Por la tarde, puesto ya el sol, le traían todos los enfermos y endemoniados, y toda la ciudad se había juntado delante de la puerta. Y curó a muchas personas afligidas por varias dolencias, y lanzó a muchos demonios, sin permitirles decir que sabían quién era. (vv. 32-34)
Teof
Como las gentes consideraban que a nadie era permitido curar en sábado, esperaban el ocaso del sol para llevar a Jesús a los que había de curar. Así dice: "Por la tarde, puesto ya el sol, le traían todos los enfermos", etc. Y después: "Y curó a muchas personas afligidas por varias dolencias".
San Crisóstomo
En donde dice muchas debe entenderse todas, según la costumbre de la Escritura.
Teof
O dice muchas, porque hubo algunos que no fueron curados a causa de su incredulidad. Pero curó a todos aquellos que de entre los presentados tenían fe. "Y lanzó, continúa, a muchos demonios".
San Agustín, De cuest. sobre el antiguo y nuevo Testamento, cap. 66
Los demonios sabían que El era el Cristo que había sido prometido por la ley, pues veían en El todas las señales que habían anunciado los profetas. Aún así, tanto ellos como sus príncipes, desconocían el misterio de su divinidad, ya que si lo hubieran conocido, nunca hubiesen crucificado al Señor de la majestad ( 1Cor 2,8).
Beda
El diablo comprendió (o más bien sospechó) que era el Hijo de Dios por las señales tan portentosas que realizaba aquel hombre, a quien había visto en el pesado ayuno de cuarenta días, pero que ni aun en medio de la tentación le permitió experimentar que era el Hijo de Dios. Por tanto, indujo a los judíos a que lo crucificaran, no porque no juzgara que era el Hijo de Dios, sino porque no previó que con su muerte había de ser él condenado.
Teof
El Señor no dejaba hablar a los demonios porque así nos enseñaba a no creerles aunque digan la verdad, pues la mezclarán con la mentira cuando encuentren alguno que les crea.
San Crisóstomo
No se opone lo que se consigna aquí a lo que dice San Lucas ( Lc 4,41) en cuanto a que salían los demonios de muchos clamando y diciendo: "Tú eres Cristo, Hijo de Dios", porque añade: "Y reprendiéndolos no les dejaba hablar". Omitiendo muchos detalles para mantener la brevedad, habla San Marcos acerca de la finalidad de dichas palabras.
Beda
El ocaso del sol significa místicamente la pasión y muerte de Aquel que dijo ( Jn 9,4): "En tanto que estoy en el mundo, soy la luz del mundo". Es al ocaso del sol cuando es curada la mayor parte de los enfermos y poseídos, porque Aquel que durante su estancia en este mundo enseñó a unos cuantos judíos, les transmitió los dones de la fe y de la salvación a todos los pueblos de la tierra.
San Jerónimo
En sentido moral, la puerta del reino es la penitencia con la fe, que da la salud en diversas enfermedades, porque son varios los vicios que enferman la ciudad del mundo.