Algún día me ganaré el enojo de parientes y amigos
(y bloggers católicos, supongo) escribiendo un análisis
de ese libro
(Cristo Rey, Señor de la Historia) ; usar
eso como base de la educación histórica
de nuestros niños es destruir
su capacidad crítica y empujarlos a la
pérdida de la fe.
Lo dice un comentador en el blog de Amy, citado por
TSO.
No conozco el libro (sólo el título), ni el contexto de la discusión,… pero apostaría a que el tipo tiene razón.