Las Moradas Santa Teresa de Jesús
Moradas Séptimas
Capítulo 4 (NOTAS)
1. En el c. 3, nn. 2-10.
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2. Fray Luis en su edición príncipe (p. 256) imprimió
este pasaje sin retoque ni glosa alguna. Pero al reeditar las Moradas al
año siguiente (1589) lo marginó con una advertencia importante:
«En estas palabras demuestra claramente la Santa Madre la verdad y limpieza
de su doctrina acerca de la certidumbre de la gracia, pues de almas tan perfectas
y favorecidas de Dios y que gozan de su presencia por manera tan especial
como las deste grado y morada, dicen que no están seguras de si tienen
algunos pecados mortales que no entienden, que el recelo desto las
atormenta».
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3. «Se
les dan
las almas», escribió la Santa
por desliz de aliteración. Sigo la lectura de fray Luis (p. 256).
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4. Alude a
M. III, c. 1, nn. 1-4, en que
adujo ya el ejemplo de Salomón (
3 Reg.
11) y el salmo de David (111, 1) aquí citados. Véase
además
M. VII, c. 3, nn. 13-14.
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5. Hacerle: de lectura dudosa.
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6. En
M. VI, c. 9, nn. 16-17, y cf. c. 1,
n. 7.
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7. Alusión a los textos paulinos propuestos como norma en la Regla
del Carmen (
1 Ts 2, 9, etc.).
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8. Alusión a la leyenda del «Quo vadis Domine?», que figuraba
en el oficio carmelitano de San Pedro (29 de junio), cuya antífona
del Magníficat decía: «Beatus Petrus Apostolus vidit sibi
Christum accurrere. Adorans eum, ait: Domine, quo vadis? - Venio Romam iterum
crucifigi».
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9. Lo ha inculcado en
M. V, c. 3, n. 11.
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10. Estos rincones: los humildes conventos
de carmelitas.
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11. Lo ha dicho a lo largo de las primeras Moradas (cf. 2, nn. 8, 9, 11,
13).
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12. Lo ha dicho en el c. 3; cf. los nn. 3, 5, 6, 8.
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14. Alusión a
Ct 2, 4.
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15. A todo él: lectura dudosa. Fray
Luis leyó: «a todo el cuerpo» (p. 262).
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16. Alusión al lema del Carmelo: «Zelo zelatus sum»,
2 Reg. 19, 10.
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20. Toda esta frase fue añadida por la Santa al margen del
autógrafo.
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21. La otra: es decir, la otra cosa que
diréis... (cf. n. 13).
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22. Cf.
Camino cc. 1-3, y
Conceptos c. 7
passim.
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23. Cf.
M. III, c. 2, n. 13.
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24. Ayudaréis mucho: a «allegar
almas a Dios» (cf. la objeción puesta al principio de este
número).
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25. En el autógrafo sigue un largo texto con la aprobación
autógrafa de estas
séptimas moradas,
por el Padre Rodrigo Alvarez, S.J., escrita en el locutorio del
Carmelo de Sevilla en presencia de María de San José a 22 de
febrero de 1582. - A continuación sigue el «epílogo»,
que en realidad es una carta de acompañamiento del libro, dirigida
como éste a las Carmelitas, y que primitivamente precedió al
prólogo de las Moradas y fue paginada por el P. Gracián con
los nn. 2 y 3.
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contacto: hgonzalez@gmail.com