- La ceguera mental es una de las hijas de la lujuria...
Ceguera mental, o estulticia, o estupidez; es más o menos lo mismo.
Dos anotaciones del diario de Mircea Eliade, a propósito de "los científicos vs. los intelectuales" (o las "ciencias duras" vs "ciencias blandas"):
-
La noche del 9 de julio cené con el pére de Menasce en nuestro restaurante de hace dos años: el que está
en la esquina del boulevard SaintGermain y de la rue des Saints-Péres.
Le decía, entre otras cosas, cuánto admiraba -y envidiaba- a los matemáticos y a los físicos de
nuestros días -su valor intelectual, su audacia-.
No temen ni contradecirse, ni formular juicios contradictorios
sobre las estructuras de lo real.
Qué lejos estamos nosotros, los «humanistas» -filólogos, historiadores
de las religiones, etnólogos, etc.
Somos miedosos, prudentes o miopes hasta la imbecilidad. Y no hay ningún cambio a
la vista en un futuro próximo.
Los «no científicos» se reclutan entre los mediocres y los tímidos
o entre los jóvenes que tienen miedo a la vida y que buscan la seguridad en
un oficio sin riesgos: enseñanza, investigación científica, etcétera.
Los aventureros, los espíritus creadores, atrevidos, no «vienen» ya a la filosofía,
al orientalismo o a la historia de las religiones -como ocurría en 1870-1880-; se dirigen,
por el contrario, hacia las ciencias físicas y matemáticas.
Un Oppenheimer, un Edmond Sinnott, un Jacob Bronowski son inconcebibles «entre nosotros»,
orientalistas, etnólogos o historiadores de las religiones.
No atraemos más que a los endebles que no tienen el alma suficientemente viril para afrontar un mundo en estado de crisis o arriesgar su «carrera» por una idea audaz.
En 1963 tiene otra observación sobre el tema; a ésta yo tendría menos reparos que oponer:
-
Comienzo a tener una idea cada vez más favorable sobre los «hombres de ciencia».
He conocido estos últimos tiempos a cinco o seis jóvenes -estudiaban física, matemáticas, bioquímica, etc.-. Uno era melómano, y conocía admirablemente a Mozart. Otros dos eran «lectores de poemas» y de la mejor calidad (admirables observaciones sobre Four Quartets, etc.). Otro era, podría decirse, un excelente especialista en Kierkegaard. (Lo significativo es que Chick Long haya descubierto a Kierkegaard gracias a otro físico, hace diez o doce años.) Otro, finalmente, se «interesa» por la novela «nueva ola», por Camus y MerleauPonty, por la pintura («tachismo», «pop-art», etc.).
En cualquier caso, todos superan el universo de sus propios estudios.
Y cuando pienso en los «humanistas», en mis colegas antropólogos,
orientalistas, teólogos -¡por no hablar de los sociólogos!-.
Se diría que se avergüenzan de confesar que leen a los poetas, a los místicos.
Intentan parecer «serios», «científicos».
Imitan la objetividad de los sabios.
En el fondo, son timoratos y estériles.
Su falta de curiosidad es una prueba de impotencia y de mediocridad.
- Estando, según Albert Einstein, en estrecha relación la energía y la materia, no debería sorprender que las longitudes de ondas emitidas por los colores puedan tener efectos tanto psíquicos como físicos.
- Diversas observaciones permiten llegar a la conclusión de que los colores pueden muy bien jugar un papel importante, como en realidad asi hacen, en el dominio de la salud y la enfermedad.
-
Entre los elementos que utiliza el cromoterapeuta tiene un lugar preponderante el agua solarizada.
Ésta se obtiene muy fácilmente: basta exponer agua pura durante unas cuatro horas
en una botella de vidrio del color deseado o, si no se dispone de ella, de una botella
de vidrio incoloro teñida o envuelta en papel celofán con dicho color.
Una vez cargada de vibraciones, esta agua se ha transformado en una "poción mágica" que hay que tomar con moderación.
Un poco a propósito (uno sospecha, al menos (por qué tengo que usar tantos paréntesis?) ) de algunos católicos laicos con berretines de inquisidores que se ven en los weblogs -ceños fruncidos y rictus amargos; condena fácil y alegría difícil- , John de Disputations trae esto:
-
La madre superiora de un convento estaba preocupada porque sus
monjas andaban siempre con caras serias o tristes...
Le comenta esto a su padre confesor, quien le sugiere que las invite a formar parte de una nueva congregación que él piensa fundar: sus monjas vestirán completamente de negro, harán votos de nunca sonreír, llevarán cebollas en los bolsillos para provocar el llanto, y cuando una se cruce con otra, sólo intercambiarán estas frases , a modo de saludo y respuesta:
- Hermana, hemos de morir.
- Y no sabemos el día ni la hora.
Una semana más tarde, la madre le cuenta el resultado.
Dice
que a las monjas les encantó oír la historia de sus planes,
y que ahora, en cuanto alguna de ellas anda con la cara larga,
basta con que otra le diga "Hermana, hemos de morir", para
que las dos se larguen a reír.
El padre suspira, desesperado... Siempre pasa eso -dice- cuando menciona sus ideas; aún no ha logrado reclutar a un solo miembro para la congregación que planea...
Hoy, 30 de agosto, fiesta de Santa Rosa de Lima (1586-1617).
Recuerdo que la conocí, en no buenos tiempos para mí, a través de un librito de Leopoldo Marechal, ...
Terciaria dominica, contemplativa, muy dada a mortificaciones y penitencias durísimas (dormía sobre unas tablas, por citar lo más suave ...).
Nuestro/as psicoanalistas la calificarían como "una chica con problemas no resueltos", en el mejor de los casos...
Por los frutos -y por las flores- conocemos...
PS: Recuerdo ahora una de las varias coplitas que se le atribuyen :
¡Ay, Jesús de mi alma!
Qué bien pareces
entre flores y rosas
y olivas verdes.
...para apreciar lo cual conviene saber que Rosa era el nombre con el cual
se la llamaba comunmente (su nombre de bautismo era Isabel), Flores
era el apellido del padre, y Oliva el de la madre; (y, por supuesto,
lo de "qué bien pareces" significa en el castellano tradional
"qué bien te ves"). No es un prodigio de poesía ni de ingenio,
pero bueno... va para el que lo sepa gustar.
-
Que me aconseje el mar
lo que tengo que hacer.
Si matar, si querer.
Miguel Hernández (español, 1910 - 1942 )
- "
Cauchy es terriblemente católico y beato; cosa rara en un matématico".
Así será, qué se yo. Hay que decir, de todas maneras, que este Vera
parece atacado un poco de cierta zoncera ideológica (progresista-liberal-
positivista-laica), más típica de tiempos pasados, tirando palos
y flores un poco embolantes. Pero el libro es pasable.
Y tampoco el tipo parece ser de los positivistas furiosos,
con la rabia anticlerical: relata por ejemplo, con palabras de Dedekind,
la muerte de Riemann (rezando el Padrenuestro con su esposa).
No convence su esquema de aparear matemáticos, al estilo de
"vidas paralelas", para contar sus vidas; pero se deja leer.
La frase del joven Abel, de todas maneras, me sigue intrigando.
¿ Será verdad ? No estoy seguro. Para expresarlo en términos
matemáticos-estadísticos: se trataría de medir la "correlación"
entre la actividad matemática y la religión... lo cual equivaldría
(más o menos) a preguntar si el matemático es más o menos religioso
que la mayoría ...
Pero ¿ cuál mayoría ? ¿ cuál es "el universo" ?
¿ La gente de su época ? ¿ De su país ? ¿ Los intelectuales ?
Y ¿qué es "ser muy religioso" ?
Podríamos acotarnos, por ejemplo, a la población que estudia
distintas carreras universitarias ... Es cierto que hay carreras
que tienen mayor uniformidad ideológica (estética incluso)
que otras, por razones obvias ... (psicología es mucho más uniforme que medicina, por ejemplo).
Y es cierto que la población de la FCEN tiende a tener
un perfil particular; pero no estoy seguro de que eso
esté correlacionado (positiva o negativamente) con las
convicciones religiosas; y carreras como ingeniería, menos.
Pero no sé.... recuerdo ahora un texto de Mircea Eliade,
relacionado un poco con esto; mañana lo pongo, si es que lo encuentro.
Justo a mí me tiene que tocar ...
Me mudé hace poco más de un año, a un
departamento que antes ocupaba un matrimonio de edad.
Bueno, parece que eran católicos de esos devotos...
y resulta que -todavía hoy- suelo encontrar
en el contestador telefónico mensajes del tipo:
-
"Hola, Rosa [voz de señora mayor], te habla
Elina ; es para pedirte por una cadena de oración
que estamos haciendo por Gustavo que lo operan y bla bla bla...
Chau"
Está todo bien, dirán todos (incluso Rosa y Elina). Pero igual, un restito de escrúpulo me queda...
Alguna voz insidiosa, la voz de los escrúpulos, me dice:
-
"Tendrías que rezar por
Gustavo, aunque no sepas quién es, aunque
el mensaje sea para otro destinatario ...
¿ Estás seguro que se trata de una llamada realmente equivocada ?
¿ No es una coincidencia sugestiva ? De alguna misteriosa
manera ¿ no estarás destinado a tomar la posta de los
anteriores ocupantes ?
En verdad, era una coincidencia curiosa... Pero anoche encontré otra llamada :
-
"Hola, Sra. Gómez [voz de chico joven]; la llamamos
del comité de calle XXX nro NN ; queremos
invitarlos a acercarse al comité, donde el día X
hablará Ricardo Alfonsín, el hijo de Raúl.
Los espermos"
Más de weblogs de EEUU (uno más, y no jodemos más... por unas horas).
El cura de Thrown Back comenta (y pide comentarios ) sobre una práctica de algunas parroquias de por allá (por acá no lo vi nunca, pero no me extrañaría nada...): antes de la misa, los fieles son "invitados" por el/la guía a "saludar y presentarse al vecino"... la idea sería fomentar el sentido de comunidad...
La cantidad de comentarios que convocó esto, fue notable (más de 70). La mayoría, en contra. Matizados, de todas maneras, e interesantes de leer.
Muchos señalan que esto puede resultar forzado y hasta fuertemente molesto para la sensibilidad de muchos (a los varones, sobre todo, menos inclinados -en promedio- a la sociabilidad espontánea) este tipo de cosas suele resultar insufriblemente ridículas. Y me incluyo.
También están las típicas (y en parte justificadas, creo) críticas a la cosa, por el lado de que eso desdibuja el fin último de la Misa, que se hace "frente a Dios"; y que todo eso de la comunidad está muy bien, pero que no hay que anteponerla -en la Misa, sobre todo- al hecho de que uno debe ponerse frente a Dios; como también el tema del silencio, el recogimiento previo...
Pero también están los que tratan de ver el otro lado de la cuestión; (entre nosotros,
el mismísimo Padre Castellani se quejaba del poco sentido de comunidad
de los "hermanos" cristianos que van a misa... como quien va a "comprar sacramentos"
a un almacén... tema que da para otro post, tal vez).
Resumo con lo que decía un comentario de esos que tratan de ser equilibrados,
(y que por eso mismo, me simpatizan ... aunque no siempre):
-
La Misa es una oración vertical y horizontal. Las dos orientaciones
son necesarias.
Los liberales-progresistas quieren una misa enteramente horizontal.
Los conservadores-tradicionalistas quieren una misa enteramente vertical; lo cual demuestra aquello de que lo opuesto a una herejía es otra herejía.
La Misa debe contener una comunión horizontal y vertical, como es el caso del Cielo (no sólo "Dios y yo", sino también "la comunión de los santos").
Este... ¿ recomendé ya a Disputations ? Ah, bueno, perdón...
Recomiendo entonces esta reflexión, tan breve como certera, sobre el gran San Agustín.
De paso... anoche, en la cama, me puse a releer algo de Las Confesiones.
Uno de los más grandes libros de todos los tiempos, seguramente.
Es notable cómo tantos libros de hace treinta años, y que en su momento
parecían sensatos, emocionantes e inteligentes a la inmensa mayoría
de los lectores (por no hablar de una revista Gente), hoy resultan
(a la inmensa mayoría de los lectores) insufriblemente idiotas
y afectados.
Las Confesiones, escritas en el siglo V, emocionan como siempre.
-
En este tiempo me dieron las Confesiones de San Agustín , que parece el
Señor lo ordenó, porque yo no las procuré ni nunca las había visto.
Yo soy muy aficionada a San Agustín, porque el monasterio adonde
estuve seglar era de su Orden y también por haber sido pecador,
que en los santos que después de serlo el Señor tornó a Sí hallaba
yo mucho consuelo, pareciéndome en ellos había de hallar ayuda y
que como los había el Señor perdonado, podía hacer a mí; salvo que
una cosa me desconsolaba, como he dicho , que a ellos sola
una vez los había el Señor llamado y no tornaban a caer, y a mí
eran ya tantas, que esto me fatigaba. Mas considerando en el amor que
me tenía, tornaba a animarme, que de su misericordia jamás desconfié.
De mí muchas veces.
¡Oh, válgame Dios, cómo me espanta la reciedumbre que tuvo mi alma,
con tener tantas ayudas de Dios! Háceme estar temerosa lo poco que podía conmigo
y cuán atada me veía para no me determinar a darme del todo a Dios.
Como comencé a leer las Confesiones, paréceme me veía yo allí.
Comencé a encomendarme mucho a este glorioso Santo. Cuando llegué a su conversión
y leí cómo oyó aquella voz en el huerto, no me parece sino que el Señor me la
dio a mí, según sintió mi corazón. Estuve por gran rato que toda me deshacía
en lágrimas, y entre mí misma con gran aflicción y fatiga.
Una letanía para no perder la humildad mientras hacemos esto...
-
Del deseo de que lean mi blog,
líbrame, Jesús;
del deseo de que alaben mi blog.
líbrame, Jesús;
...
-
De mirar cada diez minutos las estadísticas del sitio
líbranos Señor;
de buscar en otros sitios referencias al nuestro
líbranos Señor;
de meter comentarios en otros weblogs para llevar visitantes al nuestro
líbranos Señor
28 de agosto: San Agustín
-
Señor: Tú respondes claramente, pero no todos te escuchan con claridad.
Todos te consultan sobre lo que quieren, mas no todos oyen siempre lo que quieren. El buen servidor tuyo es el que no atiende tanto a oír de ti lo que él quisiera, cuanto a querer aquello que de ti escuchare.
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!
Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba,; y, deforme como
era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo, mas yo no
estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían.
Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti.
Confesiones, 10
San Agustín de Hipona (354-430)
(en inglés)
Dylan trae un interesante post sobre un interesante artículo sobre tres escritores norteamericanos que marcaron a los lectores jóvenes de la posguerra:
Thomas Merton, J. D. Salinger y Jack Kerouac.
Yo conozco bastante a los dos primeros, y casi nada al último. Merton, monje trapense que se hizo a la fama con su simpática autobiografía "La montaña de los siete círculos" y que con el tiempo fue yéndose levemente a los caños (orientalismos dudosos y esas cosas). Salinger, el conocido autor "El guardián entre el centeno", con su inolvidable personaje Holden Caulfield; en "Franny y Zooey" apuntan más claros sus berretines religiosos, también orientados al oriente... (en realidad, muchos opinan que Salinger es el más influyente impulsor de las modas orientalistas en EEUU en la segunda mitad del siglo XX). Y Kerouac, con su famoso "On the road", insipirador de la (mística ?) beatnik...
El artículo (parece inteligente, aunque lo miré por arriba; advertencia:
el autor es católico)
pinta con cierto detalle a cada personaje, su obra
y su historia; con un tono fuertemente
crítico hacia lo incompleto, lo falso y lo zonzo
del "ideal" de cada uno de ellos ... lo que el tipo
ve reflejado en la propia trayectoria de ellos ... y del
mundo, en los años que siguieron.
... Three Foolish “Wise Men"...
Pero al mismo tiempo aprecia que lo que llevó a tantos jóvenes a engancharse con estos pseudo (y acaso a su pesar) gurúes, tan distintos entre ellos, fueron razones comunes y válidas, entonces y ahora: el presentimiento de que en los estándares de la vida feliz americana había algo profundamente falaz; la esperanza de que, en algún lado, tenía que haber "una vida mejor"...
También el post de Dylan es digno de leer... ; yo también tuve alguna temporadita de entusiasmo con Merton, como él y como tantos...
Ya recomendé Disputations ? Vuelvo a recomendarlo. Buenos posts ayer. Y mirando los archivos encuentro que en un post viejo esto : "Yo tengo la teoría de que cuando una generación abraza un principio falso y se niega a aceptar su corolario, la generación siguiente lo aceptará".
Claro...
El Padre Nuestro según Simone Weil
(continuación)
"Y perdónanos nuestras deudas
así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores"
-
Nota previa:
Esta petición (quinta y anteúltima en la enumeración de Simone) se reza por acá así:
"Y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden"
Traducción que no altera el sentido, aunque quizás pierda en profundidad lo que gana en claridad ... quizás. En el momento de decir estas palabras, es necesario haber perdonado ya todas las deudas.
No se trata sólo de renunciar a la reparación de las ofensas que pensamos haber sufrido. También hay que renunciar al reconocimiento del bien que pensamos haber hecho, y en general todo lo que esperamos de los seres y las cosas, todo lo que pensamos que 'se nos debe', aquello cuya ausencia nos daría la sensación de haber sido frustrados.
Todos los derechos que creemos que el pasado nos da para el porvenir.
En primer lugar el derecho a cierta permanencia. Cuando hemos gozado de algo durante largo tiempo, creemos que nos pertenece, y que la suerte no debe impedir que sigamos gozándolo.
Luego, el derecho a una compensación por cada esfuerzo, cualquiera sea la
naturaleza del esfuerzo, trabajo, sufrimiento o deseo.
Cada vez que un esfuerzo ha salido de
nosotros y que el equivalente de ese esfuerzo no vuelve bajo la forma de un fruto visible,
tenemos una sensación de desequilibrio, de vacío, que nos hace creer que hemos sido robados.
El esfuerzo de sufrir una ofensa nos hace esperar el castigo
o las excusas del ofensor; el
esfuerzo de hacer bien nos hace esperar el reconocimiento de quien lo recibe,
pero son sólo casos particulares de una ley universal de nuestra alma.
Siempre que algo sale de nosotros
tenemos una necesidad absoluta de recuperar al menos lo equivalente, y
porque tenemos esa necesidad creemos tener derecho.
Nuestros deudores son todos los seres, todas las cosas, el universo entero.
Creemos tener créditos en todas las cosas.
En todos los créditos que creemos poseer se trata siempre de una
deuda imaginaria del pasado con el porvenir.
Es a esto a lo que debernos renunciar.
Haber perdonado a nuestros deudores es haber renunciado en conjunto a todo el pasado. Aceptar que el futuro sea todavía virgen y esté intacto, rigurosamente ligado al pasado por lazos que ignoramos, pero totalmente libre de los lazos que nuestra imaginación cree imponerle. Aceptar la posibilidad de que suceda y en particular de que nos suceda cualquier cosa, y que el dia de mañana haga de toda nuestra vida pasada una cosa estéril y vana.
Renunciando de un golpe a todos los frutos del pasado sin excepción, podemos pedir que nuestros pecados pasados no den en nuestra alma sus miserables frutos de mal y de error. En tanto nos apegamos al pasado Dios mismo no puede impedir en nosotros esa horrible fructificación. No podemos apegarnos al pasado sin apegarnos a nuestros crímenes, pues lo que es más esencialmente malo en nos otros es desconocido.
Lo que ante todo creemos que el universo nos debe es
la continuidad de nuestra persona.
Esta deuda implica todas las otras. El instinto de conservación nos hace sentir esta
continuidad como necesaria, y creemos que una necesidad es un derecho.
Como el mendigo que
decía a Talleyrand: "Señor, tengo que vivir",
y a quien Talleyrand respondió: "No veo la necesidad."
Nuestra personalidad depende enteramente de circunstancias exteriores que tienen
un poder completo para aplastarnos. Pero preferiríamos morir antes que reconocerlo. El
equilibrio del mundo es para nosotros un concurso tal de circunstancias que nuestra
persona quede intacta y parezca pertenecernos.
Todas las circunstancias pasadas que
lastimaron nuestra persona nos parecen rupturas de equilibrio que
infaliblemente deben
compensarse un día por fenómenos en sentido contrario.
Vivimos esperando esas compensaciones.
La aproximación inminente de la muerte es horrible
sobre todo porque nos obliga a saber que
esas compensaciones no se producirán.
El perdón de las deudas es la renuncia a la propia persona.
Renunciar a todo lo que llamo yo. Sin ninguna excepción.
Saber que en lo que llamo yo no hay nada, ningún elemento
psicológico que las circunstancias exteriores no puedan hacer desaparecer.
Aceptarlo.
Estar contento de que así sea.
Las palabras "hágase tu voluntad", si se las pronuncia con toda el alma, implican esta aceptación. Por eso se puede decir, al instante siguiente: "hemos perdonado a nuestros deudores".
El perdón de las deudas es la pobreza espiritual, la desnudez espiritual, la muerte.
Si aceptamos por completo la muerte, podemos pedir a Dios que nos haga revivir puros del mal
que está en nosotros.
Pues pedirle que perdone nuestras deudas es pedirle que borre el mal
que está en nosotros.
El perdón es la purificación.
El mal que está en nosotros y que permanece allí,
ni Dios mismo tiene el poder de perdonarlo.
Dios perdona nuestras deudas sólo cuando nos pone en estado de perfección.
Hasta entonces Dios nos perdona nuestras deudas parcialmente,
en la medida en que perdonamos a nuestros deudores.
-
Notas:
Esta vez no tengo mucho que anotar (mejor así). Un poco porque acá Simone es bastante extensa y clara, me parece. Y otro poco porque -por una vez- me da un poco de vergüenza meter mano...
Sólo anoto esto:
Siempre me resultó un poco ... insatisfactoria, esta petición....
"perdonar las ofensas"... Rara vez, al rezarla, encuentro
"ofensas" que perdonar; uno ha tenido una vida relativamente suave,
y por una causa u otra, me han "ofendido" muy poco, que yo
recuerde; y menos, ofensas difíciles de perdonar.
Un poco por eso, este texto de Simone (que, desde ya, no tiene la más mínima
"autoridad", ojo...) me pegó tanto. Es muy cierto que uno,
por más "conforme" que se declare con la manera en que
el universo (digamos) lo ha tratado, en el fondo cree
tener ciertos derechos adquiridos sobre la vida ...
y sobre todo sobre el futuro (aun cuando uno no tenga
ambiciones determinadas).
Derecho a esas pequeñas comodidades,
a esos mimos al propio ego, a la salud ... y a los sueños.
Como bien dice, SW, la muerte (y la vejez, agregaría yo)
es terrible porque te demuestra que esos
derechos nunca existieron; doblemente terrible,
si sólo entonces descubrís que pasaste tu vida
alimentándote de mentira.
Recuerdo también un texto de Amiel (no lo tengo a mano), que expresaba, en tonos menos "dichosamente cristianos", acaso, lo mismo.... la vida es un aprendizaje de la renuncia, decía; o algo así.
Y acaso algo parecido pensaba Platón, cuando decía que
la tarea propia del filósofo era "aprender a morir".
Casualidades. Son casualidades, no digo que no... No sea cosa que me venga a ilustrar algún prolijo refutador de leyendas, como el meteorólogo que nos ilustraba en La Nación hoy sobre la "tormenta de Santa Rosa" :
-
no es más que una tormenta esperada por los meteorólogos entre el 28 de agosto y el 2 de septiembre como consecuencia de la retirada del invierno y el comienzo de la primavera
Se produce por factores atmosféricos al igual que otras tormentas, (!!!) y aunque parece más fuerte que las del resto del año no lo es.
Casualidad, decía, fue la de ayer, cuando tras (re)leer el capítulo 3 de "El gran Gastby", me conecté y paseando por un weblog encontré un post de alguien que preguntaba por una frase de Fitzgerald... que yo acaba de leer.
Bueno.
Hoy a la mañana, saliendo a trabajar, agarré como suelo
algún libro de la biblioteca para leer en el subte; manoteé
uno poco leído de Kierkegaard : "The present age"
(en inglés; usado). En la breve introducción el editor
relaciona la aparición de este libro de K. (1846) con
su
"incidente con El Corsario".
Brevemente:
El Corsario era una revista de actualidad
humorística-satírica muy
leída por la clase media dinamarquesa
de entonces, liberal y progresista; algo así como
la Humor de acá (en sus buenos tiempos). En ese ambiente,
un poco pueblerino, Kierkegaard se fue convirtiendo
en un personaje estrafalario; y entre eso y sus
demasías religiosas, sus ataques a lo establecido,
y sus provocaciones intelectuales, empezó a ganarse antipatías.
Al molesto de Sócrates lo silenciaron con cicuta; a este
otro lo silenciaron (con el mismo grado de éxito) con la burla.
El Corsario "lo agarró de punto" (como se dice acá) con
esas formas en que el resentimiento quiere disfrazarse de simpatía.
Eran frecuentes sus caricaturas, ridiculizándolo (desde su
forma de vestir hasta su leve joroba).
Curiosamente, esto hirió muchísimo a Kierkegaard, ("hasta el chico
de la carnicería se siente con derecho a burlarse de mí,
gracias al Corsario", dice en su Diario); al punto que
este ataque se transformó, con el tiempo, en uno de
los "hitos" de su vida (como la muerte -y la revelación- de su padre
y el noviazgo y ruptura con Regina).
Comenta el editor (y todo esto lo leí esta mañana):
-
Kierkegaard escribió : "Bendigo a Dios por este
este ataque de vulgaridad que cayó sobre mí". Pero la
vulgaridad era sólo un concomitante de
otra faceta de la época : su mediocridad,
su insignificancia, su hipocresía imbécil.
Seguramente pensaba en esto cuando escribió:
"Así como puede decirse que la Cruzada de los Niños
tipifica la Edad Media, la precocidad infantil
es típica de nuestro tiempo."
Nos choca, tal vez, que a Kierkegaard esto pudiera herirlo tanto... ¿ No es acaso un signo de egolatría eso ? ¿ El hombre superior no debe estar por encima de esas cosas ? ¿ No debe reírse con las burlas que le caen, o al menos despreciarlas ?
Algo de eso habrá, seguramente. Pero me animo
a decir, sin saber mucho del tema,
que nadie puede juzgar eso si no ha tenido
que vivir algo remotamente parecido.
Es, creo, una de las cosas que uno aprende,
curtiéndose el cuero, con más o menos dolor ...
y abandonando precocidades infantiles.
En eso estamos; o eso esperamos.
También recuerdo ahora, (y acaso nos llamaría la
atención, si no estuviéramos ya tan acostumbrados
a leerlo) la morosidad con la que los evangelios
describen las "burlas" que sufrió Jesús; las
aplastantes burlas del viernes santo.
Por qué ? Que el dolor "físico" le doliera, bueno, vaya y pase...
pero las burlas ... fueron parte de su Pasión ?
Parece indudable. Hablar de "ego lastimado", en ese
caso, parece casi una blasfemia; y acaso lo sea...
No sé... Me pregunto si alguien habrá escrito algo sobre esto,
ya que es demasiado para mí.
Por ahora, voy a ver si se me ocurre algo sobre la petición del PadreNuestro según Simone, que me tocaba hoy...
Después de una semana de silencio, Disputations vuelve al ruedo. Por suerte. Hoy, el cuarto mini episodio de monseñor Reeves...
-
...
“I was told of the cardinals’ press conference by Bishop Berger’s chancellor. She informed me that she is travelling here to discuss the matter with you personally.”
I sprang into the air like a napping cat at the sound of G.K. Chesterton falling on a sheet of tin.
“Sister Agatha? Coming here?”
...
Encuentro que, según el almanaque que tengo en la cocina, hoy es el santo de Teresa de Jesús.... ¿ Cómo ??? Yo conozco poco de santorales, pero de lo poco que sé con seguridad es que el santo de "mi" Teresa de Jesús es el 15 de octubre. ¿Será una errata ? Tampoco puede tratarse de Santa Teresita (Teresa del Niño Jesús).... Otras Teresas que conozco son Teresa de los Andes (pero no es "de Jesús"), la Madre Teresa de Calcuta (tampoco; y todavía no es santa oficial).... entonces ?
Busco en internet, y encuentro que se trata de Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, catalana, la fundadora de la Congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados; hace poco más de un siglo (hoy la expresión esa de "ancianos desamparados" suena un poco violenta a nuestros oídos acostumbrados a pedanterías políticamente correctas). Fue canonizada en 1974.
Más de weblogs yanquis: flos carmeli señala un weblog de una católica feminista ... pero no es de esas católicas truchas progresistas; al contrario, parece tratarse de una ortodoxa, "prolife", y -por lo poco que estuve viendo- inteligente.
Entresaco dos cosas:
Una: ¿por qué - se pregunta -
San Juan Evangelista parece una chica, en la inconografía occidental católica ? Es verdad, y es deprimente;
sobre todo en esos "calvarios" sulpicianos (pinturas o -peor- esculturas de cera; Jesús en la cruz,
y María y Juan a cada lado) que se ven en tantas iglesias de por acá... En la basílica de Luján,
entrando a la izquierda, hay uno... típico en su fealdad.
Dos: este link con un texto
de Dorothy Day (alguien que tengo ganas de conocer) de 1958,
sobre Juan Diego y la Virgen de Guadalupe.
-
...of all the representations of the blessed Mother of Christ, this to me is the most beautiful...
Hace tiempo mencionaba un paper sobre Kierkegaard y "La ética de la repetición" que había encontrado en la web, en castellano.
Ayer lo reencontré, ordenando una pila de papeles, y lo releí.
Está bueno. Recomendable. Académico, pero sensato. No muy fácil (tenés que tener una leve idea de K., de sus "estadios" -estético, ético, religioso-, etc) pero no muy difícil (yo pude digerirlo, después de unas tres relecturas...).
Para el interesado: lo dejo acá (pdf ; 68 Kb).
Del Libro de su Vida (pdf, 500 kb), de Santa Teresa de Jesús (española, siglo XVI):
-
Andando yo, después de haber visto esto y otras grandes cosas
y secretos que el Señor, por quien es, me quiso mostrar de la gloria
que se dará a los buenos y pena a los malos, deseando modo y
manera en que pudiese hacer penitencia de tanto mal y merecer
algo para ganar tanto bien, deseaba huir de gentes y acabar ya de
en todo en todo apartarme del mundo.
No sosegaba mi espíritu, mas no desasosiego inquieto, sino sabroso. Bien se veía que era de Dios, y que le había dado Su Majestad al alma calor para digerir otros manjares más gruesos de los que comía.
Pensaba qué podría hacer por Dios. Y pensé que lo primero era seguir el llamamiento que Su majestad me había hecho a religión, guardando mi Regla con la mayor perfección que pudiese. Y aunque en la casa adonde estaba había muchas siervas de Dios y era harto servido en ella, a causa de tener gran necesidad salían las monjas muchas veces a partes adonde con toda honestidad y religión podíamos estar; y también no estaba fundada en su primer rigor la Regla, sino guardábase conforme a lo que en toda la Orden, que es con bula de relajación. ....
Esto es lo que cuenta aquí, en el capítulo 32 de su Vida (escrita un par de años después, tras la exitosa aunque accidentada primera fundación). Alrededor del año 1560. Después vendrían años más fructíferos todavía, mucho más "activos" de lo que ella esperaba, con más fundaciones y libros.
Puede parecer un poco loco, por no decir desubicado, eso de preguntarse "qué puede hacer uno por Dios".
En un sentido, es una barbaridad. Sin embargo, al mismo tiempo... de eso se trata, precisamente.
Creo que era Ronald Knox, el que decía que Magia y Religión son, en un plano, cosas opuestas:
el mago dice "vamos a ver qué podemos obtener de dios, para el hombre"; el sacerdote dice
"vamos a ver qué podemos obtener del hombre, para dios". Y no es cosa específicamente
cristiana (pensar en los sacrificios); aunque claro que, a la luz de la Redención,
la cosa toma otro relieve ("hay que completar los sufrimientos de Cristo", decía Pablo... no?).
Digo... no sé.. no estoy seguro (esto se llama "meterse en camisa de once varas"...! ).
Por otro lado... ¡qué lindo eso del "desasosiego sabroso"! Y qué pena ver eso como algo tan lejano ... (en el mundo, y en uno).
Una nota en La Nación: Parábola del vapor de agua. No puedo decir que me guste demasiado...
Prosa estereotipada y torpe (afuera, el frío arrecia).
Anécdota con el regusto a falso de las historias moralizantes de los libros de lectura de la primaria.
Y el tono religioso-laico (la madre pobre que piensa "que esa escuela tapera es en realidad un templo"...); el autor parece tener las mismas fantasías pueriles de tantos intelectuales ideologizados, sobre lo que piensan los pobres...
Y el maestro abnegado "insomne en su catre", "legionario de la esperanza"...
Y esas comparaciones pavotas... (Cuando la sociedad hierve de disgusto por tanta penuria, buena parte de la dirigencia política se volatiliza, se desvanece en la ineficiencia, se hace humo ... etc etc) Dejate de joder!
Me recordó, por otra parte, un sucedido : cuando un amigo mío (si estás leyendo, Chiri: ¿te acordás ?) en un laboratorio de química (en la Universidad !) llamó "humo" al vapor de una sustancia en ebullición ... y al profesor casi le da un infarto ! ( ¡ nadie que tenga una leve idea de química-física puede confundir el humo, que se compone de sólido en suspensión, con el vapor ! )
Pero más allá de estas ridiculeces, no me va eso de que el chico "use" sus conocimientos escolares para enseñar a su madre a optimizar sus tareas hogareñas. Por un lado, me suena totalmente irreal. Pero, sobre todo, me desagrada en cuanto parece ser un signo más de ese utilitarismo idiota ("estudiá que te va a servir"), cuando cualquiera que ame la ciencia sabe que la "utilidad" es una de las cosas "que vienen de añadidura", sin buscarlas; el que ama la ciencia (y la docencia), sólo busca el conocer. Pero más sobre esto (de lo cual Simone Weil también ha hablado algo) otro día.
Una anécdota más que me viene a la memoria, un poco como ilustración de cuán poco influyen los estudios de física en el dominar la "física cotidiana"... pero más como anécdota, nomás:
Mi madre lleva a mi hermana (niña entonces), con una gripe-o-algo-así
a una médica clínica; doctora con su diploma universitario,
no de las mejores doctoras de la ciudad -un poco... desprolija- pero doctora
al fin; además, es vecina, es conocida, cobra barato ... y se trata de una
gripecita, vamos.
- Bla bla bla ... y creo que tiene algo de fiebre ... -le explica mi mamá.
La doctora le pone el termómetro y sigue la charla.
- Bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla ... -dice la doctora
(es muy charlatana)
- Bla bla - dice mi mamá (es parecida al hijo)
- Bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla ... -dice la doctora...
Y el tiempo pasa...
- Ah, - de repente se acuerda- a ver, ese termómetro... Hmmmm.... a ver ... hmmmno...
- No tiene fiebre ?
- Nah ... 37,4
- Bueno -objeta tímidamente mi mamá- entonces... un poquito tiene.
- Eeeeehh! ¿ Pero cuánto tiempo le dejamos el termómetro puesto ?
Mi mamá (que no fue a la universidad y no sabe nada de física)
quedó tildada dos segundos; al tercer segundo ya había comprendido
que tenía que buscarse otro médico clínico.
Y una cosita más: ya que se hablaba de maestros abnegados, pobres que enseñan a pobres... y de literatura, no quiero dejar de nombrar a un caso entrañable y auténtico: el maestro de Shunko, el libro de Jorge W. Abalos. Uno de esos tantos escritores "de segunda línea" que son mucho más valiosos que tantos otros que figuran por ahí como la crema de nuestra cultura. No sólo Shunko, también cosas "Norte pencoso", o "Shalacos", en la misma línea, valen la pena.
Eso de andar recomendando "tests-encuestas-clasificadoras", no me simpatiza demasiado (parece una de las formas tontas de "matar el tiempo" en Internet) ... pero, por una vez:
¿Cuál es tu orden?, en base a una serie de preguntas te indica la orden religiosa (católica) a la cual "pertenecés"; resultados tan arbitrarios e inútiles como cualquiera de estas encuestas.... pero las preguntas son divertidas (en inglés).
Ah... bueno... a mí me salió la orden de San Juan Bosco... ni sé cuáles son ... a ver... ah, son los salesianos, parece... (otros que deberían darse una vuelta por acá....)