Artículo 1:
Al producir las primeras cosas, ¿debió o no debió ser hecha la
mujer?
lat
Objeciones por las que parece que la mujer no debió ser hecha en la
primera producción de las cosas:
1. Dice el Filósofo en el libro De Generat. Animal: La mujer es un varón frustrado. Pero en la primera
creación de las cosas no era conveniente que hubiera nada frustrado ni
imperfecto. Por lo tanto, en la primera institución de las cosas no
debió ser hecha la mujer.
2. El sometimiento y el empequeñecimiento fueron
consecuencia del pecado. Pues después del pecado se le dijo a la
mujer: Estarás sometida al varón (Gén 3,16). Y Gregorio
dice: En aquello en que no pecamos todos somos
iguales. Pero, por naturaleza, la mujer es inferior al hombre en
dignidad y en poder. Pues el agente es siempre más digno al
paciente, como dice Agustín en XII Super Gen. ad
litt. Por lo tanto, la mujer no debió ser hecha en
la primera producción de las cosas antes del pecado.
3. Hay que evitar las ocasiones de pecado. Pero Dios
previó que la mujer sería ocasión de pecado para el hombre. Por lo
tanto, no debió crearla.
Contra esto: está lo que se dice en Gén 2,18: No es bueno que el
hombre esté solo; hagámosle una ayuda semejante a él.
Respondo: Fue necesaria la creación de la
mujer, como dice la Escritura, para ayudar al varón no en alguna obra
cualquiera, como sostuvieron algunos, ya que para otras
obras podían prestarle mejor ayuda los otros hombres, sino para
ayudarle en la generación. Esto aparece de forma evidente si nos
detenemos ante los modos de generación que se dan en los vivientes.
Hay vivientes que no poseen en sí mismos la capacidad generativa
activa, sino que son engendrados por un agente de distinta especie.
Ejemplo: Las plantas y los animales que son engendrados sin seminación
a partir de la materia convenientemente dispuesta, por medio de la
potencia activa de los cuerpos celestes. Otros poseen unidas la
potencia generativa activa y pasiva. Ejemplo: Las plantas que se
reproducen a partir de la semilla. No habiendo en ellas una función
vital más digna que la generación, es preciso que en ellas estén en
todo tiempo unidas la potencia pasiva y la activa de la generación. En
cambio, la potencia generativa activa de los animales perfectos reside
en el sexo masculino, y la pasiva en el femenino. Porque en ellos hay
operaciones vitales más dignas que la generación, a las que se ordena
principalmente su misma vida, en los animales perfectos no siempre
están unidos el sexo masculino y femenino, sino solamente durante el
coito, de modo que por él resulta una sola cosa de la unión del macho
y de la hembra, al igual que en las plantas siempre están unidas la
potencia masculina y la femenina, aunque a veces una esté en mayor
proporción que la otra. Por su parte, el hombre se ordena a una
operación vital más digna aún: entender. Por eso, en él era
conveniente una mayor distinción de ambas potencias, de modo que la
hembra fuese hecha separadamente del varón, y, sin embargo, se unieran
carnalmente para la generación. Así, inmediatamente después de la
formación de la mujer, se dice en Gén 2,24: Serán dos en una sola
carne.
A las objeciones:
1. Considerada en relación con la
naturaleza particular, la mujer es algo imperfecto y ocasional. Porque
la potencia activa que reside en el semen del varón tiende a producir
algo semejante a sí mismo en el género masculino. Que nazca mujer se
debe a la debilidad de la potencia activa, o bien a la mala
disposición de la materia, o también a algún cambio producido por un
agente extrínseco, por ejemplo los vientos australes, que son húmedos,
como se dice en el libro De Generat Animal. Pero
si consideramos a la mujer en relación con toda la naturaleza, no es
algo ocasional, sino algo establecido por la naturaleza para la
generación. La intención de toda la naturaleza depende de Dios, Autor
de la misma, quien al producirla no sólo produjo al
hombre, sino también a la mujer.
2. Hay un doble sometimiento.
1)
Uno servil, por el que el señor usa de sus súbditos para su
propio provecho. Fue introducido después del pecado. 2)
Otro,
económico o civil, por el que el señor emplea a sus súbditos para
la utilidad y bienestar de los mismos. Este último habría existido
también antes de darse el pecado, ya que no habría organización en la
sociedad humana si unos no fueran gobernados por otros más sabios.
Este es el sometimiento con el que la mujer, por naturaleza, fue
puesta bajo el marido; porque la misma naturaleza dio al hombre más
discernimiento. Tampoco la desigualdad de los hombres está excluida
por el estado de inocencia, como se dirá más adelante (
q.96 a.3).
3. Si Dios hubiera quitado del
mundo todas las cosas que sirvieran al hombre de ocasión de pecado,
este mundo quedaría imperfecto. No es justo destruir el bien común
para evitar un mal particular; especialmente porque Dios es tan
poderoso que puede ordenar cualquier mal al bien.
Artículo 2:
La mujer, ¿debió o no debió ser hecha del hombre?
lat
Objeciones por las que parece que la mujer no debió ser hecha del
hombre:
1. El sexo es común al hombre y a los demás animales. Pero, en éstos,
las hembras no fueron hechas de los machos. Por lo tanto, tampoco en
el hombre debió suceder esto.
2. Dos cosas de la misma especie poseen la misma materia.
Pero el hombre y la mujer son de la misma especie. Así, pues, como el
varón fue hecho a partir del barro, de lo mismo debió ser hecha la
mujer, y no del varón.
3. La mujer fue hecha como ayuda del hombre para la
generación. Pero la excesiva proximidad inhabilita a las personas. Por
eso se prohibe el matrimonio entre parientes, como consta en Lev 18,6.
Por lo tanto, la mujer no debió ser hecha del varón.
Contra esto: está lo que se dice en Ecl 17,5: De él, esto es del
varón, creó una ayuda semejante a sí mismo, esto es, la
mujer.
Respondo: Fue conveniente que en la primera
institución de las cosas, la mujer, a diferencia de los demás
animales, fuera formada del hombre. 1) En primer lugar, para dar así
mayor dignidad al primer hombre, el cual, siendo imagen de Dios, él
mismo fuera el principio de toda su especie, como Dios es principio de
todo el universo. Por eso, Pablo en Act 17,26 dice:
De uno hizo
Dios todo el género humano.
2) En segundo lugar, para que el hombre amase más a la mujer y se
uniera más inseparablemente a ella al saber que ha sido hecha de él.
Por eso se dice en Gén 2,23: Fue tomada del varón. Así, pues,
dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer.
Esto fue particularmente necesario en la especie humana, en la que el
varón y la hembra permanecen unidos por toda la vida, algo que no
sucede en los demás animales.
3) En tercer lugar, porque, como dice el Filósofo en VIII Ethic., el hombre y la mujer se unen no sólo por la
necesidad de la generación, como los demás animales, sino para formar
un hogar, en el que hay otras operaciones propias del marido y de la
mujer, y en el que el varón es la cabeza de la mujer. Por lo tanto,
era conveniente que la mujer fuese formada del varón como de su
principio.
4) En cuarto lugar, hay una razón sacramental; pues con esto se
significa que el principio de la Iglesia es Cristo. Por eso, el
Apóstol en Ef 5,32 dice: Gran misterio es éste. Yo lo entiendo de
Cristo y de la Iglesia.
A las objeciones:
1. La respuesta está incluida en lo expuesto.
2. La materia es aquello de lo que
se hace algo. La naturaleza creada tiene un principio determinado. Por
estar determinada a un fin concreto, sigue un proceso determinado. Una
materia determinada produce algo en una determinada especie. En
cambio, la virtud divina, por ser infinita, puede producir objetos
específicamente idénticos de una materia cualquiera.
Ejemplo: Producir al varón del barro y a la mujer del
varón.
3. Por la generación natural se
contrae cierto parentesco que impide el matrimonio. Pero la mujer no
fue hecha del varón por generación, sino sólo por virtud divina. Por
eso, Eva no es llamada hija de Adán. Por lo tanto, aquel argumento no
es viable.
Artículo 3:
La mujer, ¿debió o no debió ser formada a partir de la costilla del
hombre?
lat
Objeciones por las que parece que la mujer no debió ser hecha a
partir de la costilla del hombre:
1. La costilla del varón era mucho más pequeña que el cuerpo de la
mujer. Pero de lo pequeño no puede hacerse lo más grande, a no ser
añadiendo algo. De haber sido así, diríamos que fue formada de lo
añadido más que de la costilla; o por enrarecimiento, porque, como
dice Agustín en Super Gen. ad litt., no es
posible que un cuerpo crezca a no ser enrareciéndose. Pero el cuerpo
de la mujer no es menos denso que el del hombre, al menos en la
proporción de la costilla al cuerpo de Eva. Por lo tanto, Eva no fue
formada a partir de la costilla de Adán.
2. En las obras creadas al principio no hubo nada banal. La
costilla de Adán era necesaria para la perfección de su cuerpo. Por lo
tanto, quitándosela, quedó imperfecto. Esto es inadmisible.
3. La costilla no puede arrancarse del hombre sin dolor.
Pero antes del pecado no hubo dolor. Por lo tanto, no debió arrancarse
al varón la costilla para formar la mujer.
Contra esto: está lo que se dice en Gén 2,22: Y de la costilla que
Dios tomó a Adán formó la mujer.
Respondo: Fue conveniente que la mujer fuera
formada de la costilla del varón. Primero, para dar a entender que
entre ambos debe haber una unión social. Pues la mujer no debe
dominar al varón (1 Tim 2,12); por lo cual no fue formada de la
cabeza. Tampoco debe el varón despreciarla como si le estuviera
sometida servilmente; por eso no fue formada de los pies. En segundo
lugar, por razón sacramental. Pues del costado de Cristo muerto en la
cruz brotaron los sacramentos, esto es, la sangre y el agua, por los
que la Iglesia fue instituida.
A las objeciones:
1. Algunos dicen que
el cuerpo de la mujer fue formado por multiplicación de la materia sin
adición, de modo semejante a como el Señor multiplicó los cinco panes.
Pero es imposible, ya que tal multiplicación o se da por transmutación
de la sustancia de la materia o de sus dimensiones. Lo primero no es
posible, bien porque la materia en cuanto tal es completamente
intransmutable, porque sólo existe en potencia y está únicamente
referida al sujeto; bien porque la multitud y la magnitud no son
esenciales a la misma materia. Por eso, la multiplicación de la
materia no puede entenderse permaneciendo la misma materia sin
adición, a no ser que adquiera mayores dimensiones. En esto consiste
el enrarecimiento, es decir, en que la materia adquiera dimensiones
mayores, como dice el Filósofo en IV
Physic. Por
lo mismo, decir que la materia se multiplica sin evaporización es
poner dos cosas contradictorias, es decir, la definición sin lo
definido.
Por eso, al no haber enrarecimiento en tales multiplicaciones, es
preciso hablar de adición de materia, sea por creación o, más
probablemente, por conversión. Por eso, Agustín en Super loan.
dice: Cristo alimentó con cinco panes a cinco mil
hombres del mismo modo que de pocos granos brota una multitud de
espigas. Esto se hace por conversión del alimento. Sin embargo, se
dice que alimentó a la multitud con cinco panes o que formó a la mujer
de una costilla, porque la adición se hizo sobre una
materia preexistente de costilla o de pan.
2. La costilla pertenecía a la
perfección de Adán, no en cuanto individuo, sino como principio de la
especie; así como el semen pertenece a la perfección del sujeto que
engendra, y se echa en una operación natural que va acompañada de
placer. Por lo tanto, mucho más con el poder divino pudo formarse de
la costilla del varón el cuerpo de la mujer sin dolor.
3. La respuesta está incluida en lo expuesto.
Artículo 4:
La mujer, ¿fue o no fue hecha directamente por Dios?
lat
Objeciones por las que parece que la mujer no fue hecha directamente
por Dios:
1. Ningún individuo producido de otro específicamente semejante es
hecho directamente por Dios. La mujer fue hecha del varón, que es de
la misma especie. Por lo tanto, no fue hecha directamente por
Dios.
2. Agustín en III De Trin. dice: Los
seres corporales son hechos por Dios por medio de los ángeles. Pero el
cuerpo de la mujer ha sido formado a partir de la materia corporal.
Por lo tanto, fue hecho por medio de los ángeles y no directamente por
Dios.
3. Aquello que preexistió en las criaturas según razones
causales, es hecho en virtud de alguna criatura y no directamente por
Dios. Pero el cuerpo de la mujer fue hecho en las primeras obras según
razones causales, como dice Agustín en IX Super Gen. ad
litt: Por lo tanto, la mujer no fue hecha
directamente por Dios.
Contra esto: está lo que dice Agustín en el mismo libro: Sólo Dios, que sostiene toda la naturaleza, pudo formar o modelar
la costilla para que la mujer existiera.
Respondo: Como acabamos de decir (
a.2 ad 2), la
generación natural de cada especie procede de una materia determinada.
La materia de la que es engendrado naturalmente el hombre, es el semen
humano del varón o de la mujer. Por eso, el hombre no puede ser
engendrado naturalmente de otra materia. Sólo Dios, Autor de la
naturaleza, puede dar el ser a las cosas prescindiendo de ese orden
natural. Así, sólo El pudo formar al varón del barro y a la mujer de
una costilla del varón.
A las objeciones:
1. Es viable cuando el individuo es
engendrado de otro específicamente semejante, por generación
natural.
2. Como dice Agustín en IX Super Gen. ad litt., no sabemos si los ángeles
tuvieron algún ministerio encargado por Dios en la formación de la
mujer, sin embargo sabemos que ni formaron del barro el cuerpo del
hombre, ni de la costilla del varón el cuerpo de la
mujer.
3. Dice Agustín en el mismo
libro: En la primera condición de las cosas no
estaba el que la mujer fuera hecha así; sólo estaba el que pudiera ser
hecha así. De este modo existió el cuerpo de la mujer en las
primeras obras según razones causales, no según la potencia activa,
sino sólo según la potencia pasiva, en orden a la potencia activa del
Creador.