Y luego que amaneció, habiéndose juntado para deliberar los Sumos sacerdotes con los ancianos y los escribas y todo el consejo (o sanedrín), ataron a Jesús y le condujeron y entregaron a Pilatos. Pilatos le preguntó: "¿Eres tú el rey de los judíos?" A que Jesús respondiendo le dijo: "Tú lo dices". Y como los príncipes de los sacerdotes le acusaban de muchas cosas, Pilatos volvió nuevamente a interrogarle, diciendo: "¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te acusan". Jesús, empero, nada más contestó; de modo que Pilatos estaba todo maravillado. (vv. 1-5)
Beda,
in Marcum 4, 44
Tenían los judíos la costumbre de entregar atado al juez al que habían condenado a muerte, por lo que después de la condenación de Cristo añade el Evangelista: "Y luego que amaneció ataron a Jesús", etc. Es de advertir que no fue entonces la primera vez que le ataron, sino cuando le prendieron por la noche en el huerto, como refiere San Juan.
Teofilacto
Entregaron a Jesús a los romanos; pero Dios los entregó también a ellos en manos de los mismos romanos para que se cumpliesen las Escrituras: "Retribúyeles según las obras de sus manos" (
Sal 27,4).
"Pilatos le preguntó", etc.
Beda,
in Marcum 4, 44
Limitándose Pilatos a preguntarle si era el rey de los judíos, condena la impiedad de éstos, que no habían podido encontrar ni siquiera un falso pretexto contra el Salvador. "A lo que Jesús respondiendo le dijo: Tú lo dices". Respondió así, al mismo tiempo que decía la verdad, para no dar lugar a la calumnia.
Teofilacto
Su respuesta es ambigüa, porque
tú lo dices puede entenderse
tú dices eso, pero yo no lo digo. Y es de notar que contesta en parte a Pilatos, que le sentencia a pesar suyo y que no quiso contestar a los sacerdotes y príncipes, juzgándolos indignos de su palabra.
"Y como los príncipes de los sacerdotes le acusaban", etc.
San Agustín,
De consensu Evangelistarum 3, 8
San Lucas refiere así los falsos crímenes que le imputaban: "Y comenzaron a acusarle diciendo: A éste le hemos hallado pervirtiendo a nuestra nación y vedando pagar los tributos a César, y diciendo que El es el Cristo, Rey de Israel" (
Lc 23,2).
"Pilatos volvió nuevamente a interrogarle diciendo: ¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te acusan".
Beda,
in Marcum 4, 44
Es un gentil, en verdad, el que condena a Jesús, pero descarga la responsabilidad en el pueblo de los judíos. "Jesús, empero, nada más contestó; de modo que Pilatos estaba maravillado". Nada quiso contestar, a fin de que, destruida la acusación, no le declarase absuelto el procurador y se difiriese la utilidad que había de reportarnos su cruz.
Teofilacto
Se maravillaba Pilatos porque, siendo doctor de la ley y elocuente, y pudiendo pulverizar la acusación con su respuesta, la soportaba virilmente no contestando nada.