Y habiendo dicho esto, se quedó El en la Galilea. Mas después que sus hermanos hubieron subido, El entonces subió también a la fiesta, no públicamente, mas como en oculto. Y los judíos le buscaban en el día de la fiesta, y decían: "¿En dónde está aquél?" Y había grande murmullo acerca de El entre la gente. Porque los unos decían: "bueno es", y los otros, "no, antes engaña a las gentes". Pero ninguno hablaba abiertamente de El por miedo de los judíos. (vv. 9-13)
Teofiactus
Como había dicho el Señor:"Yo no subo con vosotros", rehusó subir en el primer momento, evitando así la rabia de los enfurecidos judíos. Por esto sigue: "Y habiendo dicho esto, se quedó El en la Galilea"; mas después, subió también. Por esto continúa: "Mas después que sus hermanos hubieron subido, El entonces subió también".
San Agustín, ut sup
Subió, en realidad, no para gloriarse de una manera temporal, sino a enseñar algo que fuera provechoso, hablando sobre la fiesta eterna.
Crisóstomo, in Ioanem hom. 47
Puede decirse también que subió, no para padecer, sino para enseñar a otros. Y subió de oculto, porque aunque podía subir en público y contener su furor, como en otras ocasiones había hecho, no quería hacer esto continuamente para no evidenciar su divinidad, con el fin de que así fuese mejor conocida la realidad de su encarnación, y nos enseñase a practicar la virtud. Y para que sepamos qué es lo que nosotros debemos hacer cuando no podemos detener a nuestros perseguidores, quiso subir de oculto. Y no dijo de oculto, sino casi de oculto, dando a conocer que hacía esto así para nuestro ejemplo, porque si obrase en todas las cosas como Dios, no podríamos saber cómo convendría obrar cuando caemos en algún peligro.
Alcuino
Acaso subió el Señor de oculto porque no busca el favor de los hombres, ni se complace en las pompas de los cortejos populares.
Beda
Hablando en sentido místico, se da a entender que el Señor permanece en Galilea, por todos aquellos hombres materiales que buscan la gloria humana, porque Galilea quiere decir transmigración hecha (esto es, en sus miembros) que pasan de los vicios a las virtudes, y progresan en éstas. Y así, poco después subió el Señor, porque los miembros de Jesucristo no buscan la gloria de esta vida ( Sal 44), sino la de la eterna. Y en secreto sube el Señor, porque toda su gloria es interior, esto es, nace de un corazón puro, de una conciencia limpia y de una fe no fingida ( 1Tim 1,5).
San Agustín, ut sup
Mas cuando sube de un modo oculto, quiso dar a entender algo; porque todas las cosas que se le habían comunicado al antiguo pueblo de Israel fueron sombras de lo que habría de suceder, y la fiesta de los Tabernáculos también era una sombra de las fiestas que más adelante se celebrarían. Y en verdad que todo lo que era figura se nos da a conocer por medio de la realidad. Subió, pues, de oculto, para significarnos que también El estaba oculto. Jesucristo se ocultaba en el mismo día de fiesta, indicando que aquel día festivo los miembros de Jesucristo habrían de peregrinar. La scenopegia era, en verdad, la celebración de los Tabernáculos.
Prosigue: "Y los judíos le buscaban el día de la fiesta, y decían: ¿En dónde está Aquél?"
Crisóstomo, in Ioanem hom. 48
Por el mucho odio y gran enemistad que le profesaban, ni aun quieren llamarlo por su nombre; pues en verdad, si tenían grande respeto a la fiesta, en ellos no había religiosidad, porque con pretexto de la fiesta se proponían prender a Jesucristo arteramente.
Prosigue: "Y había grande murmullo", etc.
San Agustín, ut sup
El murmullo era por las disputas que entre ellos había, lo que expone el evangelista muy oportunamente diciendo: "Porque los unos decían, bueno es; y los otros, no, antes engaña a las gentes". De todo aquel en quien brilla alguna gracia, dicen unos, bueno es; y los otros, no, antes engaña a las gentes. Que esto se diga de Dios debe servir de consuelo para todo aquel cristiano de quien se diga lo mismo. Y en verdad, si el seducir es engañar, ni Jesucristo es seductor, ni cristiano alguno debe serlo; mas si seducir a alguno quiere decir sacarlo por medio de la convicción de una cosa a otra, debemos investigar de dónde se lo trae, y a dónde se lo lleva, si se lo atrae de lo bueno a lo malo, el seductor será malo; pero si se atrae de lo malo a lo bueno, el seductor será bueno. ¡Ojalá que en este sentido podamos todos llamarnos seductores!
Crisóstomo, ut sup
En este sentido creo que hablaban las muchedumbres que decían que Jesús era bueno, y en el otro los príncipes y los sacerdotes, los que decían lo contrario; lo cual se demuestra cuando dicen: "seduce a las muchedumbres, y no dicen nos seduce a nosotros".
Prosigue: "Pero ninguno hablaba abiertamente de El, por miedo de los judíos".
San Agustín, ut sup
Esto es, de aquellos que decían " bueno es ", y no respecto de los que decían "seduce a las turbas", esto lo decían claramente, pero " bueno es ", lo susurraban a escondidas.
Crisóstomo, ut sup
Véase aquí la corrupción de los que mandan, pues aquellos que están sujetos a los gobernantes, ciertamente conocen las cosas con claridad, aunque no tienen libertad para decir lo que sienten, lo cual siempre es propio de la muchedumbre.