"No está el discípulo sobre el maestro; ni el siervo sobre su señor: le basta al discípulo el ser como su maestro, y al siervo como su Señor: Si al Padre de familia llamaron Beelzebub, ¿con cuánta más razón darán ese nombre a sus domésticos?" (vv. 24-25)
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 34,1
Como era natural que por las persecuciones ya anunciadas quedaran los discípulos en mal concepto (cosa sumamente bochornosa para muchos) El los consuela con su propio ejemplo y con lo mucho que de El dijeron, que es el mayor consuelo que podían tener.
San Hilario, in Matthaeum, 10
Porque el Señor, luz eterna, jefe de los creyentes y padre de la inmortalidad, anticipó a sus discípulos el consuelo de sus propios sufrimientos, a fin de que tuviéramos como una gloria el igualarnos al Señor, al menos en los padecimientos. Por esta razón dice: "No está el discípulo sobre el maestro", etc.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 34,1
Deben entenderse estas palabras: mientras fuere discípulo y siervo, no está sobre el maestro y sobre el amo, al menos en cuanto a la posición y no sirve oponer a esto algunas excepciones raras, sino que estas palabras deben aplicarse a lo que generalmente sucede.
Remigio
Se llama a sí mismo Maestro y Señor y por las palabras discípulo y siervo quiere que se entiendan los Apóstoles.
Glosa
Como si dijera: no os indignéis porque sufrís lo que yo sufro; porque haciendo yo lo que quiero, soy vuestro Señor y enseñándoos lo que sé que os es útil, vuestro Maestro.
Remigio
Y como esto parece que no concuerda con lo que antecede, a fin de manifestar el sentido de sus palabras, añade: "Si llamaron Belzebub al Padre de familias, ¿con cuánta más razón lo llamarán a sus domésticos?
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 34,1
No dijo siervos, sino domésticos, a fin de manifestar la familiaridad que tenía con ellos, según se lee en otro lugar: "No os diré siervos, sino amigos" ( Jn 15,15).
Remigio
Como si dijera: No busquéis vosotros los honores temporales, ni la gloria humana, mientras veis que redimo yo al género humano por las burlas y los oprobios.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 34,1
Y no solamente dice: ellos han ultrajado al Maestro, sino que, diciendo que le llamaron Belzebub, marca hasta la misma clase de ultraje.
San Jerónimo
Belzebub es el ídolo de Acarón, que en el libro de los Reyes se le llama el ídolo de la mosca: Beel es lo mismo que Bel o Bal y Zebub significa mosca; de ahí es que el príncipe de los demonios es conocido por el nombre del ídolo más impuro, llamado mosca, a causa de su impureza, que destruye la suavidad del aceite ( Ecle 10).