Dos botones

Clarín anoticia que salió una biografía de Ratzinger… hace cinco años. ¿No es gran noticia? Ah, pero es «muy crítica«. Así que … sí es noticia. (Y además, no hay que perder otra oportunidad de deslizar la palabra «nazi» … ya se sabe cómo funcionan estas asociones de palabras…).
De modo que los lectores se enterarán de que el tal periodista, John Allen, de la NCR (bastante conocido, por cierto), tiene una pésima opinión de Ratzinger. No se enterarán, claro, de los elogios, ni de otras cosas que el mismo Allen escribió hace tres años :
… Estoy dispuesto a admitir que parte de mi análisis del cardenal Ratzinger estuvo probablemente equivocado, por no entender la complejidad de los problemas que Ratzinger tuvo que enfrentar en más de 20 años en el poder. No es que haya habido mala voluntad de mi parte, sino simplemente que no estaba tan bien informado, no entendía tanto la iglesia universal como la entiendo ahora, tras dos años de vivir la realidad vaticana. La verdad es que hay cosas que uno aprende en Roma, y sería difícil aprenderlas en Kansas City…

Pero debo insistir en que mi admiración por Ratzinger era sincera, y lo sigue siendo. Repito lo que dije en el libro: si hubiera tenido la posibilidad de que Ratzinger fuera mi director espiritual, no habría dudado en abrirle mi alma, porque estoy convencido de su integridad como sacerdote, como cristiano y como hombre.
Por su lado, La Nación nos brinda un sesudo análisis que nos detalla cuáles son «los desafíos de la Iglesia» (la palabra «desafío» es una muletilla indispensable en la retórica del mundo empresarial). El autor es un «analista en temas religiosos» de la BBC.
Ya conocemos la sabiduría de estos analistas -otra que el Espíritu Santo. Y ya conocemos estos análisis: es el mismo eterno texto de siempre.
Pero por eso mismo, por su absoluta estolidez y absoluta previsibilidad, me extrañó encontrar esto hoy… Uno podría esperar que, hoy al menos, estos analistas se callen. Esto, pensé, es lo que uno podría haber escrito antes de la elección del Papa. si hasta resulta cómico… después de gastar tanta tinta para repetir «la Iglesia debería hacer esto y aquello», terminar reconociendo a regañadientes que… que la Iglesia parece tener otras opiniones, por decirlo de alguna manera. La frase sobre Ratzinger parece un añadido, un non sequitur.
Y hete aquí que, Google mediante, encuentro que el artículo publicado hoy es un refrito de otro artículo de principios de mes … adaptado a la elección.

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