Esto dijo, y después les dijo: "Lázaro, nuestro amigo, duerme: mas voy a despertarle del sueño". Y dijeron sus discípulos: "Señor, si duerme, será sano". Mas Jesús había hablado de su muerte, y ellos entendieron que decía del dormir de sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: "Lázaro es muerto, y me huelgo por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Mas vamos a él". Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a los otros condiscípulos: "Vamos también nosotros, y muramos con El". (vv. 11-16)
Crisóstomo In Ioannem hom., 61.
El Señor, después de animar una vez a sus discípulos, los conforta de nuevo manifestándoles que no irán a Jerusalén sino a Betania. "Esto dijo, y después les dijo: Lázaro, nuestro amigo, duerme, mas voy a despertarle del sueño"; como si dijera: no voy para disputar otra vez con los judíos, sino para despertar a nuestro amigo. Por eso dice: nuestro amigo, para demostrar la necesidad de su viaje.
San Agustín In Ioannem tract., 49.
Dijo que dormía y era verdad, porque dormía para el Señor y sólo estaba muerto para los hombres, que no podían resucitarlo. Pero el Señor lo resucitaba del sepulcro con tanta facilidad como tú no tienes cuando despiertas a un hombre que duerme. Luego en virtud de su poder dijo que dormía, conforme a lo que dijo el Apóstol ( 1Tes 4,12): "No quiero que ignoréis respecto a los que duermen". Los llamó dormidos porque predijo que habían de resucitar. Pero así como entre los que diariamente duermen y se despiertan, cada uno sueña -unos tienen sueños alegres, otros atormentadores-, así, cada cual tiene su razón para dormir y su razón para levantarse.
Crisóstomo ut supra.
Los discípulos quisieron impedir su ida a Judea: "Y dijeron sus discípulos: Señor, si duerme, sanará". El sueño, para los que están enfermos, es casi siempre una señal de salud. Como si dijeran: si duerme, no es conveniente que vayas a despertarlo.
San Agustín ut supra.
Los discípulos respondieron según lo que habían entendido. "Mas Jesús había hablado de su muerte, y ellos entendieron que decía del dormir de sueño".
Crisóstomo ut supra.
Replicará alguno: ¿Cómo los discípulos no entendieron que había muerto por estas palabras "Voy a despertarle del sueño", ya que era insensato hacer una jornada tan larga para despertar a Lázaro de su sueño? A esto respondemos, que ellos creyeron ver en esto un enigma como otros que habían escuchado del Salvador.
San Agustín ut supra.
El les dice claramente lo que les había dicho de una manera misteriosa: "Entonces Jesús les dijo abiertamente: Lázaro ha muerto".
Crisóstomo ut supra.
No añadió aquí: "Voy a despertarle del sueño" porque no quería publicar con las palabras lo que quería significar con los hechos, enseñándonos a huir de la vanagloria y que no debemos contentarnos con prometer.
"Y me huelgo por vosotros de no haber estado allí".
San Agustín ut supra.
El había sido anunciado como enfermo, no como muerto. Pero ¿qué podía estar oculto a los ojos de Aquel que lo había creado, y a cuyas manos había ido el alma del difunto? El les dice: "Me huelgo por vosotros de no haber estado allí, para que creáis", a fin de que empezaran a admirarse de que el Señor decía que había muerto sin haberlo visto ni oído. Aquí debemos recordar que la fe de los discípulos aún se estaba formando por medio de milagros. No comenzaba la fe en ellos, sino que se desarrollaba. Las palabras "para que creáis" quieren decir: para que creáis con más fuerza.
Teofilacto.
Algunos han entendido este pasaje de este modo: Me alegro por vosotros, pues el que no haya yo estado allí hará que vuestra fe sea mayor; porque si hubiese estado lo habría sanado en su enfermedad (y hubiera sido una pequeña prueba de mi poder). Mas como ha sobrevenido la muerte estando yo ausente, os afirmaréis más en la fe en mí viendo que puedo resucitar a un muerto ya en putrefacción.
Crisóstomo ut supra.
Todos los discípulos temían a los judíos, principalmente Tomás: "Tomás, pues, llamado Dídymo, dijo entonces a los otros condiscípulos: vamos también nosotros y muramos con El". El era el más débil de todos y el menos firme en la fe. Más tarde llegó a ser el más fuerte y el más heroico, porque él solo recorrió todo el orbe, llevándolo su celo en medio de pueblos que querían su muerte.
Beda.
O bien los discípulos reprendidos con las anteriores palabras del Señor no se atrevieron a replicar más. Pero Tomás, sobre todos, exhortó a sus compañeros a ir a morir con El, en lo cual se deja ver su gran constancia, pues hablaba como si fuera él capaz de hacer lo que a los otros exhortaba, olvidándose de su fragilidad como Pedro.