Todas estas cosas habló Jesús al pueblo por parábolas y no les habló sin parábolas, para que se cumpliese lo que había dicho el profeta, que dice: Abriré en parábolas mi boca: rebosaré cosas escondidas desde el establecimiento del mundo. (vv. 34-35)
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 47,1
Después de las anteriores parábolas, y para que nadie creyese que Cristo introducía novedades, el evangelista alega al profeta que había profetizado hasta esta misma manera de predicación. Y por eso dice: "Todas estas cosas habló", etc., y San Marcos, dice: "Por lo mismo que podían comprender, les hablaba por parábolas" ( Mc 4,33). No es de admirar, por consiguiente, si al tratar de su reino hace mención del grano de mostaza y de la levadura, porque se dirigía a hombres ignorantes y a quienes era preciso persuadir de esta manera.
Remigio
La palabra griega parábola significa en latín comparación, la cual sirve para demostrar la verdad. Porque con la comparación se manifiestan ciertas figuras de palabra e imágenes de la verdad.
San Jerónimo
Mas no hablaba el Señor en parábolas a los discípulos, sino a las turbas, y aun hoy día escuchan las turbas las parábolas, y por esta razón se dice: "Y no les hablaba sino en parábolas".
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 47,1
Aunque en muchas ocasiones habló a las turbas sin parábolas, pero no en esta circunstancia.
San Agustín, quaestiones evangeliorum, 1,14
O bien, el evangelista puso esto, no porque el Señor no haya hablado nunca en términos propios, sino porque no hay discurso suyo en que no haya expresado algunas cosas por algunas parábolas, y aun haya mezclado el sentido propio con el parabólico de tal manera que frecuentemente todo su discurso no es más que un tejido de parábolas, y no se encuentra uno solo en que no entre la parábola. Entiendo por discurso entero cuando el Señor habla de una cosa y no pasa a otra hasta que la ha desenvuelto completamente. Algunas veces, efectivamente, un evangelista presenta en un solo discurso lo que otro refiere como acontecido en distintas circunstancias, siguiendo en esta relación no el orden real de los acontecimientos, sino el de sus recuerdos.
La razón de por qué el Señor hablaba en parábolas, la da el mismo evangelista, cuando añade: "Para que se cumpliese lo que había sido anunciado por el profeta", etc.
San Jerónimo
Este testimonio está tomado del Salmo 77 ( Sal 77,2). En algunos ejemplares, en lugar de lo que dice la Vulgata: "Para que se cumpliese lo que había sido anunciado por el profeta", se lee: "Lo que había sido dicho por el profeta Isaías".
Remigio
Porfirio se vale de esto para hacer la siguiente objeción a los fieles: "Vuestro evangelista ha sido tan ignorante, que ha atribuido a Isaías lo que se lee en los salmos", es decir, que acusa a la Iglesia como si hubiera referido ese pasaje tomándolo de la profecía de Isaías.
San Jerónimo
Pero como este pasaje no se encontraba en Isaías, creo que algunas personas prudentes habrán hecho desaparecer del texto el nombre del profeta. Soy del parecer que se escribió al principio de esta manera. Fue escrito por el profeta Asaph, porque el Salmo 77, de donde está tomado este pasaje, lleva la inscripción: "Al profeta Asaph". Los primeros copistas no comprendieron el nombre de Asaph, y creyendo que era un error del escritor, sustituyeron el nombre de Asaph por el de Isaías, que era más conocido. Es de observar que no sólo David debe llamarse profeta, sino todos los demás cuyos nombres están escritos en los salmos, en los himnos y en los cánticos divinos, tales son, Asaph, Idithum, Emma y todos los demás de que hacen mención las Escrituras. Y con respecto a lo que se dice de la persona de Cristo: "Abriré mi boca en parábolas", es preciso considerarlo con mucha atención, y de esta manera veremos descrita la salida de Israel de Egipto, y referidos los milagros contenidos en el Exodo. De donde podemos colegir que todo lo que se dice en este libro divino debe entenderse en sentido parabólico y como manifestando cosas misteriosas. Estas verdades misteriosas son las que promete el Señor revelar cuando dice: "Abriré mi boca en parábolas".
Glosa
Como si dijera: puesto que primeramente os he hablado por los profetas, ahora en mi propia persona abriré mi boca en parábolas y haré salir del tesoro de mi corazón los misterios que estaban ocultos desde el principio del mundo.