Las Moradas Santa Teresa de Jesús
Prólogo
Este tratado, llamado Castillo interior escribió Teresa de Jesús,
monja de nuestra Señora del Carmen, a sus hermanas e hijas las monjas
Carmelitas Descalzas
[1].
JHS
1. Pocas cosas que me ha mandado la obediencia, se me han hecho tan dificultosas
como escribir ahora cosas de oración; lo uno, porque no me parece
me da el Señor espíritu para hacerlo ni deseo; lo otro, por
tener la cabeza tres meses ha con un ruido y flaqueza tan grande, que aun
los negocios forzosos escribo con pena
[2].
Mas, entendiendo que la fuerza
de la obediencia suele allanar cosas que parecen imposibles, la voluntad
se determina a hacerlo muy de buena gana, aunque el natural parece que se
aflige mucho; porque no me ha dado el Señor tanta virtud que el pelear
con la enfermedad continua y con ocupaciones de muchas maneras se pueda hacer
sin gran contradicción suya. Hágalo el que ha hecho otras cosas
más dificultosas por hacerme merced, en cuya misericordia
confío.
2. Bien creo he de saber decir poco más que lo que he dicho en otras
cosas que me han mandado escribir, antes temo que han de ser casi todas las
mismas; porque así como los pájaros que enseñan a hablar
no saben más de lo que les muestran u oyen, y esto repiten muchas
veces, soy yo al pie de la letra.
Si el Señor quisiere diga algo nuevo,
Su Majestad lo dará o será servido traerme a la memoria lo
que otras veces he dicho, que aun con esto me contentaría, por tenerla
tan mala que me holgaría de atinar a algunas cosas que decían
estaban bien dichas, por si se hubieren perdido. Si tampoco me diere el
Señor esto, con cansarme y acrecentar el mal de cabeza por obediencia,
quedaré con ganancia, aunque de lo que dijere no se saque ningún
provecho
[3].
3. Y así, comienzo a cumplirla hoy, día de la Santísima
Trinidad, año de 1577
[4] en este monasterio de San José del
Carmen en Toledo adonde al presente estoy, sujetándome en todo lo
que dijere al parecer de quien me lo manda escribir, que son personas de
grandes letras
[5].
Si alguna cosa dijere que no vaya conforme a lo que tiene
la santa Iglesia Católica Romana, será por ignorancia y no
por malicia
[6]. Esto se puede tener por cierto, y que siempre estoy y
estaré sujeta por la bondad de Dios, y lo he estado a ella
[7]. Sea
por siempre bendito, amén, y glorificado.
4. Díjome quien me mandó escribir
[8] que como estas monjas
de estos monasterios de nuestra Señora del Carmen tienen necesidad
de quien algunas dudas de oración las declare, y que le parecía
que mejor se entienden el lenguaje unas mujeres de otras, y con el amor que
me tienen les haría más al caso lo que yo les dijese, tiene
entendido por esta causa será de alguna importancia, si se acierta
a decir alguna cosa; y por esto iré hablando con ellas en lo que
escribiré, y porque parece desatino pensar que puede hacer al caso
a otras personas.
Harta merced me hará nuestro Señor, si alguna
de ellas se aprovechare para alabarle algún poquito más: bien
sabe Su Majestad que yo no pretendo otra cosa; y está muy claro que,
cuando algo se atinare a decir, entenderán no es mío, pues
no hay causa para ello, si no fuere tener tan poco entendimiento como yo
habilidad para cosas semejantes, si el Señor por su misericordia no
la da.
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