"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". (v. 7)
Glosa
La justicia y la misericordia están tan unidas que la una sostiene a la otra. La justicia sin misericordia es crueldad y la misericordia sin justicia es disipación. Por ello después de la justicia habla de la misericordia diciendo: "Bienaventurados los misericordiosos".
Remigio
Se llama misericordioso el que tiene su corazón ocupado por la misericordia porque considera la desgracia de otro como propia y se duele del mal de otro como si fuera suyo.
San Jerónimo
Pero misericordia se entiende aquí no sólo la que se practica por medio de limosnas, sino la producida por el pecado del hermano, ayudándose así unos a otros a llevar la carga.
San Agustín, de sermone Domini, 1,2
Llama misericordiosos a los que socorren en las miserias porque así se les ofrece librarles de la miseria. Y por ello sigue: "Porque ellos alcanzarán misericordia".
San Hilario, in Matthaeum, 4
Tanto se complace Dios en nuestra bondad para con todos, que ofrece su misericordia sólo a los que son misericordiosos.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 15,4
Parece que la recompensa es igual pero en realidad es mucho mayor. La misericordia humana no puede compararse con la misericordia divina.
Glosa
Con razón, pues, se ofrece la misericordia a los misericordiosos para que reciban más de lo que han merecido. Y así como tiene más el que recibe más de lo que puede saciarle, que aquel que tiene solamente lo necesario para la saciedad, así es mayor la gloria de los misericordiosos que la de los precedentes.