Las Moradas  Santa Teresa de Jesús
Moradas Quintas Capítulo 1 (NOTAS)

1. Utiliza de nuevo la imagen paulina de 2 Cor 11, 24, como en M I, 2, 15.   [cerrar]

2. Mt 20, 16. - Gracián reformó la frase siguiente, substituyendo el somos ccon «seguimos regla de ser», y añadiendo después del paréntesis «y quizá» pocas...
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3. Alusión de la parábola del tesoro escondido: Mt 13, 44.   [cerrar]

4. Es la consigna de la total entrega: «darnos todas al Todo sin hacernos partes», dirá en Camino 8, 1. - Pasaje mal leído por fray Luis.   [cerrar]

5. La pasada: oración de las moradas precedentes (cf. c. 3, n. 11).   [cerrar]

6. Por culpa de los numerosos incisos, la frase que da inconclusa. Fray Luis la redondeó así: «deleitosa, porque aunque está en él, según la verdad, parece se aparta el alma de él, para mejor estar en Dios: es de manera que aun no sé yo si le queda vida para resollar. Ahora lo estaba pensando, y paréceme que no, a lo menos si lo hace no lo entiende, todo su entendimiento querría emplear en entender algo de lo que siente» (p. 90; conservamos la puntuación original).   [cerrar]

7. En el n. 3. Sigue una alusión a las moradas precedentes.   [cerrar]

8. En las M IV, c. 3, nn. 11-14.   [cerrar]

9. Aconsejó no hacer caso de esas lagartijillas agudas en M IV, c. 1, nn. 8-12 (cf. n. 3), que son pensamientillos que proceden de la imagiación y de lo que queda dicho: en ese mismo capítulo de las moradas cuartas advirtió que no proceden del entendimiento (n. 8) y los atribuyó a «la miseria que nos quedó del pecado de Adán» (n. 11).   [cerrar]

10. Gracián castigó intensamente este pasaje del autógrafo. Retocó la primera frase: si es unión de Dios «con sola el alma», para cercenar en la siguiente las palabras esencia del alma: cambió pensamiento en entendimiento en la frase: no entiende nuestro pensamiento; y finalmente anotó al margen: «entiéndase de los actos de entendimiento y voluntad, que los pensamientos de la imaginación claramente los ve el demonio, si Dios no le ciega en aquel punto». Ribera tachó una a una todas las enmiendas de Gracián (p. 92).   [cerrar]

11. Transportará: en sentido figurado de embelesar, sacar de sí (como en V 29, 12).   [cerrar]

12. Probablemente alude a su comentario a los Cantares: «como si echasen en los tuétanos una unción suavísima» (Conc 4, 2). Cf. 31, 10: «los contentos de la vida paréceme a mí que los goza lo exterior de la voluntad, como la corteza de ella, digamos». El sentido de la frase es: que los contentos y gozos de la tierra son como percibidos en la grosería del cuerpo; la paz, el gozo de la unión, como si se percibiesen en lo hondo del ser (en los «tuétanos»).   [cerrar]

13. Ya en Vida se lamentaba: «Gran daño hicieron a mi alma confesores medioletrados» (V 5, 3).   [cerrar]

14. Lo ha dicho en M IV, 1, 2; IV, 2, 9.   [cerrar]

15. La ha enunciado y razonado en el n. 7.   [cerrar]

16. Hablará de los efectos de esta forma de oración infusa en el c. 2 (cf. título y nn. 7-14). - También en este número y en el siguiente atenuó Gracián las expresiones que denotaban seguridad o certeza, con tres monótonos «me parece»: «pues tornando a la señal que digo que me parece que...» (n. 9); «en ninguna manera le parece a ella que puede dudar» (n. 9); «no digo que lo vió entonces sino que [tacha «lo ve»] después le quedó a su parecer [tachando: «claro y porque es visión sino»] (n. 10); y más abajo: «lo vino a entender» en lugar de «lo vino a creer». Fray Luis prescindió de las enmiendas de Gracián.   [cerrar]

17. En el n. 8 y en V c. 25, n. 22 y c. 13, n. 19.   [cerrar]

18. Uno de ellos «fray Vicente Barrón», según anota Gracián en V 18, 15; cf. R. 54.   [cerrar]

19. Ser parte; y en el n. 12 «tener parte»: participar activamente.   [cerrar]

20. Ct 2, 4; y 3, 2.   [cerrar]

21. Jn 20, 19. - Adelante veréis: cf. moradas sextas, 2, 3, en que reanuda este tema. Alegará de nuevo el texto de San Juan en moradas séptimas 2, 3.   [cerrar]




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