fotos del apocalisis
      
Semana del 21 de Septiembre de 2003
 


Sábado, 27 de Septiembre de 2003
 
Señor Jesus - por Ignacio Anzoategui
    «Resulta extraño que se haya podido amar tanto a un tipo tan poco amable: Jesús...»

Esto meditaba Grigori, agente del servicio soviético, infiltrado como sacerdote ortodoxo, mientras decía su última misa ("El traidor", novela de Lavr Divomlikoff ... seudónimo-anagrama de Vladimir Volkoff).

Y algo más o menos parecido le recordaba Zooey a su hermana ("Franny and Zooey", de J. D. Salinger):

    ... al menos yo nunca he intentado, ni conciente ni inconcientemente, convertir a Jesús en un San Francisco de Asís, para hacerlo más "amable"... que es lo que el noventa y ocho por ciento de los cristianos de todo el mundo se empeñan en hacer...

Poco amable, es decir: "poco seductor"; poco "comprensible" (en el sentido restrictivo del término). Cada dicho de Jesús, cada acto, se nos resiste cuando queremos explicarlo. (Esto lo pienso siempre cuando leo comentarios del evangelio, sobre todo exégesis erudita). La misma Iglesia Católica (recordaba Pío XII en alguna encíclica, creo) prácticamente nunca ha "definido" el sentido de algún versículo de los evangelios. Y los comentaristas se enredan en multitud de explicaciones diferentes...

Uno diría que esto debería diluir la persona de Jesús, haciéndolo poco reconocible, poco atrayente y poco querible. Extrañamente, como decía el falso cura, no es así. Ningún hombre ha sido más querido que Él.
Y siempre fue reconocible -entrañablemente reconocible- paraa todos, sabios e ignorantes; a pesar de que cuando queremos explicarlo nos pase algo análogo a lo que San Agustín con el tiempo: "Si no me lo preguntan, lo sé; si me lo preguntan, no lo sé". [*]

Y uno también diría que la exégesis, al hacer más patente esta "incomprensibilidad", al mostrar la cantidad de tinta que ha hecho correr -y sin conclusiones definitivas- cada versículo, podría ser un peligro para el cristiano... debería resultar desalentador, al punto de enfriar la devoción y llevar hacia una especie de agnosticismo.
Pues no, curiosamente no; más bien al revés.

(Todo esto se me cruzó por la cabeza -esta vez, que no es la primera- leyendo algunos posts de Camassia y mirando el óleo, de Ignacio Anzoátegui).

[* Todo esto no es apologética dirigida a incrédulos. Quien no sea cristiano, muy razonablemente podrá pensar que los cristianos no han querido propiamente a la persona de Jesús de Nazareth, sino que se han apegado a distintas representaciones imaginarias -variables según los hombres y los tiempos- que daban soporte a una necesidad "religiosa"... es decir, psíquica y social ... Hay que ser cristiano, supongo, para ver eso: que se trata propiamente de amor, y que se trata de una persona concreta ]

hernan     (#002185)     27/09/2003  

Viernes, 26 de Septiembre de 2003
 
Después de todo, no está nada mal, según me dicen y según veo, lo que hace la Hermana Bernarda, la monja cocinera, que ha tenido un raro éxito en la televisión y en las librerías:
    ... El amor se siente en el sabor, en el color, en el aroma... Yo trato de sobrenaturalizar las cosas materiales. Siempre que hago una demostración pienso que tengo que darle una "yapa" a la gente. No sólo muestro cómo cocinar, porque eso se aprende en los libros de cocina. Trato de enseñar a usar la cocina para acercarse a los demás.
    Hace unos días, por ejemplo, llevé a una demostración una masa de levadura. Usted sabe que Jesús la nombra mucho en sus parábolas evangélicas. Y les dije a los que estaban allí que iba a enseñarles, a través de esa masa, a atar y desatar nudos o dificultades en sus casas. Les expliqué que mientras se le da forma a la masa que se va a preparar uno tiene que pedirle a Dios la gracia para lograr un diálogo, o tener la palabra justa para llegar al otro. Poner intenciones. Con estas intenciones que uno va amasando, cocinar esa masa y cuando llega la familia, sin decir nada, ofrecerla. Es una oración que se dice y que se incorpora con la comida. Porque todo se transmite a través de las manos, cosas buenas y malas.
hernan     (#002183)     26/09/2003  
 
Una multitud (más de 400.000 personas, dicen) fueron a celebrar los 20 años de la primera aparición de la Virgen del Rosario de San Nicolás.
hernan     (#002182)     26/09/2003  
 
Pilas de libros por leer (hoy compré la biografía de Castellani: 900 pags); y todavía tengo que conseguirme los de Harry Potter. (alguno tiene algún comentario sobre la traducción española ? es aceptable o tengo que leerlo en inglés ?)
hernan     (#002181)     26/09/2003  
 
A propósito de Charles de Foucauld, Juan me comenta de una "hermanita de jesús" catalana que él ha visto entre los pigmeos en Camerún.

Aparte, yo le comentaba de mi poco aprecio por "la duda", como clave de la existencia del hombre, (o de la sabiduría).
Claro que la palabra ha sido tan manoseada que ya quiere decir demasiadas cosas. Yo generalmente la veo como una posición errada ante al mundo, porque la pienso como la duda del comprador que tiene demasiadas cosas para elegir, (y demasiada poca necesidad) y nada le satisface; en este sentido, "duda" es lo opuesto a la "afirmación", en el sentido de amor y "aceptación" de lo dado (de todo: las cosas, los hombres, los hechos, las ideas).
Claro que hay muchos otros sentidos. "Duda", en uno de los buenos sentidos, podría ser "apertura" hacia lo ajeno, sobre todo hacia la verdad en tanto que no poseída (y por lo tanto, aceptación de que la verdad que poseemos es incompleta).
Esquematizando en demasía: no hay que dudar del universo, hay que dudar de uno.
El mundo -siempre al revés- empuja a dudar del universo, y a creer en uno. O sea: escepticismo cósmico y afirmación personal.

hernan     (#002180)     26/09/2003  
 
Me informan que, en rigor de verdad, decir la misa de espaldas a los fieles ("ad orientem", "hacia Dios" ... "a la antigua") no está propiamente prohibido en el rito actual.

Y me señalan este libro de Mons. Gamber relacionado con el tema.

hernan     (#002179)     26/09/2003  

Jueves, 25 de Septiembre de 2003
 
A propósito de esto
    ...Cuando Juan Pablo II, en 1942, era un aspirante al sacerdocio -reveló Pacifici-, le presentaron a un niño judío huérfano de unos dos años que él confío a un matrimonio de campesinos. Al final de la guerra, le volvieron a presentar el niño salvo y salvo para pedirle que le bautizara».

    «El que se convertiría en Papa, rechazó la propuesta diciendo: "Es un niño y debe seguir siendo hebreo" --siguió diciendo--. Después supe que hizo todo lo posible para confiarlo a unos parientes que se habían ido a Estados Unidos. ...

... Mark Shea (un blogger católico yanqui de lo más conocido y prolífico) recibió una consulta de un lector:
    Significa esto que los judíos no necesitan el bautismo para la salvación ? O más bien que hay que dejar a los niños judíos que crezcan para que decidan por sí mismos si quieren ser cristianos?
Copio la respuesta, porque tiene su interés (no conocía el caso de Edgardo Mortara...).
    Básicamente, lo segundo.
    Pero también significa que la Iglesia considera que el derecho natural de los padres para criar a sus hijos según su propia conciencia tiene prioridad sobre los deseos de los tutores temporarios que se hicieron cargo del niño durante la guerra. Estos tutores, por cierto con buena intención, querían asegurar la vida eterna del niño; y la teología católica dice que la manera "normal" (no la única) que se nos da, pasa por el sacramento del bautismo. Pero esos deseos, por piadosos que sean, no pueden revocar el derecho que tienen los padres a decidir en esa materia.

    Esto nos recuerda el caso de Edgardo Mortara.
    Edgardo era un niño judío que vivía a mediados del siglo XIX en Bolonia, entonces bajo el dominio papal; había sido bautizado en secreto por Ana Morsi, una mucama de la familia.
    Años después, ella sintió remordimientos y relató lo sucedido en confesión. Tras idas y vueltas, en 1858 las autoridades civiles de los Estados Papales enviaron desde Roma a buscar al niño, quien fue separado de sus padres y se convirtió en guardia del Papa.
    Más tarde fue ordenado sacerdote, y tras la toma de Roma por los italianos en 1870, rechazó decididamente la opción de volver al judaísmo, y vivió el resto de su vida como sacerdote católico fuera de Italia.
    Dicho sea de paso, siempre tuvo estima por Pío IX.

    Este episodio resulta un escándalo para casi todo el mundo de hoy (tal vez no para algunos del contingente ultratradicionalista que pueden creer que robar niños judíos y obligarlos al bautismo es el camino correcto, y que Juan Pablo II es un modernista, etc, etc). Y muchos concluyen, de esta historia, cosas como que "hasta el Vaticano II la doctrina católica aceptaba la conversión forzada de judíos".

    En realidad, el episodio destaca un aspecto problemático que es inherente al Bautismo, según lo concibe la teología católica: el Bautismo verdaderamente "hace algo". Re-crea. Precisamente por esa razón, la Iglesia no ha aprobado nunca la conversión forzada, de judíos o no (aunque, por supuesto, tales conversiones han tenido lugar), ya que el acto de fe debe ser libre, y la gracia del sacramento debe edificar sobre la naturaleza, nunca destruyéndola (en particular: nunca destruyendo el lazo natural entre padre e hijo). Por eso, estamos recordando la historia de Edgardo, y no la historia de Pío IX enviando sus tropas para buscar niños judíos en sus dominios y forzarlos al bautismo.

    El bautismo de Edgardo fue acto de una muchacha, que por exceso de celo, pecó.
    Pero, aparte de eso, el hecho es que el bautismo tuvo lugar, y el hecho tiene consecuencias graves. Porque así como la Iglesia rechaza la idea de romper lazos padres-hijos por respeto a la ley natural, tanto más debe atenerse al hecho sobrenatural de lo que produce el bautismo. Así, enfrentado al "fait accompli" de un niño bautizado a espaldas de sus padres naturales, Pío IX se creyó obligado a hacerse cargo en adelante del niño. Y por una cadena de razonamiento -terrible y dolorosa, y a la vez perfectamente lógica- el Papa consideró que los derechos del bautismo ya efectuado tenían mas fuerza que los derechos de los padres.
    Una línea de razonamiento que se enraiza en las mismas palabras duras de Jesús: "Si alguien viene a mí y no odia a su padre y a su madre, y hijos, hermanos , hermanas ... y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo".

    La historia es terrible. Y por mi parte, no estoy para nada convencido de que Pío IX haya obrado bien. Tampoco estoy seguro de qué hubiera hecho Juan Pablo II en parecidas circunstancias, y doy gracias a Dios de que yo no tenga que tomar semejantes decisiones.
    Pero no voy a comprar la imagen de Pío IX como un monstruo o un ladrón de niños, como no compro la idea de que un agente gubernamental que está buscando ubicación a un niño que por motivos graves no puede vivir con su familia natural sea un secuestrador.
    Creo que todos los implicados en la historia -sobre todos los padres- fueron víctimas de una tragedia. Aunque también creo que la via posterior de Edgardo, como sacerdote aparentemente feliz, y su propio veredicto debe ser tenido en cuenta.

    Moraleja: no bautizar a un niño contra los deseos de sus padres

Hay también comentarios.

PS: Ignacio me acerca el link con el testimonio del chico en cuestión.

hernan     (#002175)     25/09/2003  
 
Bueno, creo que yo tengo casi tanta inclinación hacia el autoinsulto como cualquier compatriota. Putear a los argentinos en bloque (uno incluido), lamentarse "este país es una mierda", en diversos tonos, humores y profundidades, es un deporte nacional [*] que uno hasta cierto punto acepta y a veces hasta practica (algo de eso contiene el lema del blog...).

Pero Kirchner se excedió un poco, me parece.
Decir (encima ante extranjeros...!) que los argentinos somos "hijos de las Madres de Plaza de Mayo", ya es ir demasiado lejos.

No será para tanto, yo quiero creer...


[* No exclusivamente argentino, claro. Los que hayan leído "Los demonios" de Dostoyevsky recordarán aquí conmigo aquel profesor conferencista que cerraba sus parráfos con la frase -acompañada de un gesto de puños cerrados- "... y la estúpida Rusia nunca había caído tan bajo!", ante el entusiasmo desbordante del público progroccidentalista. Claro, comenta Dostoyevsky, se escupía sobre Rusia... cómo no aplaudir hasta romperse las manos?...]
hernan     (#002178)     25/09/2003  
 
    ... Cómo me gusta la parte en la cual llegamos a un inocuo intercambio de opiniones, en usufructo de las libertades de expresión garantizadas por el sistema democrático ( pero vos sos muy complicada, como que noto que te cuesta decir ciertas cosas de frente, es más ayer me di cuenta que estás muy a la defensiva, si esquivaste todos mis golpes y hasta ese jarrón antiguo que te tiré cuando estabas cocinando, por cierto debo reconocer que al principio no te creí cuando me dijiste que sabías cocinar, tampoco te creí cuando me dijiste que estabas enamorada de mí y eso que ya llevábamos 23 años de casados y nuestros nietos corrían por todo el patio...mmmm no se tal vez últimamente esté un poco escéptico ), bueno me gusta tomar té con vos.
[Estrella de Mar]
hernan     (#002176)     25/09/2003  
 
    Alegría y confianza...
    Alegría por la felicidad de Dios.
    Alegría por la visión de esta imagen bella: la felicidad inmutable de Dios.

    Charles de Foucauld (1859-1916)

Son de esas cosas que uno puede leer mil veces sin entender; sin creer que a alguien puede llenar de verdadera alegría esa imagen, de "la felicidad inmutable de Dios". Pero, por ahí, casi sin querer, a la mil y una, uno lo ve, aunque sea de refilón. (Y más: descubrir que la palabra "alegría" fue creada para eso, que todo lo demás son malas imitaciones).
Pero es así, nomás (los santos no mienten; tengo que conocer mejor a Isabel de la Trinidad)...
hernan     (#002174)     25/09/2003  
 
Ultimamente me he encontrado a menudo repitiéndome el famoso lema de Spinoza:
    "En lo que concierne a las cosas humanas, ni reír, ni llorar, ni indignarse, sino comprender."
... aunque, creo, no exactamente en el mismo sentido.
Primero, donde dice "cosas humanas", yo reemplazo por "males humanos" (mal de culpa y mal de pena; mal que el mundo hace -estupidez incluida- y mal que se sufre). En esto, sospecho que no me aparto demasiado de lo que pensaba Spinoza.
Pero lo que -oscuramente- veo como justificación última de ese mandato, es que todos los males ajenos -males "sociales" sobre todo- nunca son del todo ajenos. Solidaridad en el mal, con todos. No me puede desesperar ver la necedad, la maldad y la ceguera de otro, porque sé (aunque eso no lo vea tan claro) que en el mejor de los casos yo soy apenas un poco menos necio, malo y ciego; y en el mejor caso, lo que nos separa es un infinitésimo, en comparación con la distancia que a ambos nos separa de la Verdad y del Bien. Puedo suponer que a tal tonto/ciego/canalla algún día le serán abiertos los ojos y conocerá con espanto su propia miseria; pero que a mí me va a pasar lo mismo.

Me es díficil explicar esto -todo me es difícil, pero esto más. Lo releo y me suena mal, suena a ostentación de humildad; no es eso...

hernan     (#002173)     25/09/2003  

Miércoles, 24 de Septiembre de 2003
 
... igual, los medios argentinos no dejan de sorprenderme.
Si hay un tema tabú, es la religión. Si hay algo que nunca vamos a escuchar en una FM (a no ser para hacer bromas) son referencias a la oración, a la misa, al cristianismo. Todos entusiasmados ante los avances en la educación (basta de enseñar a los chicos esas idioteces de Dios; ahora "el Estado" se encarga de ellos y les enseña las cosas que importa -quieran o no quieran- : más útil es el preservativo que el catecismo; más interesantes son las prácticas sexuales alternativas que los padrenuestros). Los kioscos rebalsan de revistas para gays, para psicoanalistas, para yuppies, para cocineras, para progresistas militantes, para cultivadores de bonsai ... para todo los gustos excepto para los que quieran ser buenos cristianos. Revistas para padres, que les enseñan todo lo que ellos deben enseñar a sus hijos: hijos que necesitan saber todas las cosas, excepto quién es Dios.
Etc etc etc.

De pronto, algún medio progre italiano manda la voz de alerta: "Ojo que parece que el Vaticano quiere ajustar las clavijas contra los abusos en la liturgia: progresistas del mundo, uníos. Protesten, hagan ruido".
Y Clarín (siguiendo las consabida consigna: "Nunca dejar que la verdad estropee un buen titular") pone el titular espeluznate "Prohibirían las guitarras en misa", y asigna -como si se tratara de un golpe de estado- tres periodistas para que digan lo suyo (todos lo mismo, claro está). La Nación aporta más de lo mismo, con el caso de la pobrecita niña de 12 años que cree en la igualdad del hombre y la mujer y que ... (basta) y el siempre presente Ignacio López. Pero eso no es nada.
Me dicen que en nuestra laicísima TV y radios ayer surgieron, no se sabe de dónde, multitudes de periodistas indignados que increpaban a sacerdotes, dándoles lecciones de caridad cristiana.
Y que hasta el mismísimo Pergolini se ha quejado y recordaba con afecto (bueno...) las cancioncitas miseras con guitarras de "sus tiempos" ("No hay espinas sin rosaaas"...); a tales canciones, tales frutos, podríamos decir. Y de paso también se ha quejado de que la Iglesia no despida al Papa (ya que la Iglesia es una empresa importante -maneja mucha plata-, y debe tener un CEO activo y eficiente, dónde se ha visto...!).

Emocionante esa preocupación pastoral de los medios, esa solidaridad con el dolor de tantísimo católicos fervientes que verán su corazón destrozado si el Vaticano (con el látigo) no les permite seguir cantando el padrenuestro con música de Simon & Garfunkel, improvisando los textos de la misa, y poniendo esos toques informales que hacen a la misa algo menos aburrido... viste...
Y yo dudaba de vivir en un país católico!

Igual, quiero hacer unas observaciones al articulito de Paula Lugones. (Paula Lugones: no sé quién sos; pero si realmente escribiste eso, estás mintiendo a miles de personas, en nombre del cristianismo; no quisiera estar en tu lugar, Paulita).

    Hace muchos años se consideraba un sacrilegio que el sacerdote diera misa parado de frente a sus fieles.

    [Hace algunos (no muchos) años, el sacerdote del rito católico latino debía decir misa de espalda a los fieles. Eso es todo. La palabra "sacrilegio" no tiene nada que hacer allí. ]

    La liturgia se fue flexibilizando

    [ La liturgia no "se fue flexibilizando". Simplemente cambió. Al que lee eso, Paulita querida -y por eso te digo que estás mintiendo- le estás enseñando que antes había menos flexibilidad que ahora; y sabés que no es así. Antes no podía decir misa de frente, y ahora no puede darla de espalda. Como no puede ("un sacrilegio", si te gusta) decirla haciendo la vertical o sentándose sobre el altar.]

    ... y décadas después, bendecidas por el progresista Concilio Vaticano II

    [que adjetivo, Paulita!... lástima que te guste más a vos que al mismo Concilio, me parece]

    las guitarras, los aplausos y los bailes se fueron "colando" en las parroquias.

    [podrías decirme en qué documento el Concilio bendijo esas cosas, Paulita ?]

    Quizá parezcan detalles en el marco de una misa, donde los símbolos importantes son otros. Pero lo que el Vaticano calificaría como "abuso litúrgico" funciona, de alguna manera, como instrumento para acercar la religión a la gente.

    [ ah, la música y los gestos en misa no son importantes? no vayas a leer los documentos de tu querido Concilio... Ahora, no hay dudas que los "abusos" puede servir "de alguna manera" para acercar a la gente a la iglesia; imagino que también poner televisores puede aumentar la concurrencia; o, más que monaguillas, poner conejitas con poca ropa... pero, Paulita, se trata de los abusos son abusos contra el culto que se debe a Dios, y que no sirve atraer gente a la iglesia con abusos, porque así no los atraés a la Iglesia]

    ...En momentos en que cada vez es más difícil convocar a nuevos adeptos, no sería raro que el documento desalentara la participación de mujeres y jóvenes en la Iglesia.

    [Traducción: es cuestión de marketing. Perfecto. Ahora nos entendemos. Guardate esos adeptos, Paulita.
    Ahora... no estoy seguro de entender por qué serían espantadas las "mujeres y jóvenes" al hacer más reverente la liturgia. No es lo que dice mi limitada experiencia. Y por cierto, todos estos que protestan y que manejan los medios me parecen más grandecitos que los que siguen al Papa en las jornadas de la juventud, por ejemplo... Pero todo puede ser.
    Por mi parte, ya quisiera yo (y creo que muchos más jovenes y muchas más mujeres de lo que estos viejos periodistas progresistas creen, tambien lo quieren) una liturgia adulta y viril. ]

Bueno. Pero, repito, todo lo que dicen los medios de esto, sólo dice algo significativo sobre los propios medios. Sobre el tema original, sobre los abusos litúrgicos, de eso ya he hablado (más en particular que en general otra vez). Un lector me pide mi opinión sobre el tema en general... tal vez mañana.

Sobre el caso particular de este sospechoso "latigazo doctrinal" del Vaticano: cuando venga, veremos. Parece un montón de ruido y pocas nueces, sólo para agitar ánimos (y ya ven...). Me parecería bien que el Vaticano pusiera un poco de orden en la liturgia, eso sí; pero me gustaría más que de eso se encargaran los obispos, que es cosa de ellos. Y más todavía me gustaría que no hubiera necesidad de poner orden.
Lo de las guitarras me parece una ridiculez. El Vaticano no va a prohibir las guitarras (y Clarín lo sabe, pero... hay que lograr 'hits').
-Pero, suponiendo que lo inesperado sucediera y que efectivamente las prohibiera ?
-Dejate de joder, no tiene sentido...
-Pero a vos te revientan las guitarras.. no te gustaría ?
-No, no me gustaría. Me gustaría -y hasta por ahí nomás- que desaparecieran de las misas, sí. Pero eso no depende -ni puede ni debe depender- del Vaticano. Y las guitarras en sí no tienen mayor importancia. Lo que tiene importancia es la irreverencia.... pero esto queda para mañana.

hernan     (#002172)     24/09/2003  
 
Tener -desde hace un par de meses- una librería de usados frente al trabajo, es para mí una maldición (para colmo, se trata de una librería con mucha circulación y mucho recambio).
padre brown Uno de mis muchos pecados recientes fue comprar ($3 !) un tomo que ya tenía de las historias del Padre Brown , de Chesterton. Simpática edición, de una editorial vieja que editaba colecciones de humor, uno de los pocos que tradujo a Wodehouse...
Aunque el dibujo de tapa me chocó un poco... me lo imaginaba un poco más regordete al padre Brown; pero pensándolo un poco, acaso no esté mal... Chesterton solamente dice que era bajito de estatura, creo... no ?

De todas maneras, debo confesar que los cuentos del Padre Brown nunca me terminaron de convencer; en general, la narrativa de Chesterton me gusta mucho menos que su ensayística, sus personajes no me caen del todo bien. Alguna incapacidad mía, probablemente. Hay tantos lectores mejores que yo que lo ven distinto...

Además del tratamiento de los personajes, la trama lógica de algunos cuentos a veces "no me cierra". De nuevo, acaso sea defecto mío.
Por ejemplo: (esto es para los que lo leyeron) en "La cruz azul" (el primer cuento): por qué cornos al final Flambeau, cuando se revela como ladrón, le pide la cruz al Padre Brown, si él (como se ve un par de párrafos abajo) en esos momentos cree tenerla encima ? Nunca pude entenderlo.

hernan     (#002171)     24/09/2003  

Martes, 23 de Septiembre de 2003
 
No, no, no, no insistan. Ya demasiado espacio le he dedicado a las informaciones de Algarañaz.
El que quiera perder el tiempo , lea y vea y aprenda, sobre guitarras prohibidas [sic], sobre temibles reaccionarios-rígidos-tradicionalistas-"ultramontanos" [sic] que desalientan a los jóvenes y a las mujeres -viejas, es de creer- de buena voluntad que se quieren acercar a la iglesia (... a escuchar guitarras) y que contradicen el ecumenismo, al "inolvidable-progresista-revolucionario concilio vaticano 2"... etc, etc, etc.

Nada nuevo: el que quiera enterarse de lo que dice el Vaticano, no pretenda saberlo leyendo Clarín.

hernan     (#002170)     23/09/2003  

Lunes, 22 de Septiembre de 2003
 
Hace un tiempo, Clarín (supongo que lo mantienen, hace rato que no leo el diario en papel) metió en su segunda página una especie de valoración positiva/negativa de algunas noticias seleccionadas mediante un semáforo. Luz verde para las noticias "buenas", roja para las "malas".
Entrecomillo porque, en verdad, es un poco problemático compatibilizar esa función de juez con la supuesta objetividad de un medio supuestamente neutral.
Clarín se las arreglaba (arregla) combinando noticias inequívocamente buenas o malas para la religión democrática standard (con lo cual casi ningún lector disentirá; Pinochet dijo [...]: luz roja), y otras donde la categorización "bueno" y "malo" traspone sin dificultad (los lectores están perfectamente acondicionados) a la de "éxito" y "fracaso" (desempeños deportivos, por ejemplo).

Esta noticia no mereció semáforos; claro, no se trata de Clarín, y con los hechos religiosos (en el sentido tradicional de la palabra) no interesa opinar.
También, es verdad que si los semáforos los tuviera que poner uno... no sabríamos cuál poner. Bah, yo pondría los dos.

    "Más de 150.000 jóvenes de distintas provincias del Nordeste partieron hoy hacia la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, en la edición número 24 de la tradicional peregrinación en honor de la denominada Virgen Morena


    ...[la peregrinación] se realiza con el lema :
    "Porque tenemos limitado el desarrollo pleno de nuestras vidas"
Buena idea, para alguna de esas versiones de los evangelios en "lenguaje moderno":
... «Y al ver pasar a Jesús, los leprosos clamaron:
-Hijo de David! Ten piedad de nosotros! Tenemos limitado el desarrollo pleno de nuestras vidas!»
hernan     (#002168)     22/09/2003  
 
    ... Odiarse es más fácil de lo que se cree. La gracia es olvidarse.
    Pero si todo el orgullo muriera en nosotros, la gracia de las gracias sería apenas amarse humildemente a sí mismo, como a cualquiera de los miembros dolientes de Jesucristo.

    G. Bernanos - "Diario de un cura rural"

hernan     (#002167)     22/09/2003