Tom de Disputations viene trayendo una interesante serie de 1 - 2 - 3 - 4 - 5 entradas sobre el tema de la salvación universal (universalismo ?): la doctrina/opinión de que, al final de los tiempos, todos los hombres serán salvos, ninguno irá al infierno.
Pongo acá todos los links juntos, no sólo para recomendar su lectura sino para empujarme a mí mismo a leerlo a fondo.
Hay un libro bastante conocido (y discutido entre sus colegas teólogos)
sobre el tema de von Balthasar, desde distinta posición
a la de Tom aunque no contradictorias... creo
(si no me equivoco, Tom tiende a negar que haya fundamentos
para afirmar que todos serán salvos; von Balthasar
se dedica a negar que la proposición contraria
"Al final de los tiempos, N hombres se condenarán
al infierno por toda la eternidad ....con N > 0"
deba necesariamente creerse: es decir, que no se desprende
como un corolario de la doctrina católica).
No es cuestión tan sencilla como parece. Seguimos otro día.
Revisando los registros de referrers (links por los cuales la gente entró a la página) me intriga cuando encuentro accesos desde un webmail (Hotmail, Yahoo, etc)...
Uno imagina que alguien le pasó el link a un amigo... como recomendación: el link de este blog, al pie de un mensaje que dice algo como: «Mirá esta página que encontré, esta buenísima!». Y uno se pone contento...
Pero, claro... con sólo pensarlo un poco más, uno comprende que es igualmente probable que el mail diga algo como: «Mirá esta página, qué ridiculez ! No se puede creer, hay cada nabo escribiendo gansadas en Internet!».
He visto varias veces -sobre todo en las misas de mis vacaciones- que algunos curas parten por la mitad la Hostia en el momento de la consagración, durante las palabras "tomó el pan, lo partió... " . Si no me equivoco (soy muy ignorante en estas cuestiones litúrgicas) lo normal es hacerlo bastante más adelante, en el "Agnus Dei" ("Cordero de Dios"....).
Alguno sabrá aclararme la cuestión ?
De paso, creo haber detectado una correlación significativa entre lo anterior y esta otra innovación: decir "El Señor está con ustedes" en lugar de "El Señor esté con ustedes".
Y de paso otra vez: yo trato -les juro que trato- de
mirar con buenos ojos (de escuchar con
oídos bien dispuestos) esos cantitos de misa;
trato de buscarle el lado legítimo -y hasta de
compenetrarme un poco- de esa onda exhuberante, de
rasgueos rockanroleros, (bien rápido y bien fuerte!).
Bueno.
Pero... ¿ seré muy amargo o "tradicional" si les digo que
no soporto esa onda para el Agnus Dei ?
Me resulta imposible cantar "Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros" en un Allegro molto agitato;
no puedo bailar un rockanrol mientras digo eso.
Ese exaltación de propaganda de gaseosa, ¿es compatible
con la invocación a un "cordero" sacrificado
por nuestros pecados ? ¿Están pensando lo que
dicen, y lo que está pasando en el altar ?
Es problema mío ? Hay algo que se me escapa ?
Sta. Teresita:
< 8 >
De una carta a Celina (6 de julio de 1893). Es una de las épocas más expansivas de Teresa.
-
... ¿Cómo te atreves a decir que has sido olvidada o menos amada que las otras?
Yo te digo que has sido escogida de manera privilegiada, que tu misión es tanto más bella cuanto que, siendo el ángel visible de nuestro padre querido [*], eres a la vez la esposa de Jesús.
«Es verdad -piensa tal vez mi Celina-, pero en definitiva yo hago por Dios menos que las
otras, tengo muchos menos consuelos, y por lo tanto menos méritos».
«Mis planes no son
vuestros planes», dice el Señor. El mérito no consiste en hacer mucho ni en dar mucho,
sino más bien en recibir, en amar mucho... Se ha dicho que hay más felicidad en dar que
en recibir, y es verdad; pero cuando Jesús quiere reservarse para sí la felicidad de dar,
no sería educado negarse. Dejémosle tomar y dar todo lo que quiera.
La perfección
consiste en hacer su voluntad y al alma que se entrega enteramente a él el mismo
Jesús la llama "su madre y su hermana" y toda su familia.
Y en otra parte: «Si alguien me
ama, guardará mi palabra (es decir, cumplirá mi voluntad), y mi Padre lo amará, y
vendremos a él y haremos en él nuestra morada».
¡Ay, Celina, qué fácil es agradar a Jesús, cautivar su corazón! Lo único que hay que hacer es amarle sin mirarse uno a sí mismo y sin examinar demasiado los propios defectos...
Conservatism and Catholicism: un texto breve de Robert Gotcher en HMS; una crítica interesante a la derecha yanqui hecha en nombre del catolicismo y "desde adentro" (que suelen ser las únicas críticas interesantes: luchar contra los pecados y las tentaciones propias -sean individuales o colectivas, más que contra las ajenas).
Sta. Teresita:
< 7 >
La instancia estética:
Imposible para mí renunciar -y no he renunciado-
a detenerme en la objeción estética,
cuando se trata de los escritos de Teresita.
A la objeción «Teresita será una gran
santa, pero su estilo es feo», los tipos
infectados de literatura sólo atinamos a defenderla
intercambiando los términos,
(«su estilo es feo, pero es una santa»)
sin dejar de admitir la piedra de escándalo.... estético.
Es un problema real ?
Es difícil decirlo. Monodialoguemos:
A - La instancia estética es válida, pero en su plano;
cuando pasamos al plano religioso, deja de tener peso...
B - Pará : eso de subir de un plano al otro no implica
eliminar ni despreciar al anterior, sino sublimarlo;
es como eso de que "la gracia perfecciona la naturaleza".
Lo feo, sigue siendo feo; y es un defecto, sin vueltas.
A - Seguirá siendo feo, pero, en ese plano superior,
es una fealdad que no afecta en nada la "plenitud"
de la cosa. Es como si me dijeras que la perfección
de una poesía pudiera ser objetada porque la edición
del libro es fea, el papel es malo, etc. Ciertamente
esos son defectos, pero no tocan en absoluto a la poesía.
Y así...
B - La comparación no aplica. La santidad (y otras "plenitudes"
análogas) son necesariamente afectadas si fallan
en su "belleza". A Leon Bloy, cuando se quejaba
de que tal o cual pensamiento estaba mal expresado,
alguien le objetaba: «Si el pensamiento es verdadero,
su forma de expresión no importa»; Bloy respondía
(más o menos) «De última, la Verdad está en la Gloria;
si un pensamiento falla en la Belleza
de la expresión, no está en la Gloria, y por
lo tanto no está plenamente en la Verdad».
A - Demasiado plátonico para mí... y para el cristianismo,
si no me equivoco. En este mundo caído, lo alto
se revela -muchas veces- en lo bajo, no hay plenitudes
auténticas que puedan integrar los distintos planos.
Acaso no aplica la Iglesia los versos de Isaías
«No tenía belleza ni apariencia que agradara» al mismo Jesús ?
Dirías que esa falta de belleza es una falta de plenitud ?
B - Esa aplicación es parcial, para el Jesús doliente;
no implica que Jesús "fuera feo" (qué idea!)...
A - Sin embargo, algunos santos y visionarios han dicho que...
B - Digan lo que quieran. La misma Teresa, con su devoción
por la Santa Faz, (y por ese canto de Isaías) te respondería
que "Jesús es hermoso". Jesús asume todas nuestras miserias,
pero no el pecado, de ninguna manera.
A - Y con eso qué ? Dirías que la pobreza literaria
de Teresita no es una "miseria" sino un "pecado"?
B - Humm... probablemente ... :-)
A - Bah; del demonio de los estetas, líbranos Señor...
En realidad, el problema -que en efecto me resulta inextricable- sólo tiene alguna importancia psicológica para los míseros empachados de estética, como uno. Lo cual no es de ningún modo sinónimo de sensibilidad artística; hace poco mentábamos a Bernanos, artista de primera y que parece no haber tenido problemas por ese lado.
En el otro rincón, recuerdo el caso
de Thomas Merton (artista también, aunque
menor que Bernanos; y que probablemente
falló de alguna manera en su vocación,
sea a la santidad, al arte o a lo que sea).
Recordaba nebulosamente haber leído algo
de él sobre el tema, pero desesperaba de encontrar la referencia
entre los varios libros... pero hete aquí
que, después de bastante tiempo,
abro "La montaña de los siete círculos"
y justo acierto la página ! Un pequeño milagrito
(libresco), y ya estoy escaneando.
Ahí va. Se ven las afinidades, espero;
y viene bien además para aclarar que la dificultad
estética no es exclusivamente literaria.
Igual, no estoy seguro de estar de acuerdo con
todo...
Sta. Teresita:
< 6 >
Infancia I (4-10 años)
Teresa pone como segunda parte de su vida
el período que va entre la muerte de su madre
(4 años) a la "gracia de Navidad" (13 años)
que vendría a terminar su infancia.
Los hechos principales son:
- 4 años: "adoptada" por Paulina ; establecimiento en "Los Buissonnets"
- 7 años: primer confesión ; visión del padre velado
- 8 años: en el internado de las benedictinas
- 9 años: Paulina entra al convento carmelita
- 10 años: enfermedad (antes y después de Pascua): curación por "la sonrisa de la Virgen"
- 11 años: primera comunión y confirmación
- 12 años: escrúpulos durante año y medio
- 13 años: abandona el internado -
María entra con la carmelitas y Leonia con las clarisas ; tristeza -
oración a sus hermanos y curación de los escrúpulos - Navidad de 1886: la gracia de la Navidad
A la muerte de su madre, Teresa elije a Paulina como mamá adoptiva; ella será quien le enseñe a leer y escribir a los 6 años. La familia, que se ha mudado de Alencon a Lisieux (a una casa llama "Los Buissonnets") es feliz; Teresa quiere y es querida. Tiene una intimidad enorme (que nunca se alterará) con Celina, su inseparable.
Es, sin embargo, tímida con los extraños; al entrar al internado de las benedictinas, le cuesta integrarse. [*]
Con Paulina han fantaseado con la idea de irse "al desierto", a imitación de los monjes antiguos que leían en el santoral. Pero de pronto, su "madre" decide entrar en el convento de las carmelitas de Lisieux (monjas contemplativas, convento de clausura: significa esto que nunca más saldrá Paulina de allí, y sólo la podrá ver y hablar esporádicamente "tras la reja").
Descubrir lo que significa en realidad "irse al desierto", es un golpe duro para Teresa ( «He perdido a Paulina!»,se dice). Conmocionada por la separación, un día que su padre ha viajado a París con María y Leonia, Teresa tiene su primer crisis de enfermedad nerviosa: se repone para la "toma de hábito" de Paulina, pero en seguida recae. Cada vez más grave, los médicos desconcertados (Teresa parece idiota, tiene temblores, no puede hablar; aunque no pierde la conciencia ni los sentidos).
Todo es tan raro, que la misma Teresa más tarde se atormentará con la duda: hubo algo de "fingimiento" en su enfermedad ?
-
No es extraño que temiese haber fingido estar enferma sin estarlo de
verdad, pues decía y hacía cosas que no pensaba. Parecía estar en un
continuo delirio, diciendo palabras que no tenían sentido, y sin
embargo estoy segura de que no perdí ni un solo instante el uso de la
razón... Con frecuencia me quedaba como desmayada, sin hacer el menor
movimiento; en esos momentos, me habría dejado hacer todo lo que
hubieran querido, incluso matarme; sin embargo, oía todo lo que se
decía a mi alrededor, y todavía me acuerdo de todo. En una ocasión me
aconteció estar mucho tiempo sin poder abrir los ojos, y abrirlos un
instante al encontrarme sola...
Pienso que el demonio había recibido un poder exterior sobre mí, pero que no podía acercarse a mi alma ni a mi espíritu, a no ser para inspirarme grandísimos terrores a ciertas cosas, por ejemplo a las medicinas sencillísimas que intentaban en vano hacerme tomar..
-
Un domingo ... María salió al jardín,
dejándome con Leonia, que estaba leyendo al lado de la ventana.
Al cabo de unos minutos, me puse a llamar muy bajito: "Mamá... mamá". Leonia, acostumbrada a oírme llamar siempre así, no hizo caso. Aquello duró un largo rato. Entonces llamé más fuerte, y, por fin, volvió María. La vi perfectamente entrar, pero no podía decir que la reconociera, y seguí llamando, cada vez más fuerte: "Mamá..." Sufría mucho con aquella lucha violenta e inexplicable, y María sufría quizás todavía más que yo. Tras intentar inútilmente hacerme ver que estaba allí a mi lado, se puso de rodillas junto a mi cama con Leonia y Celina. Luego, volviéndose hacia la Santísima Virgen e invocándola con el fervor de una madre que pide la vida de su hija, María alcanzó lo que deseaba...
También la pobre Teresita, al no encontrar ninguna ayuda en la tierra,
se había vuelto hacia su Madre del cielo, suplicándole con toda su alma
que tuviese por fin piedad de ella...
De repente, la Santísima Virgen me pareció hermosa, tan hermosa, que yo
nunca había visto nada tan bello. Su rostro respiraba una bondad y una
ternura inefables. Pero lo que me caló hasta el fondo del alma fue la
"encantadora sonrisa de la Santísima Virgen".
En aquel momento, todas mis penas se disiparon. Dos gruesas lágrimas brotaron de mis párpados y se deslizaron silenciosamente por mis mejillas, pero eran lágrimas de pura alegría... ¡La Santísima Virgen, pensé, me ha sonreído! ¡Qué feliz soy...! Sí, pero no se lo diré nunca a nadie, porque entonces desaparecería mi felicidad.
Manuscritos autobigráficos: ( A Cap III)
Más material
Sta. Teresita:
< 5 >
"Todo es gracia" : Teresa y Bernanos
Ya conté algo de mi admiración por Bernanos; tendría que hablar más de él algún otro día (por ahora baste esto: alguien -Malraux creo- dijo que era el único novelista francés que podía compararse con Dostoyevsky en profundidad espiritual... y me parece buena comparación).
Resulta que este tipo, con su literatura angustiante, profunda y densa, fue uno de los muchos seducidos por Teresita; cosa que descubrí -con un poco de sorpresa- en estos días.
Comenté una vez sobre su novela
"Diario de un cura rural", a propósito
de su versión en cine por Bresson
(una especie de hermano artístico, también
con sus tendencias jansenistas...).
Los que la vieron o leyeron, recordarán
que el cura muere, solo, enfermo y "fracasado"
murmurando una frase que es como la clave
de la obra: "Todo es gracia".
Pues bien, la frase
(como lo aclara el mismo Bernanos);
es de Teresa; que también
la pronuncia en su agonía. Sus hermanas
esperaban que su muerte no fuera imprevista,
para tener tiempo de darle
la Extremaunción, y morir en presencia de ellas...
[y así fue] ; pero Teresa les dice:
-
Si una mañana me encuentran muerta, no sufran:
será simplemente que papá Dios me ha venido
a buscar. Sin duda es una gracia enorme
recibir los sacramentos; pero si Dios no
lo permite, también está bien; todo es gracia.
(Ultimas conversaciones - 5.6.4)
Pero su afinidad con Teresita no se da sólo por ahí; esta página (en inglés) analiza sobre todo la influencia en el personaje principal de "Diálogos de Carmelitas", y aporta muchos comentarios muy interesantes.
(Aunque no tenga mucho que ver con esto: me impresionó leer lo de la carta que Artaud (!) le envió; si juntamos eso con el itnercambio que tuvo con Simone Weil... qué grande!).
Y acá afirma que Bernanos tenía alguna reliquia de Teresa.
Vuelvo a lo de «Todo es gracia».
Buscando por Internet, encuentro que alguno
le adjudica el "copyright" de la frase a San Pablo.
¿Cómo?
Bueno, resulta que en la Carta a los Romanos,
4:16, dice algo que varía bastante según la traducción,
pero que en alguna se puede leer : "todo es don".
¿ Es lo mismo ? Es lo mismo "don" y "gracia" ?
Estrictamente hablando, no,
dicen los que saben. Pero las dos
palabras tienen diversas acepciones; en el sentido en
que la usa Teresa, creo yo que puede reemplazarse
"gracia" por "don" sin alterar demasiado el sentido
(pero no estoy seguro): en los dos casos se trata
de un regalo, que se da gratuitamente y por el bien
del destinatario. Pero me resulta más dudoso
que San Pablo esté pensando en lo mismo, creería que no.
Pero acaso alguno que sepa más que yo (no es mucho decir, le garanto)
me pueda orientar.
Como sea, la frase de Teresa es hermosa.
...Saber que todo lo que nos cae encima, lo bueno y lo malo,
son cosas que nos regala el Padre que nos quiere,
y que siempre debemos agradecer; y que
lo que nosotros hacemos, lo que nosotros "damos" a Dios
(y también lo que no-hacemos y no-damos, cuando eso
es pobreza aceptada y no egoísmo)
en realidad también es un regalo que él no dio primero
y que nosotros le devolvemos: (el hijo que regala
al padre uno de sus juguetes).
Lejos estamos, en estos tiempos, de eso.
No queremos ser niños que reciben regalos,
somos gente grande y "tenemos derechos";
y "derechos de autor" sobre nuestras obras, también.
Ojalá al final sepamos ver, con la misma
alegría del Niggle de Tolkien, que lo que hacemos
(nuestra vida, por lo pronto) "es un don".
Un comic con la vida de San Agustín:
1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11 - 12 - 13 - 14 - 15
Aunque la mona se vista de seda, mona queda. (Y más ridícula)
A tener en cuenta por los "conjuntos de guitarras" de las misas de domingo (ay, las misas de domingo!...) que acaban de descubrir que, en lugar de terminar la "canción" cayendo del Sol7 a la tónica Do, pueden causar sensación yendo al Fa, para despúes sí terminar en el Do (efecto que algunos logran empeorar con un innecesarísimo agregado de Dominante-Tónica).
Cadencia plagal que le dicen.
Siempre que oigo eso me acuerdo de esa definición de un vocabulario musical
-
Cadencia: donde todos creen que la canción termina, y no.
Claro que es muy cómodo de mi parte -y no muy inteligente- criticar lo de Rod Dreher y lo que él representa, desde acá; la gracia es hacerlo desde allá (y no hablo sólo de geografía).
Pero hoy veo que así lo hacen -y muy bien- desde allá Gregory Popcak y Kevin Miller en HMS. Bien.
También vale la pena leer esto y esto sobre la guerra.
Sta. Teresita:
< 4 >
Historia de "Historia de un alma"
El libro que dio su primera fama a Teresa fue la
"Historia de un alma"; y es su obra
más conocida y seguramente más importante.
Sin embargo, si uno va a un sitio que tiene las
obras de Teresa como
éste, o si compra sus obras completas en una edición
moderna, no lo encontrará.
Por qué ?
Una primera respuesta es: cambiaron el título, lo que antes era "Historia de un alma" ahora se titula "Manuscritos autobiográficos" (o simplemente "Manuscritos").
Pero es respuesta inexacta. Es un pequeño lío editorial,
que confunde un poco. La cosa es así:
Los "Manuscritos" que se encuentran hoy,
(fieles, y cotejados con los originales) consta
de tres partes -o cuadernos-, escritos
en distintas épocas:
El caso es que, por (buenas o malas) razones que
no vienen al caso, se editó con muchos retoques,
para hacer parecer que todos seguían una hilación
e iban dirigidos a la misma persona; y además
de algunos agregados y supresiones, se cambió el
orden de los últimos dos manuscritos.
Años después, y con dificultades (luchas contra monjas
y lectores ... el manuscrito se salvó de que lo quemaran
por un pelo) se logró editar el texto según los originales;
desde 1956, esa edición (con este título) es la que vale.
La original "Historia de un alma" se sigue encontrando, sin embargo,
por cuestiones históricas... (de hecho, esa fue la que conocí yo).
Los Manuscritos Autobigráficos (ex Historia de un Alma ... se entendió?) pueden leerse acá.
Sta. Teresita:
< 3 >
Del libro de Hans Urs von Balthasar, "Teresa
de Lisieux: Historia de una misión", saco algunos
párrafos (y no será la última vez). Esta vez, sobre
el ambiente familiar en que creció Teresa.
El libro -estudio teológico, no hagiográfico-
por suerte no cae en la retórica panegírica
y rimbombante; no todos son piropos (incluso
tira algunas "objeciones" que son de notar... otro
día). Pero cuando se trata de la familia, von Balthasar
pinta lo que pintan todos: una familia privilegiada;
al punto que el lector se verá tentado a "excusarse":
«eh, bueno, así cualquiera es santo; pero no todos
tenemos esos privilegios, casi nadie ...; » .
-
Dígase y piénsese lo que se quiera del grado de cultura, de la
mediocridad y gustos burgueses de la familia Martin;
lo cierto es que a
la estrechez cultural de Luis y Celia Martin no corresponde en manera
alguna pareja estrechez religiosa.
Los padres de Teresa no son «cristianos burgueses». Son personas profundamente piadosas, cuya religiosidad brota de fuente viva, pues buscan con toda la sinceridad de su corazón la voluntad de Dios y aspiran a cumplirla en todo.
No hay en esta casa ni tibieza ni formalismo. Lo que nos incomoda, el estilo de vida de «pequeña burguesía», el mal gusto, no es otra cosa que el regalo general de la época, y si esta circunstancia del tiempo configura también muchas de las prácticas religiosas de la familia, no enturbia, sin embargo, para nada la fuente de la auténtica y borbotante piedad.
La prueba está en que, en su posterior desenvolvimiento, jamás tiene
Teresa que hacer el más leve esfuerzo para corregir nada, para
desprenderse violentamente de formas piadosas sin vida.
Teresa no
conoce la crisis que tienen que atravesar muchos jóvenes de romper por
entre una tradición familiar que se ha hecho vacía para dar con la
verdad de la vida cristiana.
Si es cierto que el paso del mundo al
estado religioso no puede jamás darse sin dolor -el dolor que el niño
de doce años depara a sus padres, el dolor de la despedida de Nazaret y
el dolor, más profundo aún, de la repulsa de María con sus parientes,
dolores que son parte esencial de la pasión redentora-; sin embargo,
Teresa no se siente nada dañada ni desgarrada por este dolor.
Del modo
más maravillosamente orgánico y suave realizan padre e hija la más
cristiana de las separaciones, ambos con la más sencilla fe y con la
plena certeza de la rectitud de lo hecho. La manera como realiza Teresa
la transición, y cómo, con ocasión de ese paso suyo, se hace patente la
esencia de los estados de la Iglesia, de la conducta en ellos, de la
elección y de la realización, es tal vez la hoja más importante del
libro de su existencia teológica.
En ella cabe leer concretamente la
tan enterrada y preterida doctrina de la Iglesia sobre los estados y
sólo espera que se la formule en conceptos.
-
Teresa nace dentro de un
mundo familiar, que se convierte para ella inmediatamente y de modo
permanente en una imagen del cielo. En la familia, en sus leyes,
relaciones y acontecimientos, aprende ella, como en una cartilla
ilustrada, a deletrear las realidades del cristianismo. Todo es, en
este libro, concreto, todo habla inmediatamente, de modo inteligible;
está compuesto en aquella lengua que Dios ha inventado propiamente para
los niños pequeños. No hay peligro que el niño se quede por mucho
tiempo parado en la letra y no penetre el espíritu y el sentido que en
ella late. La imagen brilla, la letra significa, y el niño aprende
inmediatamente el sentido, contemplando la imagen y oyendo la palabra.
Una contemplación simbólica, una comprensión de conjunto precede en el
desarrollo al pensar abstracto, y garantiza la recta orientación del
despertar del espíritu.
El mundo es un sacramento total, lo fenoménico en él es un símbolo eficaz del espíritu de Dios que obra a través del fenómeno y de la materia.
Ayer, primer domingo de cuaresma, en misa se leyó el texto de cuando Jesús ayuna en el desierto y es tentado por Satanás.
Del discurso del Papa (casi siempre más jugoso que el sermón del cura, o las proclamas de los obispos):
-
... sólo se puede preparar el camino de la justicia y de la paz, tanto a nivel personal como en el ámbito social, purificando la conciencia.
En el contexto internacional actual se experimenta intensamente la exigencia de purificar la conciencia y de convertir el corazón a la auténtica paz.
En este sentido, es particularmente elocuente la imagen de Cristo que desenmascara y vence las mentiras de Satanás con la fuerza de la verdad, contenida en la Palabra de Dios.
En lo íntimo de toda persona, resuenan la voz de Dios y la voz insidiosa del maligno. Esta última trata de engañar al hombre seduciéndolo con la perspectiva de falsos bienes para alejarle del auténtico bien, que consiste precisamente en cumplir la voluntad divina. Pero la oración humilde y confiada, reforzada por el ayuno, permite superar también las pruebas más duras, e infunde la valentía necesaria para combatir al mal con el bien. La Cuaresma se convierte de este modo en un tiempo fecundo de entrenamiento del espíritu...
Sta. Teresita:
< 2 >
-
Es una niña que se emociona con mucha facilidad... Cuando hace
algún pequeño desastre, todo el mundo tiene que enterarse.
Ayer rasgó sin querer una esquinita del empapelado
y se puso que daba lástima; había que decirlo enseguida
a su padre. Cuando él llegó, cuatro horas después,
ya nadie se acordaba de lo sucedido, pero ella
fue corriendo a decirle a María: "Dile
a papá que rompí el papel". Y allí estaba ella, de pie,
como un criminal que espera su condena; es que tiene
su teoría de que, si se acusa, la perdonarán más
fácilmente.
Familia:
Los padres de Teresa, Luis Martin y Celia Guerin,
habían
probado la vida religiosa de jóvenes, sin éxito;
se casaron en 1858 y tuvieron ocho hijos.
Tuvieron nueve hijos, de los cuales cuatro murieron niños.
De los cinco restantes, todos mujeres, Teresa era la menor.
Los de las hermanas (y diferencias de edad con Teresa) son:
María (13), Paulina(11), Leonia (10), Celina(4).
Ya hablaremos más de ellas.
Primera infancia:
En sus recuerdos (Historia de un alma, primera parte)
Teresa divide su vida en tres partes; la primera,
hasta la muerte de su madre; o sea, hasta los cuatro años.
Parece demasiado corto -y temprano- el período; pero ella dice
tener mucha memoria de esos años.
Vivían en Alencon (Normandía); sin problemas económicos al parecer, aunque la madre antes del matrimonio trabajaba, y había montado un taller de encaje. Sin dudas, una familia muy feliz, y algo cerrada en sí misma.
Cuando la madre muere, el padre decide mudarse con la familia
a Lisieux: allí vivía su cuñado. Isidoro Guerin
con su esposa e hijas (María y Juana Guerin). Los tíos
y primas ocuparán un lugar importante (aunque secundario)
en la vida familiar de Teresa. Y el tío
-que, de paso, dirigía un diario católico conservador-
será su tutor legal cuando el padre empiece a tener
problemas de salud mental....
Pero eso será dentro de más de diez años.
Por ahora, Teresa es feliz, queriendo y admirando a
su padre y a sus hermanas.
-
Estaba muy orgullosa de mis dos hermanas mayores, pero mi ideal de niña
era Paulina... Cuando estaba empezando a hablar y mamá me preguntaba
«¿En qué piensas?», la respuesta era invariable: «¡En Paulina...!»
Otras veces pasaba mi dedito por el cristal de la ventana y decía:
«Estoy escribiendo: ¡Paulina...!» Oía decir con frecuencia que
seguramente Paulina sería religiosa, y yo entonces, sin saber lo que
era eso, pensaba: Yo también seré religiosa.
("Historia de un alma" / "Manuscritos autobiográficos" A Cap I )