El asunto es que, pensando en estas cuestiones, esta mañana se me pegó una cuarteta de Almafuerte. No se me iba de la cabeza.
Busco pues en la web, y encuentro sólo dos ocurrencias. Y viendo la primera, compruebo que si el mundo es chico, la cabeza de uno… ni le digo.
Pero la segunda tiene su interés; la cita es de Borges, dialogando con Sábato. Justo esa cuarteta, de entre tantas. Y con un curioso comentario:
Qué raro, Almafuerte, siendo tan popular, cuando escribía milongas le salían malas. Recuerdo una que mejora un poco al final:
Esta última parte es menos ripiosa que la anterior. Creo.
Será. Después veré si encuentro el poema -o milonga
completo. Caso curioso el de este Almafuerte,
popular en su tiempo, más bien
despreciado por los que saben de poesía; sospecho
que con razón. Borges, tengo entendido,
lo despreciaba un poco menos que la mayoría;
al menos le dedicó bastante atención (Borges
era un tipo de simpatías bastante amplias,
no sectarias, no predecibles). Creo recordar
que en algún lado menciona que conocer a
Almafuerte fue su primer contacto con la poesía;
y yo casi podría decir otro tanto.
El mismo Castellani, lo remeda varias
veces; en burla, dirán; pero también algo de
homenaje involuntario, se me ocurre.
Poesía de trazo grueso… por no decir grosera
(en la forma); pero por eso mismo,
para principiantes puede servir, creo yo.
Mucho barro hay que batir
En la vía del sepulcro,
No hay oficio menos pulcro
Que el oficio de vivir.
Esta última parte es menos ripiosa que la anterior. Creo.
Como sea, la cuarteta me sigue pareciendo redondita. Y a propósito.
Quede pues a modo de epígrafe.
(¿Epígrafe de qué? Ah… qué se yo; veremos).