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El infierno como un paraíso ilusorio. No otra cosa es
la voluptuosidad.
"Paraísos artificiales", es un excelente expresión. La voluptuosidad (no el placer puro) constituye una dicha ilusoria. En cambio, el placer puro puede acompañar a la dicha, pero sin encerrar una ilusión. No parece infinito, tiene una apariencia de limitado.
Algunos buscan el reino de Dios como si se tratara de un paraíso artificial, aunque sea el mejor de los paraísos artificiales.
Simone Weil
Harrius Potter et Philosophi Lapis. O sea: Harry Potter en latín. Me habían comentado hace poco, que la autora estaba especialmente interesada -al punto de reservarse los derechos, o algo así- en esa versión. Dicen los que saben -yo no sé- que no está mal.
Los negocios prosperan gracias a "Dios". Y la publicidad.
Así, con comillas y todo, uno de los muchos hallazgos
de Carteles on line.
Para ver también, por ejemplo, la del mate
la de la imprenta,
la "mísmica"; y
la pescadería,
la carnada,
el cruce del Bermejo
...
Y esta otra, verdaderamente
apocalíptica:
"Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días. No hay vacantes."
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... Al penetrar en el recinto de la Embajada, Cork
tenía, a la izquierda, las oficinas centrales de la Cruz Roja,
y a la derecha, una fábrica de la Mercedes Benz; detrás,
al otro lado de la carretera, estaba la sede del partido
Socialdemócrata y un depósito de Coca Cola.
La Embajada quedaba separada de estos extraños vecinos por una franja de tierra, en la que las matas de acedera alternan con la arcilla desnuda que se extiende formando una llanura, hacia el olvidado Rin.
Esta franja constituye lo que se ha dado en llamar "el cinturón verde de Bonn"; y los planificadores de la ciudad están muy orgullosos de ella...
John Le Carré - Una pequeña ciudad en Alemania
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La bandera va hacia el paisaje inmundo, y nuestra jerga ahoga el tambor.
En los centros alimentaremos la más cínica prostitución. Masacraremos las lógicas revueltas.
En los países robados y apaciguados -al servicio de las más monstruosas explotaciones industriales o militares.
Hasta la vista, aquí, no importa dónde.
Reclutas de buena voluntad, tendremos una filosofía feroz; ignorantes por obra de la ciencia, libertinos para el confort, y los demás que revienten.
Esta es la verdadera ruta. ¡Al frente, en marcha!
A. Rimbaud - Democracia
Sobreviviendo...
Anteanoche se me murió la PC de mi casa (todavía sin diagnosticar), y anoche se llenó el disco del server donde tengo el blog y casi revienta todo (ay mysql! ...). Probando ahora.... a ver si pude recuperar todo sin problemas... Parece que sí...
Se cumplieron estos días 100 años del nacimiento de Evelyn Waugh -uno de mis escritores más queridos- y Amy recolectó una serie de links.
(Una de ellas, de George Weigel. Su artículo sobre el catolicismo de Waugh -no muy largo- menciona 27 veces la palabra "America" (o "american"). Será un poco frívolo o arbitrario de mi parte ver en esto un signo de cierta estrechez de miras -de cierta falta de catolicidad, acaso- ciertamente típica de ciertos neoconservadores de por allá... pero eso es lo que veo, qué vamos a hacerle. )
Tom de Disputations trae mucho material de interés en los últimos días; comentarios incluidos. Una calidad intelectual muy rara en el mundo de los weblogs de por acá; bah... en el mundo de los weblogs ; bah... en el mundo.
Pasen y vean... si leen inglés.
Leído en una revista de Clarín, de los dichos/gracias que protagonizan los niños, y que los lectores reportan.
De una nena de cuatro años:
- — Dios está muerto— dijo Agueda.
— ¿Cómo que está muerto?? preguntó el papá.
— Claro. Si está en el cielo...
Coincidencia puramente verbal, anecdótica, inesencial, dirá alguno.
No sé, no sé...
Y también:
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«Hojeo hoy mi Traité d'Histoire des Religions, me paro sobre todo en el
largo capítulo sobre los dioses del cielo; me pregunto si se ha
comprendido el mensaje secreto del libro, «la teología» implícita en la
historia de las religiones, como la descifro e interpreto yo mismo.
Sin embargo, el sentido se desprende con bastante claridad: los mitos y las
«religiones», en toda su variedad, son
el resultado del vacío dejado en
el mundo por la retirada de Dios, su transformación
en deus otiosus y su
desaparición de la actualidad religiosa.
Dios -o, más exactamente, el Ser Supremo- no juega ya ningún papel en «la experiencia religiosa» de la humanidad primitiva. Está suplantado por otras formas divinas - divinidades activas, fecundadoras, dramáticas, etc.-.
He vuelto sobre
este proceso en otros estudios. Pero ¿se ha comprendido que la
«verdadera» religión no comienza más que después de que Dios se retirase
del mundo? ¿Que su «trascendencia» se confunde y coincide con su
eclipse?
El impulso del hombre religioso hacia lo «trascendente» me hace
pensar a veces en el gesto desesperado del huérfano que se ha quedado solo en el mundo...
Mircea Eliade - Diario
Leo en "De esto y aquello", colección de ensayos y artículos periodísticos de Unamuno, una referencia que me resulta curiosa -por lo temprana que se me antoja- a los haiku.
Varias otras cosas para morder, como es habitual en Unamuno: la caracterización que hace (o cita) del Zen es intrigante...
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... me puse a leer el libro
que sobre sabios y poetas de Asia -Sages et poétes d'Asie- escribió
Pablo-Luis Couchoud, y que el autor mismo, ya mi amigo, me trajo.
[...] no es propiamente sobre sabios porque nuestro término
"sabio", dice más al savant que no al sage francés.
Y lo que solemos
llamar en España un sabio, como es algo sin estilo, sin personalidad -y
sin coraje-, es algo, en rigor, inexistente. El sage es otra cosa. [...]
Couchoud habla de Bashó, que vivió en el Japón cincuenta años, de 1644 a 1694, y fué el poeta que dió alma al haikai, a ese pequeño poemita puro, compuesto de -o acaso mejor dispuesto en- diecisiete sílabas, en tres miembros, de cinco, de siete y de cinco. Haikais, que ellos, los japoneses, dicen con los pinceles mismos con que escriben y dibujan, y que ahí, en España, como aquí, en Francia, se ha querido remedar con plumas y no de ave, sino de acero. No olvidemos que el estilo de un japonés es un pincel, y que cuando escribe o pinta, no lo hace de puño, sino de sodo.
Couchoud nos dice que Bashó hizo de una especie de diversión, de
pasatiempo -antusenient-, una pura obra de arte, casi una obra de
santidad, que fué un Pascal japonés, sin el espíritu de geometría, pero
igualmente grave e igualmente atormentado por descubrir los caminos que
llevan al corazón. A los dieciséis años se retiró al monasterio de Kóya;
a los treinta y ocho se rindió a la doctrina de la secta Zen, especie de
jansenismo búdico -dice Couchoud-, y se sirvió de los haikais para
predicar.
Cuando sus discípulos traspasaban las reglas de la pobreza, de
la humildad, de la paciencia, les reprendía diciéndoles: ¡Eso no es
haikai!
"¡Que los haikais os salgan del corazón!" -decía.
Y otra vez
esta cosa exquisita y del más puro pincel:
— "Que vuestros haikais se
parezcan a una rama de sauce mojada por una lluvia ligera y agitada por
la brisa."
Acariciada por el orvallo y brizada por la brisa, habría
dicho yo con mi pluma...
Miguel de Unamuno - Al rededor del estilo - 1924
- En estado de desgracia,
la belleza es un monstruo.
(del Diario de Leon Bloy, 3/6/1901)
No es la primera vez. Un cura que al principio me parece flojito, sermones criticables, liturgia dudosa, etc, etc; con el tiempo lo voy mirando con mejores ojos (o será que él "mejora" al conocer mis puteadas ? no lo creo - no creo que las conozca, por suerte), y lo termino apreciando (de lejos, siempre). Y ahí nomás, me lo cambian. Por otro que -este sí- es de terror...
Pero si alguien de allá arriba quiere hacerme aprender algo con estas idas y venidas... no creo que tenga suerte.
Yo no sé, conozco poco de folklore argentino y de folkore en general, y de poesía popular. Pero, escuchando canciones tradicionales inglesas o españolas, se me ocurre que nosotros no hemos tenido demasiada fortuna con las letras... Pienso sobre todo en muchas letras del folklore de los 50-60 (Chalchaleros y esas cosas) (y que acaso sea un género más acotado de lo que uno tiende a creer, sin tanta representación en cuanto a raigambre o a extensión), un folkore sin mucho sabor tradicional, si uno lo piensa un poco ... y sin mucho sabor a nada. Hay muchas zambas de esas que fundan su tono 'nativista' en base a un vocabulario dudoso, nada popular en todo caso. (Todo esto no se aplica mucho a Atahualpa Yupanqui, pienso más en tipos como Jaime Dávalos... por nombrar a uno prestigioso).
Lo que echo de menos sobre todo, además de la humildad en el lenguaje, es la historia. Son raras las canciones que cuentan una historia... al modo de un romance español; las estrofas suelen ser intercambiables, y aun los versos... Esto, además, es ingrato a la hora de cantar de memoria; no es fácil -y no es divertido- rebuscar versos de lo que a veces parece un fárrago de metáforas dudosas y adjetivos arbitrarios de rellena, sin mucha ilación... El tango ha tenido mucha mejor fortuna, diría yo.
Como ejemplo ilustrativo -con un poco de mala leche,
lo admito- me armé un permutador de versos
que aplico acá a
"La atardecida" (linda zamba, sin embargo; como
que la música es de Falú).
Cada vez que uno aprieta el botón, genera una versión
distinta, permutando al azar (no totalmente)
los versos.
Y díganme si no da más o menos lo mismo...
Hay motivos para que el párroco deniegue el bautismo de un niño porque el catolicismo de sus padres le parezca "dudoso" (padres que rechazan parte de la doctrina y/o práctica de la iglesia; y/o que no están "casados por iglesia", y/o etc etc etc) ?
Yo tendía a creer que la simple voluntad de los padres basta, y que -en general- el bautismo no se deniega a nadie. No es tan así... En Dappled Things, Jim (cura yanqui en parroquia mayoritariamente hispana) trata el tema, disparada por este post (ambos en inglés).
El punto conflictivo (inevitablemente conflictivo) está expuesto en el código de derecho canónico, en el art. 868 especifica que para el bautismo válido de un niño se requiere "esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica"".