Sueltos

Impresionante la serie de reseñas que ha hecho (y sigue) Bienvenidos a la fiesta sobre Chesterton. Como para no desesperar de los blogs.

Y a propósito de esos pocos blogs que salvan el honor del gremio: de lo mucho bueno de Podeti, citemos la serie anticontramundialista (el proyecto original era contramundialista, pero debió ser cancelado), sólo para argentinos: uno, dos, tres. Sé de un cura que había aprendido alguna cosa de Peperino Pomoro (como anti-modelo, digamos), tal vez esto también le sirva a algún periodista deportivo.

Que un noticiero de TV en 1932 informe sobre la pequeña hazaña de una niña de 7 años de Georgia que enseñó a uno de los pollos de su granja a caminar hacia atrás… no tiene mucho de particular. Pero que la empresa de TV conserve ese archivo, y que lo publique ahora en la web, y que la niña resulte ser la mismísima Flannery O’Connor… sí, es bastante increíble.

No me amenaces, ranchera mexicana que conocí hace poquito, en la voz tanguera de Brian Chambouleyron. Cuántas cosas lindas que hay por el mundo, y uno ni enterado…

… mi fe anda por ahí perdida. Tuve mi etapa de misas y rezos, y hasta estudié un año para ser catequista, mientras hacía la carrera de Servicio Social. Pero no pierdo la esperanza de volver a encontrar la fe, quizás, algún día.
Cita copiada y pegada no recuerdo de dónde, y me gusta citarla así, anónima.

La noticia dice, textualmente: «En un cambio de denominación que no modifica ningún aspecto vinculado a la congregación, las Hermanas de la Caridad de Miyazaki han pasado a llamarse Hermanas de la Caridad de Jesús.».
Bueeeeno… Qué puedo decir… Sí, sí, me parece perfecto. No es que lo lamente, no, no, me parece bárbaro. Pero de todas maneras… No, nada, no tengo nada que decir. Está muy bien.

Digamos sí que Steven D. Greydanus («Decent films») le dedica un artículo a Miyazaki.

Y que al final pude hacerme del reciente doblaje español de «Recuerdos del ayer» (Omohide Poro Poro), y me pareció muy bueno – doblemente meritorio, considerando que es una película animada para mayores y sin acción (invendible, casi). Bien por Aurum… aunque para su página hayan… este… tomado inspiración de la mía; quedan perdonados.
Y vaya un link para emule, qué tanto.

«Las cifras son como el algodón, nunca engañan.» Sentencia leída en un sitio católico prestigioso y militante, a propósito de las (abundantes, parece) cifras de concurrencia a los actos del papa en Portugal, las cuales cifras demuestran que… bueno, no sé muy bien qué demuestran. Pero, parece, no engañan. ¿Ven? los católicos sí que tenemos las cosas claras.

Algunos ejemplos de cómo no diseñar un sitio web: uno, dos, tres.

España en Guerra: ¿alguien conoce esta serie de TV, como para recomendar o todo lo contrario?

Guitarras de la música popular argentina, un blog con audios y partituras.

«El overo», es uno de esos recitados criollos lacrimógenos que me recitaba (y no sin efecto) mi abuelo.

La verdad es que en mi barrio la delincuencia está pasando de castaño oscuro, esto ya parece el Bronx. No se puede andar solo en la calle sin un revólver, como decía uno. Yo no sé adónde iremos a parar si las cosas siguen este curso, y qué espera el gobierno para hacer algo. Acá va una muestra, a metros de mi casa; impresionables abstenerse.

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