Artículo 1:
La verdad, ¿está o no está sólo en el entendimiento?
lat
Objeciones por las que parece que la verdad no está sólo en el
entendimiento, sino más bien en las cosas.
1. Agustín, en el libro Soliloq. rechaza la
siguiente definición de verdadero: Verdadero es lo que se ve;
porque, de ser así, las piedras que están en lo más profundo de la
tierra, porque no se ven, no serían verdaderas piedras. También
rechaza la siguiente: Verdadero es aquello que es tal como le
parece al que lo conoce, si quiere y puede conocerlo; porque, de
ser así, si nada pudiera ser conocido, nada sería verdadero. Y define
lo verdadero de la siguiente manera: Verdadero es lo que
existe. Por lo que parece que la verdad está en las cosas y no en
el entendimiento.
2. Lo que es verdadero, lo es por la verdad. Así, pues, si
la verdad está sólo en el entendimiento, nada será verdadero más que
cuando es conocido; y éste es uno de los errores de los antiguos
filósofos cuando decían: Es verdadero todo lo que lo
parece. De ser así, cosas contradictorias serían simultáneamente
verdaderas si a diversos pensadores simultáneamente les pareciera que
cosas contradictorias son verdaderas.
3. Como consta en I Poster.: Aquello de lo que depende una cosa es más que ella. Pero, tal como
dice el Filósofo en Praedicamentis: De que una cosa
sea o no sea depende que una opinión u oración gramatical sea
verdadera o falsa. Luego la verdad está más en las cosas que en el
entendimiento.
Contra esto: está lo que el Filósofo dice en VI Metaphys.: Lo verdadero y lo falso no están en las cosas, sino en el entendimiento.
Respondo: Así como se llama bien aquello a lo
que tiende el apetito, se llama verdadero aquello a lo que tiende el
entendimiento. La diferencia entre el apetito, el entendimiento o
cualquier otro tipo de facultad, está en que el conocimiento es tal
según está lo conocido en quien lo conoce; y el apetito es tal según
el que apetece tiende hacia lo apetecido. De este modo, el fin del
apetito, que es el bien, está en lo apetecido; pero el fin del
conocimiento, que es lo verdadero, está en el mismo entendimiento.
Como el bien está en la cosa, en cuanto que está relacionada con el
apetito; y por eso la razón de bondad deriva de la cosa apetecida al
apetito, por lo cual, si es apetito del bien se llama apetito bueno;
así también, como lo verdadero está en el entendimiento en cuanto que
hay conformidad entre éste y lo conocido, es necesario que la razón de
verdadero derive del entendimiento a lo conocido, como también se
llama verdadera aquella cosa conocida en cuanto que tiene alguna
relación con el entendimiento.
La relación que lo conocido tiene con el entendimiento puede ser
esencial o accidental. Es esencial cuando su propio existir depende
del entendimiento; y accidental en cuanto que es cognoscible por el
entendimiento. Ejemplo: Una casa tiene relación esencial con el
entendimiento de su constructor; y accidental con cualquier otro
entendimiento del que no dependa.
Pues bien, el juicio sobre una cosa se fundamenta en lo que es
esencial en ella, no en lo que en ella es accidental. Por eso,
cualquier cosa se dice que es absolutamente verdadera según la
relación que tiene con el entendimiento del que depende. Por eso
también, se dice que las cosas artificiales son llamadas verdaderas
por su relación con nuestro entendimiento. Así, se dice que una casa
es verdadera cuando se asemeja a la imagen que hay en
la mente del constructor; y que una frase es verdadera cuando expresa
un pensamiento verdadero.
Asimismo, se dice que las cosas son verdaderas por asemejarse a la
imagen de las especies que hay en la mente divina. Ejemplo: Se dice
que una piedra es verdadera piedra cuando posee la naturaleza propia
de la piedra, según la concepción previa existente en el entendimiento
divino. Por lo tanto, la verdad principalmente está en el
entendimiento; secundariamente está en las cosas en cuanto que se
relacionan con el entendimiento como principio.
Según todo esto, la verdad puede ser definida de varias maneras. Pues
Agustín, en el libro De Vera Relig., dice: La
verdad es aquello con lo que se pone al descubierto lo que algo
es. E Hilario dice: Verdadero es el ser que
desvela, que deja en evidencia. Todo eso se refiere a la verdad en
cuanto que está en el entendimiento. A la verdad de algo en cuanto
relacionado con el entendimiento pertenece la definición que Agustín
da en el libro De Vera Relig.: La verdad es
la semejanza total con el principio; en ella no hay ninguna
disimilitud. Y aquella definición que da Anselmo: Verdad es la rectitud sólo perceptible por la mente; pues
coherencia es lo que concuerda con el principio. También la definición
que da Avicena: La verdad de una cosa es la
propiedad del ser que está afincado en ella. Cuando se dice: Verdad es la adecuación entre objeto y entendimiento, esto incluye
los dos aspectos indicados.
A las objeciones:
1. Agustín habla de la verdad del
objeto, excluyendo, del concepto de este tipo de verdad, su relación
con nuestro entendimiento. Pues todo lo accidental queda excluido de
cualquier definición.
2. Los antiguos no sostenían que
las especies naturales provenían de algún entendimiento, sino de la
casualidad. Y porque consideraban que lo verdadero conlleva relación
con el entendimiento, se vieron obligados a construir la verdad de las
cosas en relación con nuestro entendimiento. De todo lo cual se
seguían una serie de inconvenientes que el Filósofo menciona en IV Metaphys. Estos inconvenientes no se dan si la
verdad de las cosas la constituimos en relación con el entendimiento
divino.
3. Aun cuando la verdad de nuestro
entendimiento está causada por el objeto, sin embargo, no es necesario
que la razón de verdad se encuentre primero en el objeto. Ejemplo: La
razón de salud no se encuentra antes en la medicina que en el animal;
pues el poder de la medicina, no su salud, causa salud, ya que no es
agente unívoco. Igualmente, el ser del objeto, no su verdad, causa la
verdad del entendimiento. Por eso, el Filósofo dice que
la opinión y la oración gramatical verdadera lo es Por aquello que
algo es; no Por aquello que algo es verdadero.
Artículo 2:
La verdad, ¿está o no está en el entendimiento que compone y
divide?
lat
Objeciones por las que parece que la verdad no está sólo en el
entendimiento que compone y divide:
1. El Filósofo, en el III De Anima dice que,
así como los sentidos, que captan lo sensible, siempre son verdaderos,
así también lo es el entendimiento, que conoce de algo aquello que
es. Pero la composición y división no están ni en el sentido ni en
el entendimiento que conoce lo que es. Luego la verdad no está
sólo en el entendimiento que compone y divide.
2. En el libro De definitionibus,
Isaac dice que la verdad es la adecuación entre el objeto y el
entendimiento. Pero así como el entendimiento de lo complejo puede
adecuarse a las cosas, también lo podrá hacer el entendimiento de lo no complejo, y también el sentido que siente una cosa como es. Luego la verdad no está sólo en el entendimiento que compone y divide.
Contra esto: está lo que dice el Filósofo en VI Metaphys.: Sobre lo simple y sobre lo que algo es no hay verdad ni en el entendimiento ni en las cosas.
Respondo: Como ya se dijo (
a.1), lo verdadero,
en cuanto a su primera razón, está en el entendimiento. Como toda cosa
es verdadera en cuanto que tiene la forma propia de su naturaleza, es
necesario que el entendimiento, en cuanto que conoce, sea verdadero en
cuanto tiene la imagen de lo conocido, que es la forma del
entendimiento en cuanto que conoce. Y por eso, la verdad se define
como la adecuación entre el entendimiento y el objeto. De ahí que
conocer tal adecuación sea conocer la verdad. Esto no lo conocen de
ninguna manera los sentidos; pues aunque la vista tenga la imagen de
lo visible, sin embargo, no conoce la adecuación existente entre lo
visto y lo que aprehende de él. No obstante, el entendimiento puede
conocer la adecuación existente entre él y lo conocido; pero no la
aprehende por conocer de algo
aquello que es, sino cuando juzga
que hay adecuación entre la realidad y la forma que de tal realidad
aprehende. Entonces, en primer lugar conoce y dice lo verdadero. Y
esto lo hace componiendo y dividiendo; pues en toda proposición, la
forma indicada por el predicado o la aplica a alguna cosa concretada
en el sujeto, o la separa de ella. Así, parece bien que sea verdadero
el sentido al sentir algo, o que lo sea el entendimiento conociendo de
algo
lo que es; pero no porque conozca o diga lo verdadero. Lo
mismo cabe decir de frases complejas o incomplejas.
Así, pues, la verdad puede estar en el sentido, o en el entendimiento
que conoce de algo lo que es, o en una cosa verdadera. Pero no como lo
conocido en el que lo conoce, que es lo que conlleva el nombre de verdadero; ya que la perfección del entendimiento es lo verdadero
como conocido. Por lo tanto, hablando con propiedad, la verdad está en
el entendimiento que compone y divide; no en el sentido o en el
entendimiento que conoce de algo lo que es.
A las objeciones: Está incluida en lo dicho.
Artículo 3:
¿Se identifican o no se identifican lo verdadero y el
ser?
lat
Objeciones por las que parece que lo verdadero y el ser no se
identifican:
1. Propiamente, lo verdadero está en el entendimiento, como se dijo
(
a.1). Y propiamente, el ser está en las cosas. Luego no se
identifican.
2. Lo que es aplicable al ser y al no ser no se identifican
con el ser. Pero lo verdadero es aplicable al ser y al no ser, ya que
verdadero es lo que el ser es; y lo que no es el no ser. Luego lo
verdadero y el ser no se identifican.
3. Las cosas que entre sí unas son anteriores y otras
posteriores, no parece que se identifiquen. Pero lo verdadero parece
ser anterior al ser, pues el ser no es conocido más que bajo la razón
de lo verdadero. Luego no parece que sean convertibles.
Contra esto: está lo que dice el Filósofo en II Metaphys.: La posición de las cosas es la misma en el ser y en la verdad.
Respondo: Como lo bueno está relacionado con el
apetito, lo verdadero lo está con el conocimiento. Algo tiene ser en
tanto en cuanto es cognoscible. Por eso, en el III De
Anima se dice que, en cuanto al sentido y al
entendimiento, el alma en cierto modo lo es todo. Así, como el
bien se identifica con el ser, también lo verdadero. Sin embargo, así
como lo bueno añade al ser la razón de apetecible, también lo
verdadero añade algo por su relación con el entendimiento.
A las objeciones:
1. Como se dijo (
a.1), lo verdadero
está en las cosas y en el entendimiento. Lo
verdadero que hay en las cosas se identifica con el ser
sustancialmente. Pero lo verdadero que hay en el entendimiento se
identifica con el ser como lo que pone en evidencia con lo puesto en
evidencia. Ya que esto entra en la razón de verdadero, como se dijo
(
a.1).
Asimismo, puede decirse que, como lo verdadero, también el ser está
en las cosas y en el entendimiento; si bien principalmente lo
verdadero está en el entendimiento y el ser lo está en las cosas. Esto
es así porque lo verdadero y el ser son conceptos distintos.
2. El no ser no tiene en sí mismo
nada por lo que se le pueda conocer, sino que es conocido porque el
entendimiento lo hace cognoscible. De ahí que lo verdadero se
fundamente en el ser, puesto que el no ser es un determinado ente de
razón, es decir, aprehendido por la razón.
3. Cuando se dice que el ser no
puede ser aprehendido sin la razón de lo verdadero, esto puede
entenderse de dos maneras. Una, que el ser no es aprehendido más que
cuando la razón de lo verdadero es consecuencia de la aprehensión del
ser. En este sentido, la frase contiene verdad. Otra, que el ser no
puede ser aprehendido más que cuando se aprehende la razón de lo
verdadero. En este sentido, la frase expresa algo falso; porque el ser
entra en la razón de lo verdadero. Lo mismo sucedería si comparáramos
lo inteligible al ser. Pues, de no ser inteligible, el ser no sería
entendido; sin embargo, puede ser entendido a pesar de no entenderse
su inteligibilidad. Por lo mismo, es verdadero el ser conocido; sin
embargo, conociendo al ser no se conoce lo verdadero.
Artículo 4:
Conceptualmente, ¿es o no es anterior el bien a lo
verdadero?
lat
Objeciones por las que parece que, conceptualmente, el bien es
anterior a lo verdadero:
1. Como consta en I Physic., lo que es
universal, conceptualmente es lo primero. Pero el bien es más
universal que lo verdadero, ya que lo verdadero es un determinado
bien, es decir, un bien del entendimiento. Luego conceptualmente el
bien es anterior a lo verdadero.
2. Como se dijo (
a.2), el bien está en las cosas; lo
verdadero está en la composición y división que hace el entendimiento.
Pero lo que está en las cosas es anterior a lo que está en el
entendimiento. Luego conceptualmente el bien es anterior a lo
verdadero.
3. Como consta en IV Ethic., la
verdad es una especie de virtud. Pero la virtud se encuentra dentro
del bien, ya que, como dice Agustín, es una buena
cualidad de la mente. Luego el bien es anterior a lo
verdadero.
Contra esto: lo que está en muchos, conceptualmente es lo primero. Pero
lo verdadero está en cosas en las que no se encuentra lo bueno, por
ejemplo en las matemáticas. Luego lo verdadero es anterior al
bien.
Respondo: Aun cuando en la realidad el bien y
lo verdadero se identifiquen con el ser, sin embargo, se diferencian
conceptualmente. Por eso, hablando en sentido absoluto, lo verdadero
es anterior al bien. Esto es así por dos motivos: 1) Primero,
porque lo verdadero está más cerca que el bien del ser, que es
anterior. Pues lo verdadero contempla al mismo ser de forma total e
inmediata; pero el concepto de bien sigue al ser, en cuanto que de
algún modo es perfecto; lo cual lo convierte en apetecible. 2) Segundo, porque el conocimiento por naturaleza precede al apetito.
Por eso, como lo verdadero está vinculado con el conocimiento, y el
bien con el apetito, conceptualmente lo verdadero es anterior al
bien.
A las objeciones:
1. La voluntad y el entendimiento
se incluyen mutuamente; pues el entendimiento conoce la voluntad y la
voluntad quiere conocer al entendimiento. Así, entre las cosas que son
orientadas hacia el objeto de la voluntad, también están incluidas las
del entendimiento, y viceversa. De ahí que, en el
orden de lo apetecible, el bien es tenido como universal, y lo
verdadero como particular. En el orden de lo inteligible es al revés.
Y en cuanto que lo verdadero es un determinado bien, se sigue que el
bien es anterior en el orden de lo apetecible, pero no porque sea
anterior en sentido absoluto.
2. Conceptualmente es anterior lo
que primero concibe el entendimiento. Lo primero que aprehende el
entendimiento es el mismo ser; lo segundo, que conoce el ser; lo
tercero, que apetece el ser. Luego primero se da el concepto de
ser; después, el de lo verdadero; por último, el de bien
aun cuando éste se dé en las cosas.
3. La virtud llamada
verdad
no es una verdad común, sino una determinada verdad según la cual el
hombre, en dichos y hechos, se manifiesta como es. Y particularmente,
se llama
verdad de la vida, en cuanto que el hombre cumple
aquello a lo que está ordenado por el entendimiento divino. Como se
dijo (
a.1), la verdad está en ciertas cosas. Y la
verdad de la
justicia lo es en cuanto que el hombre cumple lo que la ley ordena
con respecto a la relación entre los hombres. De todas estas verdades
particulares no se puede pasar a la verdad en general.
Artículo 5:
Dios, ¿es o no es la verdad?
lat
Objeciones por las que parece que Dios no es la verdad:
1. La verdad consiste en la composición y división que hace el
entendimiento. Pero en Dios no hay ni composición ni división. Luego
en El no está la verdad.
2. Según Agustín en el libro De Vera Religione 21: La verdad es la imagen del principio. Pero en Dios no hay
imagen de ningún principio. Luego en Dios no está la
verdad.
3. Lo que se dice de Dios se dice en cuanto que El es la
primera causa de todo. Como el ser de Dios causa todo ser, y su bondad
todo bien, si en Dios está la verdad, todo lo verdadero lo será por
El. Que se peca es algo verdadero. Luego también lo será por El. Esto
es evidentemente falso.
Contra esto: está lo que dice el Señor en Jn 14,6: Yo soy el camino,
la verdad y la vida.
Respondo: Como ya se dijo (
a.1), la verdad se
encuentra en el entendimiento en cuanto que aprehende las cosas como
son; y en las cosas en cuanto que son adecuables al entendimiento.
Todo esto es así en Dios en grado sumo. Pues su ser no sólo se
conforma a su entendimiento, sino que también es su mismo
entendimiento. Y su conocer es la medida y causa de cualquier otro ser
y entendimiento. Y Él mismo es su ser y su conocer. Por lo tanto, en
Él no sólo está la verdad, sino que Él mismo es la primera y suma
verdad.
A las objeciones:
1. Aun cuando en el entendimiento
divino no hay composición ni división, sin embargo, por su
inteligencia simple todo lo juzga y todo lo complejo lo conoce. Así,
en su entendimiento está la verdad.
2. Lo verdadero de nuestro
entendimiento se da cuando se conforma a su principio, esto es, a las
cosas, de las cuales toma el conocer. La verdad de las cosas se da
cuando se conforman a su principio, esto es, al entendimiento divino.
Por esto, propiamente no se puede decir de la verdad divina, a no ser,
tal vez, si se le aplica al Hijo, que tiene principio. Pero si
hablamos de la verdad esencialmente, no es admisible, a no ser que la
convirtamos en una proposición afirmativa o negativa. Ejemplo: El
Padre existe por sí mismo porque no existe por otro. Igualmente
puede decirse: La verdad divina es imagen del principio, en
cuanto que su ser no es distinto de su entendimiento.
3. El no ser y las privaciones por
sí mismas no contienen verdad, sólo la tienen por la aprehensión del
entendimiento. Toda aprehensión del entendimiento proviene de Dios.
Por eso, lo que de verdad tiene la frase: Este acto de fornicar es
verdadero, proviene de Dios totalmente. Pero si se
argumenta: Luego este acto de fornicar proviene de Dios, la
frase no es más que el llamado sofisma de accidente.
Artículo 6:
¿Hay o no hay una sola verdad como criterio de todo lo
verdadero?
lat
Objeciones por las que parece que sólo hay una verdad, criterio de
todo lo verdadero:
1. Según Agustín, superior a la mente humana sólo lo
es Dios. Pero la verdad es superior a la mente humana; pues aun cuando
la mente juzga sobre la verdad, sin embargo, lo hace no según propios
principios, sino según los de la verdad. Luego sólo Dios es la verdad.
Por lo tanto, no hay más verdad que Dios.
2. Dice Anselmo en el libro De veritate: Así como el tiempo está relacionado con lo temporal, la verdad lo está con lo verdadero. Pero sólo hay un tiempo para todo lo temporal. Luego sólo hay una verdad para todo lo verdadero.
Contra esto: está lo que se dice en el Sal 11,2: ¡Cuán pocas son las
verdades entre los hombres!
Respondo: En cierto modo una es la verdad por
la que todo es verdadero, y en cierto modo no lo es. Para probarlo hay
que tener presente que, cuando algo se atribuye a muchos unívocamente,
aquello mismo se encuentra en cada uno propiamente, como
animal
se encuentra en cualquier especie de animal. Pero cuando algo se dice
de muchos análogamente, aquello mismo se encuentra en uno solo de
ellos propiamente, por el que son denominados todos los demás. Como
sano se dice del animal, de la orina y de la medicina, no porque
la salud esté en el animal sólo, sino porque por la salud del animal
se llama medicina sana porque la produce, y orina sana porque la
manifiesta. Y cuando la salud no está ni en la medicina ni en la
orina, sin embargo, en ambas hay algo por lo que una la produce y otra
la manifiesta.
Se ha dicho (a.1) que la verdad está primero en el entendimiento y
después en las cosas, en cuanto que están orientadas hacia el
entendimiento divino. Por lo tanto, si hablamos de la verdad en cuanto
que está en el entendimiento, según su propia razón, en muchos
entendimientos creados hay muchas verdades; lo mismo que en un solo
entendimiento si conoce muchas cosas. Por eso, la Glosa
al Sal. 11,2: ¡Cuan pocas son las verdades entre los hombres!,
etc., dice que así como por una sola cara humana resultan muchas
imágenes en un espejo, así para una sola verdad divina resultan muchas
verdades. Y si hablamos de la verdad según está en las cosas, todas
serían verdaderas con una sola verdad, a la que cada una se asemeja
según su propia entidad. De este modo, aun cuando sean muchas las
esencias o formas de las cosas, sin embargo, una sola es la verdad del
entendimiento divino, según la cual todas las cosas son llamadas
verdaderas.
A las objeciones:
1. El alma no juzga todas las cosas
según la verdad de cada una, sino según la verdad primera reflejada en
ella como en un espejo según los primeros principios. De ahí se sigue
que la verdad primera es mayor que el alma. Y, sin embargo, también la
verdad creada, presente en nuestro entendimiento, es mayor que el
alma, no absolutamente, sino en cierto modo, esto es, en cuanto que la
perfecciona. Así, también puede decirse que la ciencia es superior al
alma. Pero es verdad que ningún ser subsistente es superior al alma.
Sólo Dios.
2. Lo dicho por Anselmo contiene
verdad por cuanto que las cosas son llamadas verdaderas por relación
con el entendimiento divino.
Artículo 7:
La verdad creada, ¿es o no es eterna?
lat
Objeciones por las que parece que la verdad creada es
eterna:
1. Agustín, en el libro De libero arbitrio,
dice que nada hay más eterno que la razón de círculo y que dos y tres
son cinco. Pero se trata de una verdad creada. Luego la verdad creada
es eterna.
2. Todo lo que existe siempre es eterno. Pero los
universales están en todas partes y siempre. Luego son eternos. Por lo
tanto, también lo verdadero que es universal en grado
sumo.
3. Todo lo que es absolutamente verdadero, siempre fue
verdadero y siempre lo será. Pero como la verdad de la proposición
referida al presente es una verdad creada, también lo es la del
futuro. Luego alguna verdad creada es eterna.
4. Todo lo que carece de principio y de fin es eterno.
Pero la verdad de lo enunciable carece de principio y de fin. Porque
si la verdad comenzó antes de que existiese, verdadero será que la
verdad no existía; y como era verdadero por alguna verdad, verdadero
será que había verdad antes que comenzara a existir. Igualmente, si se
dice que la verdad tiene final, se sigue que es después de dejar de
existir; pues verdadero será que la verdad no existe. Luego la verdad
es eterna.
Contra esto: como se ha establecido anteriormente (
q.10 a.3), sólo Dios
es eterno.
Respondo: La verdad de lo enunciable no es más
que una verdad del entendimiento. Pues lo enunciable está en el
entendimiento y en la palabra. En cuanto que está en el entendimiento,
en sí mismo contiene verdad. En cuanto que está en la palabra, es un
enunciable verdadero si expresa la verdad del entendimiento; no por
alguna verdad existente en el enunciable como en su sujeto. Ejemplo:
Se dice que la orina es sana, no por la salud que contiene, sino
porque indica la salud existente en el animal. Igualmente, como se
dijo (
a.1), las cosas son llamadas verdaderas por la verdad del
entendimiento. Por eso, si ningún entendimiento fuera eterno, ninguna
verdad lo sería. Pero, porque el único entendimiento eterno es el
divino, sólo en Él la verdad es eterna. Tampoco por eso se sigue que
algo sea eterno como Dios, pues la verdad del entendimiento divino es
el mismo Dios, como ya se demostró (
a.5).
A las objeciones:
1. La razón de círculo y que dos y
tres son cinco tienen eternidad en la mente divina.
2. Algo exista siempre y en
todas partes, puede ser entendido de dos maneras. 1) Una, en
cuanto que tiene la capacidad de extenderse a todo tiempo y lugar,
como Dios a quien le corresponde estar en todas partes y siempre.
2) Otra, cuando no contiene nada que esté determinado por algún
lugar o tiempo; como la materia prima, de la que se dice que es una,
no porque tenga una forma, como el hombre es uno por la unidad de una
forma, sino porque no tiene ninguna forma que produzca distinciones.
Es en este sentido en el que se dice que cualquier universal está en
todas partes y siempre, es decir, en cuanto que los universales
prescinden del aquí y ahora. Pero no se sigue que sean eternos a no
ser en el entendimiento si éste es el entendimiento
eterno.
3. Aquello que ahora es, el que
fuera antes de ser responde a que en su causa estaba el poder ser. Por
eso, anulada la causa, hubiera sido anulado su poder ser. Sólo la
causa primera es eterna. Pero de ahí no se sigue que lo que ahora es,
en aquella causa siempre hubiera sido real el llegar a ser, a no ser
en cuanto que en la causa eterna siempre fue real que llegara a ser.
Esta causa sólo lo es Dios.
4. Porque nuestro entendimiento no
es eterno, tampoco lo es la verdad de los enunciables formados por
nosotros, sino que empezó. Y antes de que existiera la verdad, no era
verdadero decir que tal verdad no existiese, a no ser por el
entendimiento divino, el único en el que la verdad
es eterna. Pero ahora es verdadero decir que entonces la verdad no
existía. Y que algo no es verdadero, no lo es más que por la verdad
que ahora hay en nuestro entendimiento; no por alguna verdad que
provenga de la cosa. Porque ésta es la verdad del no ser, pues el no
ser nada tiene en sí que sea verdadero, sino sólo por parte de nuestro
entendimiento cuando lo concibe. Por eso, decir que la verdad no
existía sería verdadero en tanto en cuanto concibamos el mismo no ser
como previo a su ser.
Artículo 8:
La verdad, ¿es o no es inmutable?
lat
Objeciones por las que parece que la verdad es inmutable:
1. Agustín, en el libro II De libero arbitrio,
dice que la verdad no es igual a la mente porque sería mutable como lo
es la mente.
2. Es inmutable lo que permanece después de todo cambio,
como la materia prima, que es ingénita e incorruptible porque
permanece después de toda generación y corrupción. Pero la verdad
permanece después de todo cambio, porque después de todo cambio es
verdadero decir ser o no ser. Luego la verdad es inmutable.
3. Si cambia la verdad de un enunciado, en grado sumo
cambiaría si cambiase lo enunciado. Pero ni así cambia. Pues, según
Anselmo, la verdad es una determinada rectitud por la
que algo cumple lo que de él hay en la mente divina. La proposición Sócrates está sentado, de la mente divina recibe el significado de
estar sentado Sócrates; y también el mismo significado cuando no está
sentado. Luego la verdad de la proposición en nada
cambia.
4. Donde hay una misma causa, hay un mismo efecto. Pero
una misma cosa es causa de estas tres proposiciones: Sócrates está
sentado, estará sentado, estuvo sentado. Luego la misma verdad hay
en las tres. Por lo tanto, la verdad de tales proposiciones permanece
inmutable. Lo mismo que la verdad de cualquier otra
proposición.
Contra esto: está lo que se dice en el Sal 11,2: ¡Cuán pocas son las
verdades entre los hombres!
Respondo: Como ya se dijo (
a.1), propiamente la
verdad está en el entendimiento, y las cosas son llamadas verdaderas
por la verdad que hay en algún entendimiento. Por lo tanto, la
mutabilidad de la verdad hay que analizarla con respecto al
entendimiento, cuya verdad consiste en que tenga conformidad con las
cosas conocidas. Y dicha conformidad puede cambiar de dos maneras, lo
mismo que cualquier otra semejanza, según el cambio de uno de los
términos de la comparación. Una manera, por parte del entendimiento,
que se tenga una u otra opinión de una misma cosa. La otra manera, si,
manteniendo la misma opinión de una cosa, esa cosa
cambia.
Por lo tanto, si hay algún entendimiento en el que no pueda darse un
cambio de opinión, o al que no se le escape nada, en él la verdad es
inmutable. Como se demostró (q.14 a.15), un entendimiento así lo es el
divino. Por eso, la verdad del entendimiento divino es inmutable. En
cambio, la verdad de nuestro entendimiento es cambiable. No porque
ella esté sometida a mutación, sino porque nuestro entendimiento pasa
de la verdad a la falsedad. Así, puede decirse que las formas son
cambiables. Pero la verdad del entendimiento divino, criterio de que
todo lo demás sea o no sea verdadero, es completamente
inmutable.
A las objeciones:
1. Agustín está hablando de la
verdad divina.
2. Lo verdadero y el ser son
convertibles. Por eso, así como el ser no se genera ni se corrompe en
cuanto tal, sino sólo accidentalmente, esto es, en cuanto que se
genera o se corrompe esto o aquello, como se dice en I Physic., así también la verdad cambia no porque en
ella no permanezca ninguna verdad, sino porque no permanece la verdad
que era antes.
3. La proposición no sólo contiene
verdad como otras cosas de las que se dice que la contienen, en cuanto
que cumplen lo que está ordenado por el entendimiento
divino, sino que se dice que contiene verdad de un modo especial, en
cuanto que expresa la verdad del entendimiento, la cual consiste en
la conformidad entre el entendimiento y la cosa. Anulada dicha
conformidad, cambia la verdad de la opinión y, consecuentemente, la
verdad de la proposición. Así, pues, la proposición Sócrates está
sentado, al estar sentado la proposición será verdadera por la
verdad del hecho, en cuanto que lo indica; y también por la verdad del
significado, en cuanto que expresa una opinión verdadera. Pero al
levantarse Sócrates, la primera verdad permanece y cambia la
segunda.
4. La acción de estar sentado de
Sócrates, que es la causa de la verdad de la proposición Sócrates
está sentado, no es tenida por igual mientras Sócrates está
sentado que después ó antes de estar sentado. De ahí que la verdad
causada por el hecho sea tenida de diversas maneras; y de diversas
maneras se expresa con proposiciones en presente, en pretérito o en
futuro. De ahí no se sigue que, aun cuando una de las tres
proposiciones sea verdadera, la misma verdad permanezca
invariable.