Un neoyorquino de 44 años afirmó por TV que «el matrimonio homosexual debería estar permitido porque todos nos beneficiamos cuando nadie está excluido«. Después dijo que los gays, al casarse «no harían más que estrechar sus lazos mutuos y con su comunidad; y eso no puede ser más que bueno para nuestra nación«.
Lo cual le valió, al juicio de la audiencia,
ganar el premio al Gran Pensador
Americano (y u$s500).
De verdad
(vía Mark Shea).