Y enseñando y razonando después Jesús en el templo, decía: "¿Cómo dicen los escribas que el Cristo o Mesías es hijo de David? Siendo así que el mismo David inspirado del Espíritu Santo dice, hablando del Mesías: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta tanto que yo haya puesto a tus enemigos por tarima de tus pies. Pues si David le llama su Señor, ¿de dónde o cómo es su hijo?" Y el numeroso auditorio le oía con gusto. (vv. 35-37)
Teofilacto
Como que Cristo había de llegar a la pasión, corrige la falsa opinión de los judíos que decían que era Hijo de David, pero no su Señor. "Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el templo".
Pseudo-Jerónimo
Habla así en público, para que no tengan excusa alguna. "¿Cómo dicen los escribas que el Cristo o Mesías es hijo de David?".
Teofilacto
Cristo, pues, manifiesta que El es el Señor, conforme a lo que dijo David: "Siendo así que el mismo David inspirado del Espíritu Santo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra " ( Sal 109,1) 1. Es como si dijese: No podéis decirme que haya hablado así David sin la gracia del Espíritu Santo, sino que en el Espíritu Santo le llamó Señor. Que sea su Señor se manifiesta en lo que sigue: "Hasta tanto que yo haya puesto a tus enemigos por tarima de tus pies". Y en efecto: eran enemigos de Cristo aquéllos a quienes Dios Padre puso por tarima suya. Y que los sometiese el Padre no significa falta de fuerza en el Hijo, sino la unidad de naturaleza por la que el uno obra en el otro. Así que el Hijo somete sus enemigos al Padre, porque le glorifica en la tierra ( Jn 17,4).
Glosa
Así concluye el Señor esta confusa cuestión, porque de las citadas palabras de David se desprende que Cristo es su Señor, y de las de los escribas que es Hijo de David. Ambas cosas se expresan en estas palabras: "Pues si David le llama su Señor ¿por dónde y cómo es su Hijo?"
Beda
Esta pregunta de Jesús nos sirve todavía hoy para rebatir a los judíos. A los que de entre ellos confiesan que ha de venir el Cristo, pero consideran a Jesús sólo como un simple y santo varón de la raza de David, instruidos por el Señor preguntémosles: ¿cómo es que, si no es más que un simple hombre y solamente Hijo de David, le llama éste su Señor en el Espíritu Santo? Lo que se les reprocha, pues, no es que le llamen Hijo de David, sino que no le crean Hijo de Dios.
"Y el numeroso auditorio le oía con gusto".
Glosa
Porque veían que contestaba y preguntaba sabiamente.
Notas
1. El salmo es citado según el Antiguo Testamento en griego, los Setenta. En aquel entonces, por todos era aceptado el salmo como davídico, y Jesús no quiso ir contra esa universal creencia. Debe señalarse además que, como en otros casos sobre profecías, esta lectura mesiánica del Sal 109(110),1 es propia del Señor Jesús y de los cristianos. Es totalmente inexistente una interpretación mesiánica de este salmo en la literatura judía; sólo hacia mediados del siglo III d.C., se tiene conocimiento de tal interpretación en textos judíos.