![]() |
![]()
Jesús interrumpe su primera misión Galilea para asistir a la
segunda pascua en Jerusalén
(Mar 28).
Allí
cura un paralítico en Sábado
y crece la enemistad de los fariseos.
Anuncia la resurrección
y se proclama
enviado del Padre.
|
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
# | Segunda pascua en Jerusalén | |||
![]() | Curación del paralítico en Sábado | |||
![]() ![]() ![]() | ![]() ![]() 5:2 Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos. 5:3 En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. 5:4 Porque el Ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera. 5:5 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. 5:6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?» 5:7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.» 5:8 Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.» 5:9 Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. 5:10 Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.» 5:11 El le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y anda.» 5:12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?» 5:13 Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar. 5:14 ![]() 5:15 El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. |
|||
![]() | La resurrección. Jesús Juez | |||
5:16![]() 5:17 Pero Jesús les replicó: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo.» 5:18 Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. 5:19 ![]() 5:20 Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. 5:21 ![]() 5:22 Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, 5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. 5:24 ![]() 5:25 ![]() 5:26 Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, 5:27 ![]() 5:28 No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz 5:29 y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. 5:30 ![]() |
||||
![]() | El testimonio del Padre | |||
5:31![]() 5:32 Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. 5:33 Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad. 5:34 No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis. 5:35 El era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz. 5:36 Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. 5:37 Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, 5:38 ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que El ha enviado. 5:39 «Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí; 5:40 y vosotros no queréis venir a mí para tener vida. 5:41 ![]() 5:42 Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios. 5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis. 5:44 ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios? 5:45 No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza. 5:46 Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. 5:47 Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?» ![]() |
||||
![]() | De vuelta a Galilea: Espigando en Sábado | |||
![]() ![]() ![]() | ![]() ![]() 12:2 Al verlo los fariseos, le dijeron: «Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado.» 12:3 Pero él les dijo: «¿No habéis leído lo que hizo David cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, 12:4 cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la Presencia, que no le era lícito comer a él, ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes? 12:5 ¿Tampoco habéis leído en la Ley que en día de sábado los sacerdotes, en el Templo, quebrantan el sábado sin incurrir en culpa? 12:6 Pues yo os digo que hay aquí algo mayor que el Templo. 12:7 Si hubieseis comprendido lo que significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio, no condenaríais a los que no tienen culpa. 12:8 Porque el Hijo del hombre es señor del sábado.» |
![]() ![]() 2:24 Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?» 2:25 El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, 2:26 cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?» 2:27 Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado. 2:28 De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado.» |
![]() ![]() 6:2 Algunos de los fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis lo que no es lícito en sábado?» 6:3 Y Jesús les respondió: «¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, 6:4 cómo entró en la Casa de Dios, y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?» 6:5 Y les dijo: «El Hijo del hombre es señor del sábado.» |
|
![]() | Curación de un manco | |||
![]() ![]() ![]() | 12:9![]() 12:10 Había allí un hombre que tenía una mano seca. Y le preguntaron si era lícito curar en sábado, para poder acusarle. 12:11 El les dijo: «¿Quién de vosotros que tenga una sola oveja, si ésta cae en un hoyo en sábado, no la agarra y la saca? 12:12 Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en sábado.» 12:13 Entonces dice al hombre: «Extiende tu mano.» El la extendió, y quedó restablecida, sana como la otra. |
3:1![]() 3:2 Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. 3:3 Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio.» 3:4 Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban. 3:5 Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano.» El la extendió y quedó restablecida su mano. |
6:6![]() 6:7 Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. 6:8 Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio.» El, levantándose, se puso allí. 6:9 Entonces Jesús les dijo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla.» 6:10 Y mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano.» El lo hizo, y quedó restablecida su mano. |
|
# | Los fariseos deciden matarlo | |||
12:14![]() |
3:6![]() ![]() |
6:11![]() ![]() |
||
![]() | La profecía de Isaías: "Mi Siervo no disputará ni gritará..." | |||
![]() ![]() ![]() | 12:15![]() 12:16 Y les mandó enérgicamente que no le descubrieran; 12:17 para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: 12:18 He aquí mi Siervo, a quien elegí, mi Amado, en quien mi alma se complace. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará el juicio a las naciones. 12:19 No disputará ni gritará, ni oirá nadie en las plazas su voz. 12:20 La caña cascada no la quebrará, ni apagará la mecha humeante, hasta que lleve a la victoria el juicio: 12:21 en su nombre pondrán las naciones su esperanza. ![]() |
|||
![]() | Curaciones, expulsión de demonios y entusiasmo del pueblo | |||
![]() ![]() ![]() | ![]() ![]() 3:8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran muchedumbre, al oír lo que hacía, acudió a él. 3:9 Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. 3:10 Pues curó a muchos, de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarle. 3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.» 3:12 Pero él les mandaba enérgicamente que no le descubrieran. |
![]() ![]() 6:18 que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. 6:19 Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. ![]() |
||
![]() | Elección de los doce apóstoles | |||
![]() ![]() ![]() | ![]() ![]() 10:2 Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; 10:3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; 10:4 Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó. ![]() |
3:13![]() 3:14 Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar 3:15 con poder de expulsar los demonios. 3:16 Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; 3:17 a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; 3:18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo 3:19 y Judas Iscariote, el mismo que le entregó. ![]() |
![]() ![]() 6:13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. 6:14 A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, 6:15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; 6:16 a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. ![]() |
|
# | Sermón de la montaña | |||
![]() | Las Bienaventuranzas | |||
![]() ![]() ![]() | ![]() ![]() 5:2 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: 5:3 «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 5:4 ![]() 5:5 ![]() 5:6 ![]() 5:7 ![]() 5:8 ![]() 5:9 ![]() 5:10 ![]() 5:11 ![]() 5:12 Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas antes de vosotros. |
![]() ![]() 6:21 Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. 6:22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. 6:23 Alegráos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas. 6:24 ![]() 6:25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. 6:26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas. ![]() |
||
![]() | Vocación apostólica: la sal | |||
5:13![]() |
![]() ![]() ![]() |
![]() ![]() 14:35 No es útil ni para la tierra ni para el estercolero; la tiran afuera. El que tenga oídos para oír, que oiga.» ![]() |
||
![]() | Vocación apostólica: la luz | |||
5:14![]() 5:15 Ni tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. 5:16 Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. ![]() |
||||
# | La ley antigua y la ley nueva | |||
![]() | a. Cumplimiento de la ley antigua. "El cielo y la tierra pasarán..." | |||
![]() ![]() 5:18 En verdad os digo: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo se cumpla. 5:19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos. 5:20 ![]() |
![]() ![]() 16:17 «Más fácil es que el cielo y la tierra pasen, que no que caiga un ápice de la Ley. ![]() |
|||
![]() | b. Reconciliación: "Ponte en paz con tu enemigo" | |||
5:21![]() 5:22 Pues yo os digo: Todo aquel que se irrita contra su hermano, será reo ante el tribunal; el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego. 5:23 ![]() 5:24 deja tu ofrenda allí delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda. 5:25 ![]() 5:26 En verdad te digo, que no saldrás de allí sin que hayas pagado hasta el último centavo. |
||||
![]() | c. Adulterio en el corazón. "Si tu ojo te es ocasión de pecado..." | |||
5:27![]() 5:28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 5:29 ![]() 5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. |
||||
![]() | d. Divorcio | |||
5:31![]() 5:32 Pues yo os digo: El que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que toma a una mujer repudiada, comete adulterio. |
||||
![]() | e. Juramentos "Sí, sí. No, no" | |||
5:33![]() 5:34 Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, 5:35 ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. 5:36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. 5:37 Sea vuestro lenguaje: "Sí, sí"; "no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno. |
||||
![]() | f. Amor al enemigo "La otra mejilla" | |||
5:38![]() 5:39 Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: 5:40 al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; 5:41 y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. 5:42 A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda. 5:43 ![]() 5:44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, 5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 5:46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? 5:47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? 5:48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre del cielo. ![]() |
![]() ![]() 6:28 bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. 6:29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. 6:30 A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. ![]() ![]() ![]() 6:33 Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! 6:34 Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. 6:35 Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos. 6:36 «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. ![]() |
|||
# | La pureza por las buenas obras | |||
![]() | a. Cómo dar limosna "Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha" | |||
![]() ![]() 6:2 ![]() 6:3 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; 6:4 así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. |
||||
![]() | b. Cómo orar bien "En lo secreto" | |||
6:5![]() 6:6 Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 6:7 ![]() 6:8 No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo. |
||||
![]() | c. El Padrenuestro | |||
6:9![]() 6:10 ![]() 6:11 ![]() 6:12 ![]() 6:13 ![]() |
![]() ![]() 11:2 El les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, 11:3 danos cada día nuestro pan cotidiano, 11:4 y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación.» ![]() |
|||
![]() | d. Perdonar | |||
6:14![]() 6:15 pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas. |
||||
![]() | e. Ayunar sin ostentación | |||
6:16![]() 6:17 ![]() 6:18 para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. ![]() |
||||
# | La solicitud terrena | |||
![]() | a. Los tesoros del cielo "Donde esté tu tesoro estará tu corazón" | |||
![]() ![]() 6:20 Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben. 6:21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. |
||||
![]() | b. La intención pura "Si tu ojo está limpio..." | |||
6:22![]() 6:23 pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá! |
||||
# | c. Los dos señores "No se puede servir a Dios y a las riquezas" | |||
6:24![]() |
![]() ![]() ![]() |
|||
![]() | d. No preocuparse por el mañana: Los lirios del campo y las aves del cielo | |||
6:25![]() 6:26 ![]() 6:27 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? 6:28 ![]() 6:29 pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. 6:30 Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? 6:31 ![]() 6:32 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. 6:33 Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. 6:34 ![]() ![]() |
||||
# | Consejos de Cristo: | |||
![]() | a. Contra el juicio temerario: La paja en el ojo ajeno | |||
![]() ![]() 7:2 Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. 7:3 ![]() 7:4 ¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la paja del ojo", teniendo una viga en el tuyo? 7:5 Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la paja del ojo de tu hermano. |
![]() ![]() 6:38 Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.» 6:39 ![]() 6:40 No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado, será como su maestro. 6:41 ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? 6:42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: "Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo", no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano. ![]() |
|||
# | b. Contra el celo imprudente: No arrojar perlas a los cerdos | |||
7:6![]() |
||||
![]() | c. Contra la mala oración "Buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá" | |||
7:7![]() 7:8 Porque todo el que pide recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. 7:9 ![]() 7:10 o si le pide un pez, le dé una culebra? 7:11 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan! |
![]() ![]() 11:10 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 11:11 ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; 11:12 o, si pide un huevo, le da un escorpión? 11:13 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!» ![]() |
|||
# | d. La regla de oro | |||
7:12![]() |
![]() ![]() ![]() |
|||
![]() | e. La puerta y el camino angosto | |||
7:13![]() 7:14 mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y poco son los que lo encuentran. |
||||
![]() | f. Contra los falsos profetas: "Por sus frutos los conoceréis" | |||
7:15![]() 7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? 7:17 Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. 7:18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. 7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. 7:20 Así que por sus frutos los reconoceréis. |
![]() ![]() 6:44 Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas. 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca. |
|||
![]() | g. Necesidad de obras de fe "No decir 'Señor, Señor', sino hacer la voluntad del Padre" | |||
7:21![]() 7:22 Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" 7:23 Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, hacedores de iniquidad!" |
6:46![]() |
|||
![]() | El dueño de casa prudente: edificar sobre piedra | |||
7:24![]() 7:25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. 7:26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: 7:27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa; y ella cayó, y fue grande su ruina.» |
6:47![]() 6:48 Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. 6:49 Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa.» ![]() |
|||
![]() | Efectos del sermón de la montaña | |||
7:28![]() 7:29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas de ellos. ![]() |
||||
![]() | Curación del siervo del centurión "Señor, yo no soy digno de que entres a mi casa..." | |||
![]() ![]() ![]() | ![]() ![]() 8:6 diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos.» 8:7 Dícele Jesús: «Yo iré a curarle.» 8:8 Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. 8:9 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.» 8:10 ![]() 8:11 Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, 8:12 mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.» 8:13 Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído.» Y en aquella hora sanó el criado. ![]() |
![]() ![]() 7:2 Se encontraba mal y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. 7:3 Habiendo oído hablar de Jesús, envió donde él unos ancianos de los judíos, para rogarle que viniera y salvara a su siervo. 7:4 Estos, llegando donde Jesús, le suplicaban insistentemente diciendo: «Merece que se lo concedas, 7:5 porque ama a nuestro pueblo, y él mismo nos ha edificado la sinagoga.» 7:6 Iba Jesús con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, 7:7 por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado. 7:8 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.» 7:9 Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: «Os digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande.» 7:10 Cuando los enviados volvieron a la casa, hallaron al siervo sano. ![]() |