"Y el hermano entregará a su hermano, y el padre a su hijo, y los hijos se insurreccionarán contra sus padres, y los harán morir; y os tendrán odio todos los hombres, a causa de mi nombre; mas el que perseverare hasta el fin, ése será salvo". (vv. 21-22)
Glosa
Después de haber expuesto los consuelos, les propone a continuación los peligros más graves, diciéndoles: "Y el hermano entregará a su hermano y el padre a su hijo y los hijos se levantarán contra los padres, etcétera".
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 35,3
Son menores los tormentos que experimentamos, cuando provienen de los extraños, que los que sufrimos cuando proceden de aquellos que creíamos nos tenían cariño y buena voluntad; porque en este segundo caso, los tormentos del cuerpo se unen a la pena de haber perdido el cariño.
San Jerónimo
Acontece esto con frecuencia en las persecuciones, porque no hay en ellas cariño entre los que profesan diferente fe.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 33,3
Añade en seguida lo más horrible de todo, diciendo: "Y a vosotros os tendrán odio todos los hombres"; porque se empeñarán en arrojaros de todas partes, como si fuerais enemigos del género humano. Pero en seguida los consuela con las palabras "a causa de mi nombre" y con aquellas otras: "El que perseverare hasta el fin, será salvo". Dice hasta el fin, porque acostumbran muchos a tener mucho fervor al principio y luego decaen completamente; porque ¿qué utilidad se saca de las semillas que dan flores al principio y después se secan? Por esta razón les exige una perseverancia suficiente.
San Jerónimo
No consiste la virtud en principiar, sino en concluir.
Remigio
Y no se da el premio a los que principian, sino a los que perseveran.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 33,5
A fin de que nadie pueda decir: Que todo lo hizo Cristo en los Apóstoles y que nada tiene de particular el que ellos hicieran tales cosas, puesto que ninguna incomodidad sufrieron, les dice, que tenían necesidad de perseverar. Porque, si bien es cierto que habían salido bien de los primeros peligros, aun tenían reservados otros mayores y después vendrían otros nuevos y no tendrían durante su vida momento alguno sin estar rodeados de emboscadas: y esto es lo que les da a entender, aunque de una manera oculta, por las palabras "El que perseverare hasta el fin, será salvo".
Remigio
Esto es, aquel que no abandonare los preceptos de la fe y no desfalleciere en las persecuciones, será salvo; porque recibirá el reino de los cielos como premio de las persecuciones de los hombres. Y es de notar, que la palabra fin no siempre significa conclusión, sino perfección, conforme con aquellas palabras: "El fin es Cristo" ( Rom 10,4), de donde resulta, que las anteriores palabras pueden tener el siguiente sentido: El que perseverare hasta el fin, esto es, en Cristo.
San Agustín, de civitate Dei, 21,25
Porque perseverar en Cristo, es perseverar en su fe, en aquella fe que se realiza por la caridad ( Gál 5).