Divino

Éramos chicos. Estábamos saliendo de una exposición de autos en la Rural y, ya en la calle, pasamos junto a una enorme camioneta negra. Mi primo, un par de años mayor que yo y ciertamente más interesado en los motores, se volvió hacia su padre –mi tío, el alma mater de la visita- y le dijo con hiperbólico entusiasmo: “¡Mirá, papá! ¡Qué divina esa camioneta!” Su hermana –mi prima- que tenía mi edad y estudiaba en un colegio religioso lo miró con desprecio y lo corrigió: “Divino es Dios, nene”.
Hace años que no sé nada de ellos. Hasta donde supe, él no había llegado a adquirir ninguna camioneta y ella todavía no era bataclana.
Copiado enterito de acá.

Acaso no tenga mucho que ver, pero recuerdo que mi abuelo contaba que cuando niño decía «Cuando sea grande, si tengo plata, me voy a comprar un avión». Y algún comedido (o comedida) una vez lo corrigió: «Decí mejor: ‘Si Dios quiere'». Mi abuelo entoces se quedó callado, pero pensó: «Si tengo plata, el avión me lo compro… lo quiera Dios o no».
No tuvo plata, y no lo compró.

Y ya que mentamos un blog que no es del barrio, ahí va otro.
Y otro.

Deja un comentario

Para comentar en el blog hay que autenticarse con cuenta de Google (Gmail), Twitter, Facebook, Windows Live (Hotmail) (o Disqus, o wordpress.com). También recibo comentarios por mail, a hjg.com.ar@gmail.com.