Que el azar se apiade de nosotros

Alguna vez decíamos algo sobre la expresión popular «Si Dios quiere», en vías de extinción. Parecería que antes había mucha (¿demasiada? lo dudo) disposición a meterlo a Dios en todos los hechos, y por consiguiente en todos los dichos. Hoy estamos -incluso los cristianos- del otro lado.
En Bienvenidos a la fiesta traen una ilustrativa anécdota personal al respecto. Y de yapa, una frase afín de Samuel Butler : «Por suerte, la providencia estaba de mi lado».
Recuerdo que Bloy, en sus diarios, dice haber oído de labios de una madre cuyo hijo había sido destinado al frente de guerra una frase muy parecida… y algo peor: «Felizmente, el azar lo protege».

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