Y como se acercase el tiempo de salir de este mundo, hizo firme resolución de ir a Jerusalén. Y envió delante de sí mensajeros; y marchando, entraron en una ciudad de los Samaritanos para prevenirle posada. Y no lo recibieron por cuanto hacía semblante de ir a Jerusalén. Y cuando le vieron Santiago y Juan, sus discípulos, dijeron: "Señor, ¿quieres que digamos que descienda fuego del cielo y los acabe?" Mas El, volviéndose hacia ellos, los reprendió diciendo: "No sabéis de qué espíritu sois. El Hijo del hombre no ha venido a perder las almas, sino a salvarlas". Y se fueron a otra aldea. (vv. 51-56)
San Cirilo
Cuando llegó el tiempo en que convenía que el Señor subiese a los cielos, una vez terminada su pasión, determinó ir a Jerusalén. Por lo que dice: "Y como se acercase", etc.
Tito Bostrense
Porque convenía que el verdadero Cordero se ofreciese allí donde se inmolaba el cordero figurativo. Dice, pues: "Afirmó su paz"; esto es, no iba de aquí para allá, ni recorría las aldeas y los caseríos; sino que se encaminaba a Jerusalén.
Beda
Cesen, pues, los paganos de insultar como hombre crucificado a Aquel que previó ciertamente (como Dios) el tiempo de su crucifixión y que ha venido El mismo (como para ser crucificado voluntariamente) al lugar donde había de ser crucificado, con semblante firme, esto es con intención decidida y resuelta.
San Cirilo
Envió delante de sí mensajeros, para que preparasen alojamiento a El y a sus discípulos, los cuales, habiendo ido a tierra de samaritanos, no fueron recibidos. Por lo que prosigue: "Y envió delante de sí mensajeros, y yendo, entraron en una ciudad de los Samaritanos para prevenir posada, y no los recibieron".
San Ambrosio
Observa que no quiso ser recibido por aquellos que no eran sencillos de corazón. Porque si hubiese querido, de indevotos los hubiese vuelto devotos. El Señor llama a los que quiere y hace religioso a quien le place 1. El Evangelista dice por qué no lo recibieron: "Porque las trazas eran de que iban a Jerusalén".
Teofilacto
Si queremos entender en esto que tal fue la causa por la que no le recibieron, porque había resuelto ir a Jerusalén, parece que debieron tener excusa por no haberle recibido. Pero debe decirse que estas palabras del Evangelista: "No le recibieron", significan que no vino a Samaria. Después, como si alguno preguntase por qué no lo habían recibido ni había querido ir a ellos, contestando a esto, dice que no porque no pudiese, sino porque prefería ir a Jerusalén.
Beda
O ven que va a Jerusalén y los Samaritanos no reciben al Señor; pues los judíos no se comunican con los samaritanos 2, como dice San Juan ( Jn 4).
San Cirilo
Pero el Señor que sabe todas las cosas antes de que sucedan, sabía que sus emisarios no habían de ser recibidos por los samaritanos. Sin embargo les mandó que fuesen, porque acostumbraba hacer todas las cosas para instrucción de sus discípulos. Subía a Jerusalén cuando se aproximaba el tiempo de su pasión; y para que no se escandalizasen cuando le vieran padecer, considerando que también ellos debían ser pacientes cuando los ultrajasen, hizo preceder, como cierto preludio, la repulsa de los samaritanos. Y los instruyó de otro modo; habían de ser los doctores del mundo y habían de recorrer las ciudades y aldeas predicando la doctrina evangélica; y les habría de ocurrir que algunos no recibiesen la sagrada predicación, como no permitiendo que Jesús permaneciese con ellos. Les enseñó, pues, que cuando anunciasen la celestial doctrina, debían estar llenos de paciencia y mansedumbre, no demostrarse hostiles, ni iracundos, ni vengativos contra sus perseguidores. Pero aún no estaban dispuestos para ello, e incitados por un celo indiscreto, querían que bajase fuego del cielo sobre ellos. Prosigue: "Y cuando lo vieron sus discípulos, dijeron: Señor, ¿quieres que digamos que descienda fuego del cielo", etc.
San Ambrosio
Sabían que Finees fue tenido por justo cuando mató a unos sacrílegos 3, y que por los ruegos de Elías había bajado fuego del cielo, con el que quedó vengada la injuria del Profeta 4.
Beda
Muchos santos, sabiendo que la muerte que separa el alma del cuerpo no debe temerse, castigaron con la pena de muerte algunos pecados. Con lo cual buscaban infundir miedo útil a los vivos, y a los que eran castigados con la muerte, ésta les era menos funesta que el pecado que podría aumentarse si viviesen.
San Ambrosio
Pero aunque sea vengado el que teme, el que no teme no busca la venganza. Además, se nos da a conocer que los apóstoles tenían los méritos de los profetas, cuando presumen que su petición tendrá derecho al poder que mereció el profeta; por ello presumen, con razón, que a su súplica bajaría fuego del cielo, puesto que son hijos del trueno.
Tito Bostrense
Creían ellos que era mucho más justo que muriesen los samaritanos, por no haber recibido al Señor, que la destrucción de los cincuenta que provocaron a Elías.
San Ambrosio
El Señor no se indignó contra ellos para manifestar que la verdadera virtud no es vengativa y que no hay verdadera caridad allí donde existe la ira. No debe repudiarse la flaqueza humana, sino que debe ser confortada; la indignación debe estar muy distante de los que profesan la religión. Lejos de los que tienen un alma grande el deseo de la venganza. Y prosigue: "Mas El, volviéndose hacia ellos, los reprendió, diciendo: No sabéis de qué espíritu sois".
Beda
Reprendió el Señor en ellos, no el ejemplo de un profeta santo, sino la ignorancia de vengarse que había en ellos, rudos aún, haciéndoles ver que no deseaban la enmienda por amor, sino la venganza por odio. Así es que, a pesar de haberles enseñado lo que era amar al prójimo como a sí mismo, e infundiéndoles también el Espíritu Santo, no faltaron tales venganzas, aunque fueron mucho más raras que en el antiguo Testamento. Por ello prosigue: "El Hijo del hombre no había venido a perder las almas, sino a salvarlas"; como diciendo: Y vosotros, pues, que lleváis el sello de su espíritu, imitad también sus acciones, ahora obrando bien y después juzgando con rectitud.
San Ambrosio
No siempre conviene castigar al que obra mal, porque en ocasiones aprovecha más la clemencia. A ti para la paciencia y al reo para la corrección. Por último, los samaritanos, de quienes ahora aparta el fuego, creyeron más pronto.
Notas
1. "Para Dios todos los momentos del tiempo están presentes en su actualidad. Por tanto establece su designio eterno de 'predestinación' incluyendo en él la respuesta libre de cada hombre a su gracia" Catecismo de la Iglesia Católica, 600. El Señor da su gracia y el hombre colabora con ella. Debe entenderse esta afirmación de San Ambrosio en el contexto de todo su comentario a este pasaje.
2. Los judíos no se hablaban con los samaritanos. Los judíos despreciaban a los samaritanos prque habían caído en un sincretismo religioso. La raíz histórica la encontramos en la conquista de Samaria (capital del Reino del Norte) por parte de los asirios, el año 722 ó 721, que trajo como consecuencia la deportación de sus habitantes y el establecimiento de extranjeros en la cuidad, de modo que los samaritanos terminaron por "contaminarse" con otros dioses (Ver Jn 4,9).
3. Ver Núm 15,7ss.; Sal 105,30ss.
4. Ver 1Rey 18,38.