Pobres sagaces

… llegar a ser cristiano es la tarea más difícil, porque la tarea -sin dejar de ser una sola- varía según las capacidades del individuo respectivo. Lo cual no es el caso de la tareas que implican diferencias. Por ejemplo, cuando se trata de la entender algo, es claro que un hombre de mucha inteligencia tendrá ventaja sobre un simple; pero cuando se trata de tener fe, no es así. Pues cuando la fe requiere poner a un lado el entendimiento, entonces la dificultad no es menor para el hombre inteligente, más bien es mayor. Aquí se ve, una vez más, lo problemático de convertir al cristianismo en una doctrina, en una cuestión intelectual, puesto que si así fuera, hacerse cristiano dependería de diferencias. […]

… El autocontrol es tan difícil para el hombre sagaz como para el simple; tal vez más difícil, pues la sagacidad inventará excusas para evadirse.

Entender que el hombre no puede hacer nada (profunda y bella expresión para la auténtica relación con Dios) es tan arduo para el rey como para el mendigo; tal vez más arduo, pues el rey está más tentado a creer que puede hacer mucho.

Así, hoy que la cultura y todo lo que la rodea han conseguido hacer que sea muy fácil llegar a ser cristiano, está ciertamente justificado que un sólo individuo, en la medida de sus pobres capacidades, intente hacerlo difícil; supuesto, eso sí, que no lo haga más difícil de lo que es…

Soren Kierkegaard – Postcriptum

Deja un comentario

Para comentar en el blog hay que autenticarse con cuenta de Google (Gmail), Twitter, Facebook, Windows Live (Hotmail) (o Disqus, o wordpress.com). También recibo comentarios por mail, a hjg.com.ar@gmail.com.