenza. Los mismos temas que siempre traen estos libros, con ese tono de divulgador que no puedo sufrir; (no entiendo muy bien quiénes leen estos libros, supongamos que a alguien le sirven; no sé, la fascinación de los no científicos por la ciencia, y la legitimidad de esa fascinación es tema para otro día).
Ahora… de un libro que en su dedicatoria rinde honor al susodicho («gracias a ellos soy una mejor persona»), uno puede esperar algo más, me dije.
Y así es. En uno de sus capítulos el autor festeja que los matemáticos argentinos, en su ceremonia de graduación, están dejando de lado los juramentos tradicionales («Juro por Dios y por estos santos evangelios…») para volcarse a uno nuevo, cuyo texto nos copia con notoria satisfacción. Los nuevos matemáticos sólo se enfrentan al tribunal de su propia conciencia. («…más allá de una jura simbólica, es una toma de posición frente a la vida.«, dice Paenza).
Claro está. Es parte de la religión.