Cancioneros

Me comenta un lector sobre una adolescente de la Acción Católica que, cuando cantaba esto, en lugar de:
«… no importa lo que sea,
tú llámame a servir.»
decía:
… tu llama me hace hervir.
Una versión más sugerente para una adolescente, claro. Y la verdad es que suena exactamente igual.
Resistamos la tentación del chiste fácil (el de reconocer que muchas veces es preferible no entender ciertas letras; …. ups, no resistimos!), pero no dejaremos de recordar otra interpretación alternativa que me comentaba una amiga: en lugar de algunos parecen cantar
Vine a lavar a Dios…
El tema de los cancioneros de misa católicos es algo que me excede, en realidad. Ignoro si se habrá escrito (o se escribirá un día) alguna especie de compilación histórica; tampoco he leído o escuchado jamás alguna evaluación crítica (para bien o para mal) de las canciones, en sus letras y en sus músicas.

Ayer, sin ir más lejos, me tocó este Gloria; uno diría que las versiones musicalizadas del Gloria -como del Padre Nuestro, Agnus Dei, etc, deberían ser al menos literales; generalmente lo son, ésta, en cambio, se toma algunas libertades… en lugar de «sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor«, esta dice «Tú sólo el mismito Dios«. Es de suponer que el adjetivo intenta dar un toque familiar/autóctono; pero no me parece un lugar muy apropiado que digamos; además que esa familiaridad en ese contexto (imagínense, la feligresía de una parroquia porteña…) resulta afectado, muy poco natural.
Pero no vamos a pedir sentido del ridículo en estos ambientes.

Cuestión que con esto anduve pispeando algún cancionero de estos.
Me dio un poco de vértigo. Una demasía, realmente, y en varios sentidos…

Descubro así que yo también he escuchado (y acaso cantado) varias veces algunos versos sin entender lo que dicen (por ejemplo, en la misma canción dicha, recién ahora me desayuno que el tercer verso decía «desgaste años en mí«; también… téngase en cuenta que la ‘a’ de «años» se funde con la palabra anterior, y que se acentúa en la ‘o’…).
También reencuentro muchas canciones que escuchaba de adolescente en mi parroquia, y que parecen haber «pasado de moda» (yo siempre que leo aquello de Oscar Wilde sobre la moda y la fealdad, me acuerdo de las canciones de misa…).

Pero, después de todo, encuentro que he sido más afortunado de lo que pensaba; al lado de algunos horrores que se encuentran ahí, lo que cantan en mi parroquia es canto gregoriano, le garanto… Vayan algunos pocos ejemplos.
También encuentro algunas (pocas) cosas que me agradan. Para que no digan que sólo me quejo, o que tengo fobia a las «novedades»: esto, con su tono «provinciano», me sonó simpático -y apropiado para cuaresma:
La flor se marchita,
se seca el cardón
convertite hermano
que llega el Señor.
Pero igual, tampoco eso me llenaba… Por eso, seguí buscando.
Yo sabía que entre tanto fárrago tenía que encontrar algo que me representara, una canción que expresara los anhelos más profundos de mi corazón, algo que quisiera encontrar en los cancioneros de todas las parroquias.
Y mi esfuerzo fue recompensado. Lo encontré!.

Deja un comentario

Para comentar en el blog hay que autenticarse con cuenta de Google (Gmail), Twitter, Facebook, Windows Live (Hotmail) (o Disqus, o wordpress.com). También recibo comentarios por mail, a hjg.com.ar@gmail.com.