Las Moradas Santa Teresa de Jesús
Moradas Sextas
Capítulo 5 (NOTAS)
1. Otra manera de arrobamientos: la primera
especie quedó descrita en el cap. anterior, nn. 3 y siguientes. -
Sobre la relación entre «arrobamiento» y «vuelo de
espíritu», véase
Vida
20, 1 y 18, 7, aclarados en
R.
5, 10.
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2. Gran ánimo: lo ha dicho ya en
M. VI, 4, 1 y lo reiterará al final
del presente capítulo, n. 12.
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3. Hemos leído: nueva alusión
a la lectura de vidas de santos, en comunidad.
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4. Cf. el relato autobiográfico en
Vida
20, 3-7.
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5. Ella misma. Véase el relato de
Vida
20, 5-6. No se excleye que la alusión alcance también
a fray Juan de la Cruz, o a los episodios de ese género ocurridos
a ambos pocos años antes en la Encarnación.
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6. «Como un gigante tomaría una paja», había escrito
en
Vida 22, 13 y 20, 4.
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7. Lo dijo en
M. IV, 2, 2.
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8. Eco de la imagen bíblica de
Proverbios
8, 29; o
Job 38, 8.10.
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9. Reminiscencia del pasaje evangélico de
Lucas
12, 48: la idea reiteradamente expresada por la Santa, a
propósito de la profusión de gracias místicas por ella
recibidas.
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10. Ella misma. Lo ha referido en la
R.
51.
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11. Reminiscencias de
1 Cor 4, 7.
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12. Regresa al tema del n. 1.
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13. Había escrito:
sin ver nada con los ojos
del cuerpo ni del alma. Luego borró ella misma «ni
del alma». Ya fray Luis omitió lo tachado.
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14. Evidente paralelismo con el testimonio autobiográfico de San Pablo:
2 Cor 12, 2-4. - A continuación
borró la propia autora la frase: «dirálo, como he dicho,
quien pasare por ello, que si tiene letras tendrá gran ayuda».
Ya fray Luis omitió lo tachado (p. 161).
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15. Sol de justicia: Cristo. Imagen de
inspiración bíblica (
Malac.
4, 2), y reiterada en la liturgia. - Sobre la distinción
de alma y espíritu, cf.
M. VII,
1, 11; y
R. 5, 10; y
R. 29, 1. Cf. el lugar paralelo de
Vida 20, 14.
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16. Números 13, 18-24.
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17. Segunda razón: fue añadido
por la Santa al margen del autógrafo. Fray Luis remodeló toda
la frase (p. 172).
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18. Joyas y poco después:
vistas: continúa el lenguaje
simbólico introducido por la alegoría matrimonial
(
M. V, 4, 3).
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19. De nuevo, la necesidad de tener gran ánimo, como en el n. 1 y en
M. VI, 4, 2.
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