Falta, todavía, falta. Falta, sobre todo, lo más importante, lo que le daría verdadero sentido al trabajo: enlazar a la Biblia. Y eso pinta más difícil de lo que esperaba, porque el texto origen (y las referencias bíblicas especialmente) están llenos de errores (ya corregí bastante, pero queda mucho), ya veremos qué podemos hacer; al menos, están los enlaces internos, que no fue poca cosa.
Lo publico así, sin terminar (aunque casi de incógnito, como ven… empezando por el título; no quiero tener problemitas con editoriales y esas cosas….) por si caen opiniones, sugerencias o palabras de aliento —o desaliento, por qué no; No leí la obra, en realidad, pero me han dicho que no está mal.
Tal vez más adelante habilite a los visitantes a hacer correcciones, como hice -con éxito- con la Suma.