Bush es el opio del pueblo.
(O para decirlo con más claridad
y menos impacto: repudiar a Bush -insultarlo, burlarse,
odiarlo- es la forma de escapismo
más difundida en la masa argentino de estos tiempos).
O reemplacen a Bush por el capitalismo, si quieren.
En algunos casos, la Iglesia…
Y vea ud. por dónde me percato de que,
dando una vuelta de tuerca, la frase original
(«la religión es el opio del pueblo») puede llegar a ser
más verdadera y más actual de lo que creía.
Y es claro… el opio -el escapismo, la alienación-
puede venir tanto por el amor como por el odio
(basta con el afecto sea intenso e imaginario:
como decían en otros tiempos, «afecto desordenado»).