…El amigo de Dios, que disfrute de esta fiesta
hermosa y luminosa.
El siervo agradecido, que entre con alegría en el gozo del Señor.
El que ha ayunado, que reciba ahora el denario de recompensa.
Si alguien ha trabajado desde la primera hora, que reciba su gratificación correspondiente.
Si alguien ha llegado después de la tercera hora, que participe en la fiesta agradecido.
El que llegó después de la sexta hora, que no dude: él nada perderá.
Si alguien ha demorado hasta la novena hora, que se aproxime sin vacilar.
El que llega en la undécima hora, que no tema a causa de su demora.
Porque el Señor es generoso. El recibe tanto a los últimos como a los primeros. Concede el descanso al de la undécima hora, como al de la primera hora.
El tiene misericordia del último, y satisface al primero. A uno da, y a otro regala.
El recibe las obras y acepta la intención. Honra los hechos, y alaba el empeño.
Por lo tanto, entrad vosotros todos al gozo de vuestro Señor.
Los primeros y los últimos, tomad vuestra recompensa. Ricos y pobres, regocijaos y alegraos juntos.
Porque la mesa está llena, deleitaos de ella todos. El ternero cebado es abundante; nadie se irá con hambre.
Regocijáos todos del banquete de la fe.
Disfrutad de todas las riquezas de la bondad.
Que nadie lamente su pobreza, porque el Reino ha llegado.
Que nadie llore sus pecados, porque del sepulcro ha surgido resplandeciente el perdón.
Que nadie tema la muerte, porque la muerte del Salvador nos ha librado.
El siervo agradecido, que entre con alegría en el gozo del Señor.
El que ha ayunado, que reciba ahora el denario de recompensa.
Si alguien ha trabajado desde la primera hora, que reciba su gratificación correspondiente.
Si alguien ha llegado después de la tercera hora, que participe en la fiesta agradecido.
El que llegó después de la sexta hora, que no dude: él nada perderá.
Si alguien ha demorado hasta la novena hora, que se aproxime sin vacilar.
El que llega en la undécima hora, que no tema a causa de su demora.
Porque el Señor es generoso. El recibe tanto a los últimos como a los primeros. Concede el descanso al de la undécima hora, como al de la primera hora.
El tiene misericordia del último, y satisface al primero. A uno da, y a otro regala.
El recibe las obras y acepta la intención. Honra los hechos, y alaba el empeño.
Por lo tanto, entrad vosotros todos al gozo de vuestro Señor.
Los primeros y los últimos, tomad vuestra recompensa. Ricos y pobres, regocijaos y alegraos juntos.
Porque la mesa está llena, deleitaos de ella todos. El ternero cebado es abundante; nadie se irá con hambre.
Regocijáos todos del banquete de la fe.
Disfrutad de todas las riquezas de la bondad.
Que nadie lamente su pobreza, porque el Reino ha llegado.
Que nadie llore sus pecados, porque del sepulcro ha surgido resplandeciente el perdón.
Que nadie tema la muerte, porque la muerte del Salvador nos ha librado.