Puedo escuchar el mar

Umi ga Kikoeru es una de las películas menos conocidas de Ghibli. «Ocean waves» en la edición en inglés; aunque también conocida por «I can hear the ocean», traducción más literal: «Puedo escuchar el mar».
No es un producto Ghibli típico: no fue dirigida por Miyazaki ni Takahata, sino por un director joven que después dejó el estudio; es la única película Ghibli hecha para TV (lo cual normalmente implica algo menos de calidad visual y de extensión). Es completamente realista, sin fantasía ni acción; protagonistas adolescentes, historia cotidiana («slice of life»), levemente melancólica, bastante lenta.

Sin que me parezca de las mejores de Ghibli, a mí me gusta mucho más que al promedio, no estoy seguro por qué; la he visto un montón de veces. Le debo una página… mientras tanto, y ya que es algo difícil de conseguir, vayan unos elinks para bajarla: película y subtítulos; (estos revisados por mí), trataré de compartirlos durante un tiempito.

Los personajes son estos tres (sí, el triángulo) de izquierda a derecha: Taku Morisaki, Muto (Rikako)* y Matsuno. Morisaki y Matsuno son dos adolescentes amigos, compañeros de secundaria ** en Koshi, un pueblo marítimo en Japón***.
Muto llega al colegio transferida desde Tokio. Los chicos quedan deslumbrados, naturalmente; en especial Matsuno. Esto apena un poco a Morisaki; él sabe que que su amigo, -aplicado, responsable, algo ingenuo y seguramente, poco seductor- no tiene muchas posibilidades… Por su lado, Morisaki es un tipo sencillo, y no se interesa por Muto, la que a su vez desprecia ostensiblemente a todos sus nuevos compañeros. Los acontecimientos, sin embargo, lo llevan a mezclarse sin querer con la vida de la niña terrible; cuando a él lo que le importa es mostrar a su amigo (y a sí mismo) que no siente nada por ella…
Salvo los últimos 15 minutos (de un total de 72), toda la película es un «flashback». Morisaki, tras terminar la secundaria, ha pasado su primer año de estudios universitarios en Tokio. En el avión de vuelta a Koshi, evoca (y él es el relator) los dos o tres años pasados: Cuando se hizo amigo de Matsuno, en ocasión de una pequeña rebelión estudiantil. Cuando llegó Muto. Y lo que siguió, entre los tres, hasta el fin de la secundaria: poco de bueno, parece: varios malentendidos, una amistad perdida y ningún romance ganado. Ahora, este regreso y la pequeña fiesta de ex-compañeros que se reúnen un año después, puede ser ocasión de ver las cosas con más claridad.
Todo es muy sencillo, sin sentimentalismos ni moralejas. Personajes bastante convincentes; aunque la animación en algunas escenas tiene sus asperezas, está el buen gusto (Ghibli!) de dirección, de manejo de cámara, climas, música… . La fiesta final es, para mí, perfecta.
Un detalle técnico, extraño: la película no tiene (creo) ni un solo «panning» (movimiento de cámara, o sea: movimiento del fondo). Signo de bajo presupuesto, se diría… pero también es verdad que el recurso del panning (en pequeño) permite justamente disimular las carencias de presupuesto (recuerdo sobre todo «Voices of a distant star»)… Sólo al final, en un climax, se hace un panning bestial, en rotación. Un golpe de efecto, bastante original.
Los escenarios son lindos, aunque sencillos (por ej), nada que ver con la exhuberancia de Miyazaki. Me gusta la música, discreta y nada obvia. Mención especial para los títulos finales: la canción (en la voz de la misma protagonista) y los dibujos hacen una combinación muy linda.
Para terminar, una página bastante completa, con screenshots, y una crítica (en inglés ambas).

* No termino de entender los usos japoneses con los nombres y apellidos.
**No exactamente secundaria, más bien «preparatoria», lo que antecede a lo que sería la universidad… el régimen escolar allá es distinto, pero para simplificar…
*** Es parte de la película, el choque de la chica fashion de la Tokio moderna con el pueblo de provincias, que incluso habla con un acento muy diferente.

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