Y cuando fue tarde vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual era también discípulo de Jesús. Este llegó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato entonces mandó que se le diese el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, le envolvió en una sábana limpia. Y lo puso en un sepulcro suyo nuevo, que había hecho abrir en una peña. Y revolvió una grande losa a la entrada del sepulcro, y se fue. Y María Magdalena y la otra María, estaban allí sentadas enfrente del sepulcro. (vv. 57-61)
Glosa
Después que el Evangelista refirió el orden de la pasión y muerte del Señor, se ocupa ahora de su sepultura diciendo: "Y cuando fue tarde".
Remigio
Arimatea es la misma ciudad llamada Rámata, de Elcana y de Samuel y se encuentra en el territorio de Canaán, junto a Dióspolis. 1 Este José fue de elevada posición según el mundo pero es alabado por tener aun mayor mérito delante de Dios y por esto se considera como justo. Convenía también que fuese él mismo quien diese sepultura al cuerpo del Señor porque en atención a sus virtudes fue digno de prestar aquel servicio. "Este llegó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús".
San Jerónimo
Se considera como rico, no para jactancia del que escribe para que pueda decir que un hombre noble y riquísimo era discípulo del Señor, sino para manifestar por qué pudo pedir a Pilato el cuerpo del Señor. Los pobres y los desconocidos no se hubiesen atrevido a presentarse a Pilato -que era el representante del poder romano- a pedir el cuerpo del crucificado. En otro evangelio este José se llama buleutes (consejero) y respecto de él parece que habló el primer salmo diciendo: "Bienaventurado aquel hombre que no toma parte en las determinaciones de los impíos" ( Sal 1), etc.
"Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia".
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 88,2.
Véase el valor de este hombre que se pone en peligro de muerte atrayendo hacia sí las enemistades de todos por su afecto hacia Jesucristo. Además, no sólo se atreve a pedir su cuerpo, sino también a sepultarlo.
San Jerónimo
Por la sepultura sencilla del Salvador, es condenada la ambición de los ricos que ni aun en el sepulcro quieren carecer de sus riquezas. Podemos también comprender en sentido espiritual que el cuerpo del Señor no se ha de envolver en telas de oro ni en piedras preciosas ni aun de seda, sino en un lienzo puro; aun cuando esto signifique que envuelve a Jesús en una sábana limpia el que lo recibe con conciencia pura.
Remigio
La sábana 2 es un paño de lino. Así como el lino proviene de la tierra y con mucho trabajo es conducido a su blancura; de este modo se quiere significar que el cuerpo del Señor, asumido de la tierra -esto es, de la Virgen- a través de los sufrimientos de la pasión es conducido a la blancura de la inmortalidad.
Rábano
De aquí viene el uso en la liturgia de la Iglesia de no celebrar el santo sacrificio del altar sobre seda ni paño teñido sino sobre lino de la tierra, como leemos que fuera ordenado por el Papa San Silvestre.
"Y lo puso en un sepulcro suyo nuevo, que había hecho abrir en una peña".
San Agustín, in serm. 2 de Sabbato sancto
Por lo tanto, el Salvador fue depositado en un sepulcro que no era suyo, dando a conocer que moría por la salvación de los demás. ¿Por qué habría de ser colocado en un sepulcro propio el que no había muerto para sí? ¿Por qué habría de tener tumba en la tierra aquél cuyo trono permanecía en el cielo? ¿Por qué habría de tener sepultura propia quien no estuvo en el sepulcro más que tres días, no como muerto, sino como descansando en un lecho? El sepulcro es la habitación de la muerte. No era necesario, pues, que Cristo, que es la vida, tuviese habitación de muerte ni necesitaba habitación de difunto el que nunca muere.
San Jerónimo
Es colocado en un sepulcro nuevo para que no se creyera que después de la resurrección había resucitado uno cualquiera de los demás cuerpos que allí descansaban. También puede significar este sepulcro nuevo las entrañas virginales de María. Fue depositado en el sepulcro que había sido abierto en una piedra porque si hubiese sido edificado con muchas piedras, se hubiese podido decir que había sido robado minando los cimientos.
San Agustín, in serm. 2 de Sabbato sancto
Y aun cuando el sepulcro hubiese estado hecho en la tierra, siempre hubieran podido decir que habían minado la tierra y lo habían robado. Si hubiese sido una piedra pequeña la que cerrase la sepultura, podían decir: cuando nosotros dormíamos nos lo han robado. Por esto sigue: "Y revolvió una gran losa a la entrada del sepulcro y se marchó".
San Jerónimo
Manifiesta que era grande la piedra con que cerró para que no pudiese abrirse el sepulcro sin el auxilio de muchos.
San Hilario, in Matthaeum, 33
En sentido espiritual puede decirse que José fue una especie de apóstol porque éste envolvió el cuerpo en una sábana limpia. Y en otro lugar encontramos que a San Pedro se le mandó desde el cielo un gran lienzo en el que se encontraba todo género de animales. 3 De esto se desprende que la Iglesia está sepultada con Cristo bajo el aspecto de aquel lienzo. Además, el cuerpo del Señor es colocado en un sepulcro vacío y nuevo, abierto en una roca. Porque por medio de la predicación de los apóstoles, debía introducirse al mismo Jesucristo en el duro corazón de la gentilidad por la influencia de los esfuerzos de su doctrina. Verdaderamente duro y nuevo, en el cual no había penetrado aun el temor de Dios y como ninguna otra cosa debe entrar mejor en nuestros corazones sino Dios, una piedra grande cierra la puerta, para que nadie nos traiga el conocimiento de la divinidad antes ni despues que El.
Orígenes, in Matthaeum, 35
Quizás se escribió que el cuerpo fue envuelto en una sábana limpia y se puso en un sepulcro nuevo, cerrándolo con una piedra grande porque todo lo que se encuentra cerca del cuerpo del Señor es limpio, nuevo y grandioso.
Remigio
Después que el cuerpo del Señor quedó sepultado (los demás se marcharon a sus propias casas), únicamente continuaron allí las mujeres que más lo habían amado y con cuidado extremo se fijaron bien en el lugar donde el Salvador quedó sepultado. Porque en tiempo oportuno debían ofrecerle el testimonio de su devoción. "Y María Magdalena y la otra María estaban allí sentadas enfrente del sepulcro".
Orígenes, in Matthaeum, 35
No se dice que la madre de los hijos de Zebedeo estuviese sentada junto al sepulcro porque quizás no haya podido llegar sino hasta la cruz; mas éstas, dada su gran caridad, no faltaron tampoco en lo que sucedió después.
San Jerónimo
Habiendo abandonado todos al Señor, las mujeres perseveraron en su deber, esperando lo que Jesús había ofrecido. Por esta causa merecieron ser de las primeras que vieron la resurrección, porque "Quien persevere hasta el fin, se salvará" ( Jn 22; 24,13).
Remigio
Esto es lo que hacen hasta hoy las santas mujeres en este mundo (esto es, las almas humildes de los santos) y observan con piadosa curiosidad cómo se completa la pasión de Cristo.
Notas
1. Ramá en 1Sam 1, 19; 2, 11; 7, 17; Ramatáyim en 1Sam 1,1; Ramataim en 1Mac 11,34. Se le identificacon la actual Rentis, al nordeste de Lyda, aunque para algunos su emplazamiento actual es discutido.
2. Lat. Sindon.
3. Ver Hch 11,5s.