Para Israel es Moisés el profeta sin igual Dt 34,10ss por el que Dios liberó a su pueblo, selló con él la alianza Ex 24,8, le reveló su ley Ex 24,3 34,27. Es el único al que, juntamente con Jesús, da el NT el título de mediador. Pero al paso que por la mediación de Moisés Gal 3,19, su siervo fiel Heb 3,5, dio Dios la ley al solo pueblo de Israel, a todos los hombres los salva por la mediación de Cristo Jesús 1Tim 2,4ss, su Hijo Heb 3,6: la ley nos fue dada por Moisés, la gracia y la verdad nos han venido por Jesucristo Jn 1,17. Este paralelismo de Moisés y de Jesús pone en evidencia la diferencia de los dos Testamentos.
1. El servidor y el amigo de Dios.
La vocación de Moisés es el remate de una larga preparación providencial. Moisés, nacido de una raza oprimida Ex 1,8-22, debe a la hija del Faraón opresor no sólo ser «salvado de las aguas» y sobrevivir 2,1-10, sino también el recibir una educación que le prepara para su misión de jefe Act 7,21s. Sin embargo, ni la sabiduría, ni el poder, ni la reputación así adquiridos Ex 11,3 bastan para hacer de él el libertador de su pueblo. Tropieza incluso con la mala voluntad de los suyos Ex 2,11-15 Act 7,26ss y tiene que huir al desierto: Dios se le aparece, le revela a la vez su nombre y su designio de salvación, le da a conocer su misión y le da fuerza para desempeñarla Ex 3,1-15; Dios estará con él 3,12. En vano se excusará el elegido: «¿Quién soy yo?...» 3,11. La humildad que en un principio le hace vacilar ante un empeño tan pesado 4,10-13 le ayudará luego a desempeñarlo con una suavidad sin iguala través de las oposiciones de los suyos Num 12,3.13. Aunque su fe experimentó un desfallecimiento 20,10, Dios lo declara su más fiel servidor 12,7s y lo trata como amigo Ex 33,11; por una gracia insigne le revela, no su gloria, pero, por lo menos, su nombre 33,17-23. Hablándole así desde el interior de la nube, lo acredita como jefe de su pueblo 19,9 33,8ss.
2. El libertador y el mediador de la alianza.
El primer acto de su misión de jefe es la liberación de su pueblo.
Moisés debe poner fin a la opresión que impide a Israel tributar culto al Dios, que el Faraón se niega a reconocer Ex 4,22s 5,1-18. Pero para esto debe Dios «mostrar su mano poderosa» hiriendo a los egipcios con golpes reiterados: Moisés es el artífice de estas calamidades que manifiestan el juicio divino. En el momento de la última plaga, todavía bajo las órdenes de Moisés, lleno de la sabiduría de Dios Sab 10,16-20, celebra Israel la pascua. Luego todavía «por la mano de Moisés» Sal 77,21 conduce Dios a su pueblo a través del mar que sumergea los perseguidores Ex 14. El primer objetivo del éxodo se ha logrado: en el Sinaí ofrece Moisés el sacrificio que convierte a Israel en el pueblo de Dios 19,4ss sellando su alianza con él 24,3-8 Heb 9,18ss.
Al pueblo de la alianza se agregan todos los que han sido bautizados en Moisés 1Cor 10,2, es decir, los que por haberle seguido atravesaron el mar, guiados por la nube, y experimentaron la salvación. Moisés, «su jefe y su redentor» Act 7,55, prefigura así a Cristo, mediador de una alianza nueva y mejor Heb 8,6 9,14s, redentor que libera del pecado a los que son bautizados en su nombre Act 2,38 5,31.
3. El profeta y el legislador.
Moisés, jefe del pueblo de la Alianza, le habla en nombre de Dios Ex 19,6ss 20,19 Dt 5,1-5. Le revela la ley divina y le enseña cómo debe conformar con ella su conducta Ex 18,19s 20,1-17 p. Lo exhorta a la fidelidad para con el Dios único y trascendente que está siempre con él Dt 6 y que por amor lo ha escogido y salvado gratuitamente Dt 7,7ss.
Moisés es así el primero de esos profetas Os 12,14, que tienen por misión mantener la alianza y educar a un pueblo rebelde. El ejercicio de esta misión hace también de él el primero de los servidores de Dios perseguidos Act 7,52s. A veces se queja de ello a Dios: «,Acaso he concebido yo a este pueblo para que me digas: Llévalo en tu seno como la nodriza lleva al niño que amamanta...? La carga es demasiado pesada para mí» Num 11,12ss. Un día, abrumado por la infidelidad de su pueblo Num 20,10ss Sal 106,33, dejará flaquear su fe y su mansedumbre, tan profundas, no obstante Eclo 45,4 Heb 11,24-29, y será castigado por ello Dt 3,26 4,21.
4. El intercesor.
Moisés es especialmente admirable en su papel de intercesor; por su oración asegura a Israel la victoria de sus enemigos Ex 17,9-13 y le obtiene el perdón de sus pecados 32,11-14 Num 14,13-20 21,7ss. Lo salva así de la muerte interponiéndose ante la ira divina Sal 106,23. «Perdona su pecado... si no, ¡bórrame de tu libro!» Ex 32,31s. Con esta ardiente caridad esboza los rasgos del siervo doliente que intercederá por los pecadores cargando con sus faltas Is 53,12. Prefigura también al «profeta semejante a él» cuya venida anuncia Dt 18,15-18. Esteban recordará esta predicción Act 7,37 y Pedro lo proclamará realizado en Jesús Act 3,22s. De este «profeta» por excelencia Jn 1,21 6,14 da Moisés testimonio en la Escritura Jn 5,46 Lc 24,21; por eso se halla a su lado en la transfiguración Lc 9,30s. Pero Cristo, nuevo Moisés, rebasa la ley dándole cumplimiento Mt 5,17, pues él es el fin de la misma Rom 10,4: habiendo cumplido todo lo que estaba escrito de él en la ley de Moisés, fue resucitado por su Padre a fin de dar el Espíritu Santo a los hombres Lc 24,44-49.
5. La gloria de Moisés.
En Cristo se revela ahora la gloria Jn 1,14, un reflejo de la cual iluminaba el rostro de Moisés después de sus encuentras con Dios Ex 34,29-35. El pueblo de la antigua alianza no podía sopdrtar el resplandor de este reflejo, aunque pasajero 2Cor 3,7; por eso Moisés se ponía un velo sobre el rostro. Para Pablo este velo simboliza la obcecación de los judíos, que leyendo a Moisés no lo comprenden y no se convierten a Cristo, al que anunciaba 2Cor 3,13ss. Porque los que creen verdaderamente en Moisés, creen en Cristo Jn 5,45ss y su rostro, como el de Moisés, refleja la gloria del Señor que los transforma a su imagen 2Cor 3,18. En el cielo, los rescatados cantarán «el cántico de Moisés, el servidor de Dios, y el cántico del cordero» Ap 15,3 Ex 15, único cántico pascual del único Señor, cuya figura fue Moisés.