Desde Santiago me vengo
cantando como el coyuyo
a ver si mi corazón
lo puedo juntar al tuyo.

De Santiago me hi venido
por entre medio las flores;
como soy mocito tierno,
vengo rendido de amores.

Estoy cansao de tocar,
estoy cansao de cantar.
¡Bien haiga la gente guapa,
no se cansa de bailar!

Alegre mocito'i sido,
alegre viejo 'i morir;
cuando oigo sonar la caja
me amanezco sin dormir.