"Destronó a los poderosos, y ensalzó a los humildes". (v. 52)
Beda
Lo que dijo: "Hizo valentía con su brazo" y lo que había dicho antes: "Y su misericordia de generación en generación", debe unirse a estos versículos; porque, en efecto, en toda la sucesión de las generaciones, los soberbios no cesan de perecer y los humildes de ser ensalzados, por justa y piadosa disposición del poder divino. Por eso se dice: "Destronó a los poderosos, y ensalzó a los humildes".
San Cirilo de Jerusalén
Cosas grandes sabían los demonios y el diablo las sabía de los gentiles, los fariseos y escribas; sin embargo, Dios los depuso y elevó a los que se humillaban bajo la mano poderosa de Dios ( 1Pe 5), dándoles la virtud de hollar con los pies las serpientes, los escorpiones y todo el poder del enemigo ( Lc 10). Los judíos eran también soberbios por su poder, pero su incredulidad los postró; y de entre los gentiles subieron muchos, oscuros y humildes, por medio de la fe, a la cumbre de la perfección.
Griego
Se conoce que nuestra inteligencia es trono de la Divinidad. Pero las potestades infernales, después de la trasgresión, se asentaron en la conciencia de nuestro primer padre, como en su propia sede. Por esto vino el Señor, arrojó a los espíritus malignos de los tronos de las voluntades y ensalzó a los que vivían humillados por los demonios, limpiando sus conciencias y convirtiendo sus almas en su propio trono.